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Capítulo 38

Capítulo 38 | Annika

Un día... una semana... dos semanas... tres semanas...Han pasado tres semanas desde aquel día en que me enfrenté a Derek y cuando aquella chica Briana había llegado.

El «Dúo maravilla» era cómo llamaban aquellos dos.

Iban juntos, salían juntos, era como si fuera su novia. Las últimas tres semanas me ha estado ignorando, porque esa era la palabra correcta para demostrar lo que ha estado haciendo últimamente. Si yo estaba en un lugar, él se iba. Si yo quería participar, él me ignoraba. Si yo hablaba, él me ignoraba.

¿Qué mierda le pasaba ahora?

No tenía a nadie conmigo en estos momentos. La mayoría se dejó engañar con lo que había dicho Derek de mi familia e incluso se hizo la victima diciendo un buen de mentiras sobre mí. Se dividieron entre dos bandos, otros me apoyaron mientras que la mayoría se dejó llevar por ese patán. Afortunadamente ya no era mi novio, solo que ahora regresó con Kate.

Genial.

En algún momento pensé en arrojarme de un puente, pero aún os daré ese gusto a la gente.

Durante mi ida de regreso a casa. Me encontré con Rosie. Ella estaba cocinando la cena de esta noche. Ya había superado lo de mi madre y había aceptado sus disculpas. ¿Por qué?, porque era mi madre al final de cuentas.

—Es que no entiendo, Ro. Tiene una voz irritante, una personalidad irritante y desde que ella llegó, todos e incluyéndolo a él han estado pegados.

—Tranquila, Annika. Debes aprender a controlar los enojos y los celos, porque eso es lo que sientes; celos.

Me eché a reír por lo que estaba diciendo.

¿Celos?

No, claro que no lo eran.

—No son celos, Ro—me miró con incredulidad.

—Annika, la primera vez que me habías dicho exactamente lo mismo fue con Derek...

—Ni lo menciones—la corté y ella puso los ojos en blanco.

—Me refiero a que, si no te conociera bien, diría que estás enamorada. Solo que aún no lo sabes.

—¿Enamorada? No, yo no. Me da asco ahora el amor.

De nuevo puso los ojos en blanco respecto a lo que había dicho.

En la noche mis padres junto con mi hermana y su esposo se habían reunido para cenar, mientras que mi padre nos comentaba que alguien nuevo llegaría a la empresa y que toda la familia tenía que estar allí, y eso significaba que yo también.

♡ ♡ ♡ ♡

—¿Quieres quedarte quieta?

Volvió a preguntarme mi madre por quinta vez en el día. Me había obligado a usar un vestido corto de color marfil mientras me removía para que éste me cubriera toda. No me sentía cómoda. El vestido dejaba mucho que ver de mis pechos.

—¿Por qué me haces usar esto? El vestido me pica—me removí para alcanzar la etiqueta.

—Joder. Annika, ven aquí—con una habilidad retiró la etiqueta y me dio un abrigo negro—Úsalo y por favor. Arréglate ese cabello.

Fui al tocador mientras trataba de arreglarme. Corinne vino después y me echó una mano para quedar presentable ante todos. No entendía para que me arreglaba, si seguramente fuese un señor o un anciano el nuevo personal de la empresa.

Ambas saliendo ya del tocador mi padre había llamado a mi hermana.

—Bien. Corinne, puedes ir a checar con Joseph el balance general de la empresa. Necesitamos contar de nuevo aquel dinero. Traed todos los balances.

Corinne desapareció de la sala. La secretaría de mi padre entró dando un aviso de que la persona que esperaba estaba fuera y ya había llegado.

Mi padre nos dio la orden de acompañarlo para recibir a quién será su nuevo empleado y su mano derecha.

Caminamos hacia la recepción y ahí paramos por un momento mientras mi padre saludaba a aquel hombre.

—Familia, chicos. Os quiero presentar al nuevo empleado. Él es Daniel Gardner, trabajara con vosotros una vez que haya terminado de dar su servicio a vuestro instituto que manejamos.

Mis piernas flaquearon al igual que mi corazón. Me quedé boquiabierta cuando lo vi ahí de traje y todo formal.

¿Era él, el nuevo asesor de mi padre? Oh, no.

Él mismo se quedó petrificado cuando cruzó su mirada con la mía.

—Tú...—susurre bajito para que nadie pudiera escucharme.