¿Otra vez, KimBum?

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Capítulo 514.

"¿Te duele el hombro? Déjame ver", preguntó Hyun al desabrochar con facilidad los primeros botones del uniforme. Movió un poco el traje y vio aquellos moretones. En un segundo, la frialdad tomó posesión de sus ojos. Miró a Saeng con intensidad, esperando una buena explicación.

"No es lo que parece, solo son un par de rasguños que me hice durante el entrenamiento. Seré más cuidadoso la próxima vez". Saeng se sonrojó y se acomodó el uniforme. Porque a pesar de que Hyun y el ya habían estado juntos, el hombre aún se rehusaba a estar desnudo frente a él.

"Quédate quieto. ¿Crees que puedo calentarme en un momento así?". Hyun lo miraba fijamente. En aquel tono de voz se podía ver la ira que estaba escondiendo. Él salió de la cama y se dirigió afuera. Saeng observó cómo su esposo se alejaba, sintiendo algo de incomodidad. No había imaginado que las cosas serían de esa manera. Éra una persona que solía preocuparse mucho por él. Esa no era la reacción que había esperado cuando su esposo vio los moretones.

Saeng solo atinó a morder su labio inferior y suspiró. Mientras se abotonaba y acomodaba el uniforme, se preguntaba qué era lo que había hecho que Hyun enfurezca de tal manera. ¡Pero qué hombre tan arrogante y caprichoso! Sin embargo, la razón de la ira de su esposo no le importaba, siempre y cuando, él no le preguntara cómo se hizo los moretones. No sabía cómo explicarlo.

"Dije que no debías moverte. ¿Por qué te has abotonado el uniforme? ¿Quieres que te desnude de nuevo?". En el momento en que Saeng se había levantado, Hyun regresó con una botella de porcelana blanca en su mano. Se acercó a su esposo frunciendo las cejas.

"Yo...", Saeng torció los labios sintiéndose equivocado, y tan contrariado que no pudo decir palabra alguna. ¿Debió quedarse sentado con su hombro desnudo? Ese no era el en lo absoluto y Hyun tampoco había estado actuando como solía hacerlo. Él todavía no le había dicho ninguna tierna o dulce palabra. Lo único que sentía era aquella fría ira que era todo lo contrario a su forma de actuar. El solo quería alejarse en ese momento.

"Desabrocha tu ropa", dijo Hyun con frialdad. No tenía intención de usar aquel tono con su esposo, pero cada vez que las palabras salían de su boca, sonaba como si estuviera de mal humor. Él no estaba molesto por el hecho de que no le dijo nada acerca de la donación de sangre; lo que le enfureció fue que nunca tenía cuidado de su propio cuerpo. Cada vez que veía un nuevo moretón, él se sentía inútil por no ser capaz de protegerlo. Sin embargo, la profesión de Saeng era única y no había mucho que hacer al respecto.

"Hyun, ¿qué pasa? ¿Por qué estás tan enojado? ¿Qué hice ahora? ¿Por qué debo desabotonar mi ropa?". Saeng alzó la voz algo intranquilo. Toda su atención la había puesto en la expresión que su esposo tenía y no se dio cuenta de la botella que él tenía en sus manos. Se había enfadado por aquella petición. Primero, él desabrochó sus ropas y se fue sin decir una palabra, ahora trataba de volver a hacer lo mismo. Eso se estaba volviendo algo molesto. ¿Quién se había creído? No soportaría que lo presionara de tal manera.

"¿Qué hay en tu cabeza? ¿No necesitas un poco de ungüento para esos moretones? ¿O crees que quiero hacerlo ahora mismo?". Hyun había puesto los ojos en blanco. Aún seguía enojado por lo de la noche anterior y ver aquellos nuevos moretones solo hizo que su ira aumentara. Toda la rabia ya se estaba acumulando en su pecho.

"¿Por qué actúas así? ¿Por qué te has enojado tanto?", Saeng frunció los labios y lo estaba mirando con ojos tristes. Actuaba de manera extraña y distante con él. Los humanos eran codiciosos y siempre querían más. Se había sentido herido por aquella actitud.

"Después de todo, parece que en realidad no me conoces. No importa ahora. ¿Quieres aplicarlo tú mismo o deseas que yo lo haga?". Hyun sonrió con desgano. Al parecer, los donceles no deberían ser mimados. Si lo fueran, ellos los retarían e ignorarían sus sentimientos.

Un verdadero amor. 3a Parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora