En familia. 2a Parte.

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Capítulo 543

Lucas permanecía en silencio. Rara vez hablaba en la mesa. Como había quedado huérfano desde muy temprana edad, Lucas llegó a padecer de frío y hambre. Había sido muy afortunado de que alguien le extendiera su mano y ofreciera comida caliente. No podía pedir más. Por lo tanto, cualquier alimento preparado por Cynthia lo comería con mucha gratitud. A pesar de que la comida a veces no le sentaba bien y por lo general le provocaba gastroenteritis, nunca se quejaba. Para él, la comida cuidadosamente preparada por Cynthia era una delicia como pocas en el mundo, algo simplemente valioso. En ese momento, los escuchaba bromeando, pero no decía nada. Tan solo los miraba con una gentil sonrisa, disfrutando del grato ambiente de la mesa, agradecido por todo el amor y la calidez que sentía.

Saeng por otro lado miraba tiernamente a su hermosa familia. Cada uno de ellos significaba mucho para el. La expresión de su rostro lo decía todo: en ese instante, el frío Coronel se sentía agradecido por todo lo que tenía en su vida: una familia amorosa, un hijo adorable y un marido perfecto. Saeng estaba extasiado con sus propios pensamientos. Se sentía sumamente bendecido.

La noche era larga, y la luna había arrojado su abundante luz por doquier. El hermoso hombre lucía bajo la luz de la luna. Su fragancia parecía tan cercana y, sin embargo, su aspecto lucía tan distante. Sus labios eran como el más exótico y hermoso rubí, y su cabello era como el satín de ébano más costoso. Su belleza fácilmente le arrebataba el aliento a Hyun, quien se quedaba simplemente enmudecido. Lo miraba con tanto amor, y sin poder hacer nada contra el ardiente deseo que sentía por dentro.

"¿Cómo te va?". Se aproximó hacia el en silencio, centrando su mirada en su hermoso cuello. Maquiavélicamente curvó sus labios para sutilmente inhalar su fragancia, ese aroma único a flores de su champú.

"¡Bien! ¿Has terminado tu partida de ajedrez?". Saeng levantó la cabeza, mirándolo con curiosidad. Luego de la cena, Jonathan había manifestado que le gustaría jugar al ajedrez con su hijo. Aquello sorprendió a todos, pues normalmente él habría ido directamente con Cynthia y habría charlado solo con ella. Todos sabían lo importante que era para él pasar esos dulces momentos con su esposa. Ahora proponía pasar tiempo libre con su hijo en lugar de su esposa, no era de extrañarse que todos se sorprendieran. La acción de Jonathan tomó a todos con la guardia baja, y comenzaban a preguntarse si él aún se encontraba en sus cabales. ¡Eso fue raro!

"¡Está bien! Fue divertido a pesar del hecho de que se quejaba en cada movimiento. Ya no jugaré al ajedrez con él. Se comportó como un niño. ¡Qué mal perdedor!". Hyun torció sus labios con desdén. No estaba muy contento con la actitud de su padre en el juego. Por lo que podía recordar, su padre siempre había sido bastante solemne y serio. ¿Cómo era que cuando jugaba al ajedrez, actuaba como un mocoso quejumbroso, provocándole jaqueca?

"¡A veces los mayores se comportan como niños! ¡Como un hijo amoroso, debes aceptar sus defectos y ser más paciente con él! Puede que todavía luzca joven por fuera, sin embargo, sigue siendo alguien mayor. Lo gracioso es que a veces actúa auténticamente como un niño. Por eso es que tenemos un término para personas como él, 'hombre-pequeño'. Estoy seguro de que esto es bastante común en las personas mayores de estos días". Saeng le lanzaba una amplia sonrisa, mientras extendía su mano y apretaba sus torcidos labios dulcemente. ¡Él era quien se comportaba infantil en ese momento! En cualquier caso, mientras los dos se llevaran bien, el se sentiría tranquilo.

"Me he comportado bien hoy, ¿dónde está mi recompensa?". Hyun rápidamente atrapó sus dedos, mirándolo a los ojos. Su mirada era intensa y su deseo era obvio. Saeng tenía la cara ruborizada, y podía sentir el intenso amor de Hyun muy en el fondo de su corazón.

"Oye, eso no tiene nada que ver conmigo". Saeng intentó mantener la calma e ignorar su atrevida mirada. Lo miró algo desconcertado, para después comenzar a empacar los documentos que había elaborado anteriormente. Tan pronto como los documentos estaban ordenados, se levantó y caminó directamente hacia la puerta. Su amorosa mirada era demasiado intensa como para soportarla. De alguna manera sentía la necesidad de escapar de esa ardiente lujuria que sentía su esposo.

"¡Parece que no tienes la menor idea! Solamente actué de forma más madura frente a él por ti". La cara de Hyun se tornó lúgubre. Sus cejas se fruncieron levemente mientras lo seguía apresuradamente. ¿Qué le pasaba a este chico tan obstinados? ¿No podía simplemente darse la vuelta y enfrentarlo? ¿Era consciente de lo obsesionado que estaba con su esposa? ¿Cómo podía alejarse de él de esa manera? Acaso no podía molestarse en lanzarle una mirada más. Hyun se preguntaba si su encanto se había desvanecido durante su recuperación.

"¡Hyun! ¿De qué demonios estás hablando?, explícate si es que puedes. ¿Qué quieres decir con que fue por mí? ¡Es obvio que la relación entre tu padre y tú no tiene nada que ver conmigo! Así que, ¿qué tratas de decirme exactamente?". Saeng se detuvo y se dio la vuelta. Completamente confundido por sus palabras, lo miró a la cara y le lanzó la pregunta. Necesitaba que se lo aclarara en ese momento.

"¡Tiene todo que ver contigo! Verás, esta tarde él te elogió por tu comida frente a todos en la mesa. Me sentaron bien esos cumplidos, así que le dejé ganar en el juego de ajedrez. No me molesta en absoluto su comportamiento hombre-pequeño", dijo Hyun alzando una ceja con gran indiferencia. Sonaba muy convincente por lo que Saeng casi le creyó. Tenía la vaga impresión de que él solo se comportaba amablemente con Jonathan porque este le mostró afecto primero. Tal vez su marido aún no estaba acostumbrado a tales sentimientos.

"¡Como sea! Inventarás cualquier vieja excusa siempre que te convenga". Saeng torcía sus labios, poniendo los ojos en blanco. Como ya no tenía intención de perder su tiempo con él, caminó directamente hacia el dormitorio, sin tener en cuenta que eso era exactamente lo que Hyun estaba buscando. Lo deseaba tanto en ese momento.

"¿Qué hay de malo con mi excusa? ¡Creo que es buena! ¿Qué esperabas? ¿Que termináramos en una gran pelea por cosas tan triviales como esa?", contestó Hyun. El lo estaba ignorando sin razón alguna. La cara de él se tornó aún más sombría. ¡Era completamente inocente, pero su esposo se había atrevido a acusarlo de hacer algo que no había hecho! Nunca tuvo la intención de pelear con su padre. Sin embargo, según Saeng, él era el malo en todo esto y no aceptaba su excusa; Hyun se sintió impotente de que su amado lo viera como un imán de problemas.

"Aún eres bastante vulnerable en este momento, no creo que seas rival para tu padre. Puede que sea viejo, pero definitivamente es un tipo duro". Su reproche hizo que Saeng se riera, se divirtió por sus palabras y se burló descaradamente de él. Luego se agachó y recogió la ropa que había tirado por todo el suelo. Parecía que ese desagradable hábito de Hyun era en verdad difícil de eliminar. Como decía el dicho, "Perro viejo no aprende nuevos trucos". Hyun estaba muy consentido y podría necesitar más tiempo para corregir esos hábitos. ¡Qué gran tarea le había dado la vida!

"Cariño, ¿estás dudando de mí?". Con estas palabras, Hyun se acercó y lo abrazó con fuerza por detrás. Saeng no era un hombre pequeño, pero aun así lo atrapó fácilmente entre sus fuertes brazos. Su mirada ardiente se perdió sobre sus tiernos y jugosos labios. El tiempo parecía haberse detenido a medida que su mirada se volvía más cálida y ambos sabían que algo romántico iba a suceder.

Un verdadero amor. 3a Parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora