¿Cómo te atreves? 2.ª parte.

61 13 3
                                    

Cap. 428

"¡Tonterías! Por supuesto que él es el padre de mi bebé. ¿Quién más podría ser si no? ¡Toda la ciudad sabe muy bien que Hyun es el único hombre con el que me he acostado!".

Lucas le había entregado los resultados de la prueba, pero no los creyó ni por un segundo. En su opinión, Hyun no quería lastimar a Saeng y por eso había falsificado el informe para engañarlo, pero Saeng no se daba cuenta de que era estúpido e insensible para ver la verdad. Pero eso no significaba que él, JaeJoong, le seguiría su ridículo juego.

"¡Tch, tch! Joven Jae, creo que tú más que nadie debería saber quién es el padre. ¿O te has acostado con tantos hombres que ni siquiera tú puedes estar seguro, y conviertes a Hyun en el chivo expiatorio perfecto?", dijo JungMin con desdén. Si era cierto que no se había acostado con nadie más que con Hyun, ¿cómo podía quedar embarazado? Él debía pensar que ellos eran verdaderos idiotas.

"Tú...". Enfurecido, Jae Joong levantó la mano y abofeteó a JungMin. Nunca en su vida había sido tratado tan vilmente y JungMin era el primero que se había atrevido a insultarlo.

"¿Así que te has enojando porque te sientes culpable y avergonzado? ¿E intentas atacarme?". JungMin lo agarró firmemente de su muñeca. ¿Realmente lo había pensado antes de actuar? Él no podía esperar que él se quedara ahí parado para recibir la bofetada, ¿verdad?

"¡Suéltame! ¿Cómo te atreves a insultarme de esa manera?". Herido por sus duras palabras, Jae Joong sintió que la ira aumentaba en él, todo su cuerpo temblaba.

"JaeJoong, la única razón por la que te muestro respeto es porque tu padre fue mi socio durante muchos años y lo considero una cortesía profesional. Pero eso no significa que puedas hacer lo que quieras".

JungMin apartó bruscamente su mano, y un indicio de disgusto cruzó por sus ojos. Su rostro atractivo estaba rígido y tenso, se había oscurecido por su crueldad fría.

"No te creas tan importante, no necesito tu repugnante cortesía. Es una absoluta vergüenza el solo estar aquí contigo". Jae Joong retrocedió un paso y miró fijamente a ese hombre impasible que tenía frente a él, con sus ojos ardiendo de ira. Él siempre fue un don nadie para Jae, de manera que nunca lo honraba con una mirada, pero en ese momento no podía evitar sentir un temor frío en su corazón, aunque había logrado poner una cara de altivez.

"Eso sería conveniente para todos. Pero, ¿realmente crees que queda algo de cortesía para ti?". Los ojo de JungMin parpadearon, luego sus labios se curvaron hasta convertirse en un elegante arco y en su rostro se formó una sonrisa malvada.

"Por muy bajo que me caiga, nunca estaremos en el mismo nivel. ¡Qué ridículo escuchar a un hijo bastardo como tú hablar de cortesía! Nunca debes olvidar quién eres y de dónde vienes". Jae Joong le sonrió de manera triunfante. ¿De verdad creía que podía ocultar sus pequeños secretos en la oscuridad para siempre? Cualquier detective privado podría fácilmente remover su pasado y sacar a la luz su historial familiar. De hecho, JungMin era hijo de una familia noble, pero su identidad nunca había sido admitida públicamente. Así que solo era un hijo ilegítimo sin nada que heredar y que no estaba en posición para desafiarlo a él.

"En ese caso, ahorremos algo de tiempo para los dos. ¡Seguridad! ¿Qué están esperando? Acompáñenlo a la salida". JungMin nunca había tratado de ocultar su identidad y tampoco se sentía avergonzado por ello. Se ganó lo que tenía y no podría importarle menos lo que los demás pensaran de él. Hubo un tiempo en que se sentía frustrado y deprimido, pero había aprendido a dejarlo pasar. Esperaba que JaeJoong pudiera mantener la cabeza en alto varios días después de eso, cuando cualquier persona con un trabajo tendría más dignidad que él.

"Por favor, joven Jae, no lo haga más difícil". Los guardias de seguridad no se atrevieron a hacerlo enojar. Como cualquier hombre normal, tenían debilidad por los donceles hermosos, sin mencionar a JaeJoong, el hombre que había sido el amante de su jefe durante mucho tiempo. Sin embargo, tenían que obedecer la orden del señor Park de sacarlo.

"¡Apártense de mi camino! Ustedes, pobres, ¡no se atrevan a tocarme! Estás cometiendo un error, JungMin, te arrepentirás. Te haré pagar por esto". Con furia, se dio la vuelta para irse, apretó los dientes y sus ojos brillaban de enojo.

"Tienes razón, alguien va a pagar el precio. Esperemos y veamos". JungMin sonrió alegremente. Nunca le había gustado ese hombre. El podía amenazarle todo lo que quisiera, pero él no se molestaba en prestarle atención.

"Señor Park, ¿es verdad que el señor Kim no estará en la oficina por un tiempo?", preguntó Ana tan pronto como JaeJoong se despidió, pensando en lo que JungMin había dicho.

"¿Ha llegado Isaí ya? Ve por él y vengan juntos a mi oficina". JungMin ignoró la pregunta y echó un vistazo a la sala. Todos los trabajadores que habían estado esperando su respuesta bajaron sus cabezas rápidamente y fingieron trabajar.

"Él está aquí, lo llamaré". Ana sintió una vaga sensación de inquietud por sus palabras, aunque no sabía por qué. JungMin asintió brevemente, y luego se dirigió a su oficina con una sonrisa sarcástica en sus labios. JaeJoong se adulaba demasiado como para pensar que era especial para Hyun. Hyun era una feromona andante; atraía a los donceles como la miel atraía a las abejas. Solo estaba usando a JaeJoong para deshacerse de otros donceles. Esa fue la única razón por la que él lo mantuvo a su lado tanto tiempo.

Cansado, JungMin se dejó caer en su silla, frunciendo el ceño. Ya tenía una gran carga de trabajo antes de hacerse cargo del trabajo de Hyun. Rezaba por no morir trabajando hasta que Hyun volviera desde el hospital.

Sus reflexiones terminaron cuando tocaron la puerta de su oficina, que se abrió, y entraron Ana e Isaí. Ana, por supuesto, fue la que golpeó. Isaí tenía el carácter de JungMin y, en su opinión, la puerta era solo una herramienta para encerrar las cosas.

"Que sea rápido. Tengo muchas cosas que hacer ahora mismo". Con impaciencia, Isaí le hizo un gesto a JungMin con sus ojos, preguntándose en que andaba este y porque lo llamó de repente.

"Hyun, fue herido de gravedad ayer, y sigue en estado critico". Dijo JungMin en tono tranquilo, sin importarle como sus palabras los sorprendieran.

"¡Maldita sea JungMin! ¡Esto no hace gracia!" Por un momento, Isai no pareció entenderme los que JungMin estaba diciendo. La cara de JungMin no mostró ni una pizca de sonrisa. Tal vez no estaba bromeando. Pero hace rato Isai había recibido la factura de la subasta, demostrando que Hyun había gastado mucho dinero la noche anterior. ¿Cómo pudo estar herido de repente?

Un verdadero amor. 3a Parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora