La lujuria del Halcón

59 14 4
                                    

Cap. 409

Yeineth sonrió avergonzada cuando su guardia le gritó, así que le había arrojado una piedra para llamar su atención. Cuando el guardia se giró, listo para hablar, Yeineth se llevó el dedo índice a los labios en señal de silencio, y luego hizo gestos para indicarle que estaba bien y que ellos debían dejar de hacer lo que estaban haciendo y esconderse.

Yeineth no era de ninguna manera una chica fácil. Irritada por el comportamiento grosero de Lucas con ella hacía unos momentos, comenzó a discutir con él. Parecía que había olvidado lo que Saeng le había dicho. Entonces la chica le dijo a Lucas en tono de enfado: "Bueno, tú... deberías disculparte conmigo".

Contrario a la tolerancia que le tenía Saeng a Yeineth, Lucas era mucho más salvaje en la forma en que trataba a esta joven traviesa. Él la golpeó en la cabeza sin dudarlo, con la intención de dejarla desmayada. Parecía no tener simpatía por ninguna chica. Fue muy despiadado al darle a Yeineth un golpe tan fuerte. ¡Ciertamente era un hombre rudo!

Hyun le levantó el dedo pulgar a Lucas, en señal de admiración por su conducta. En ese momento crítico, Lucas parecía ser el único hombre que era lo suficientemente audaz y decidido como para actuar contra una chica caprichosa. Sin embargo, Hyun se preguntaba qué clase de reprimenda recibiría Lucas cuando ella se despertara.

Probablemente no lo dejaría en paz, pero sería una escena demasiado divertida para el resto del grupo. Francamente, Hyun anhelaba ver ese momento.

Saeng hizo un gesto en sus labios para mostrar su desaprobación. Aunque Yeineth se estaba comportando de manera inapropiada, era una jovencita tierna y bonita. Lucas no consideró esto en absoluto, y la golpeó sin piedad. Parecía que no estaba dispuesto a dedicar tiempo y energía en entender a una mujer. Si así era cómo Lucas trataba a todas las mujeres, probablemente se encontraría completamente solo al final; e incluso si alguien se casara con él en el futuro, probablemente estaría enojada todo el tiempo por su actitud.

"Ahora está todo tranquilo". Lucas se dio cuenta de que Saeng y Hyun lo miraban por su comportamiento audaz, así que trató de forzar una sonrisa; pero su intento resultó ser inútil. En realidad no se sentía culpable por dejar a Yeineth inconsciente. No podía sonreír con la sinceridad suficiente para calmar la tensa situación. Su sonrisa era tan superficial que podían adivinar su intención completamente.

"¿Cuántas balas tienes?", preguntó Saeng en voz baja. Debían ahorrar tantas balas como fuera posible, mientras los hombres de Yeineth estaban peleando con los mafiosos.

"Solo unas pocas. Ya casi nos quedamos sin balas". Hyun frunció el ceño. Ninguno de ellos se había imaginado que había tantos gánsteres tan bien equipados. Su grupo había gastado la mayoría de sus balas en los combates.

"¡Debemos ahorrar el resto de nuestras balas! No desperdicies ninguna munición. Se debe guardar para un momento crítico. Si no tienes un disparo limpio, no desperdicies las balas". Después de decir eso, Saeng levantó la cabeza para mirar a los matones que se acercaban paso a paso. Un rastro de frialdad resplandecía en sus brillantes ojos. Luego levantó su arma y apuntó a un hombre que se escondía detrás de un árbol. Disparó tan pronto como el hombre se asomó por detrás del árbol para espiar.

Hyun miraba a su esposo cuando disparaba. Era muy decidido y despiadado. Apuntaba a las cabezas de sus enemigos, y ninguna de sus balas había fallado en su objetivo. Los enemigos morían antes dar su último aliento. Saeng estaba realmente relajado y tranquilo al matar a esos criminales. Si no lo hubiera visto con sus propios ojos, Hyun nunca hubiera comparado a Saeng, el hombre que se sonrojaba fácilmente en sus brazos, con un asesino de sangre fría.

"No me mires así. Vigila a los enemigos. Estamos en un momento de vida o muerte. Hasta el más mínimo error podría costarte la vida".

El rostro de Saeng se oscureció cuando le habló a Hyun, entendía claramente que su marido ciertamente tendría una opinión diferente hacia él después de esta sangrienta batalla.

Saeng, por supuesto, quería esconder su lado oscuro a Hyun, si fuera posible; pero para sobrevivir a esto, tenían que ser cruel. No había tiempo para la piedad ni el remordimiento. Piedad significaría que serían blancos fáciles y que los gánsteres serían los depredadores. Él lo sabía instintivamente, pero no estaba seguro si Hyun y Lucas lo sabían también.

Hyun frunció el ceño al ver el rostro oscuro de Saeng; su expresión y tono indicaban un indicio de ira hacia él. '¿Lo hice enfadar? ¿Por qué se enoja conmigo?', se preguntaba Hyun mientras lo miraba. Él entendió que lo que Saeng había dicho era absolutamente correcto. No podía permitirse prestar atención a otra cosa que no fuera la lucha que estaban librando en ese momento. Luego se unió de nuevo al combate con toda su atención y fuerza.

Al parecer, sus enemigos quedaron aturdidos por los disparos precisos de Saeng. Como resultado, se escondieron y detuvieron el fuego hasta cierto punto.

"¡Mierda! ¡Son todos unos tontos! ¡Encuéntrenlos! ¡Son solo un par de personas, y ustedes los superan en número! Son todos unos idiotas incompetentes. ¿Qué están esperando? ¡Quieren que me arresten de nuevo las tropas especiales!".

El Halcón echó un vistazo a su reloj y calculó el corto tiempo en el que podían llegar las tropas. Había planeado dejar la ciudad tan pronto como escapara de prisión; sin embargo, accidentalmente leyó un artículo sobre el esposo del CEO de FX International Group. Reconoció a Saeng, ya que él era el coronel que había conspirado para seducirlo y arrestarlo en el bar.

Saeng era increíblemente hermoso. El Halcón estaba fascinado con él desde que lo conoció. Se veía sexualmente apetecible con un maquillaje delicado, aunque no llevaba maquillaje en la foto de la noticia. Su belleza era natural. No había imperfecciones en su tez blanca. Y su actitud fría le agregaba atracción a su elegancia. Era una belleza diferente que el Halcón nunca había visto. Este, por supuesto, había jurado vengarse por su arresto, así que esperó después de escapar de la cárcel. Debía acostarse con el hermoso Coronel antes de acabar con él, pero nunca imaginó que sus hombres fueran tan estúpidos. No pudieron encontrar a Saeng y capturarlo.

Como el Halcón ya había dado la orden, todos debían obedecerle. Todos salieron corriendo de sus escondites. Los guardaespaldas mas cercanos del Halcón también se unieron a la batalla.

"Mierda. Parece que quieren matarnos a todos. ¿Que piensas?" Saeng estuvo tranquilo y calmado todo el tiempo, pero empezó a sentirse nervioso al ver a esos bandidos corriendo hacia ellos. Las balas pasaban volando por sus orejas.

"Escuchenme. Deben capturar vivo a ese coronel. ¿Como puedo acostarme con un hombre muerto?" Aunque el Halcón era un lujurioso por naturaleza, no era un necrófilo.

"¡Que te jodan! ¡te voy hacer pedazos, bastardo!" Hyun se irritó de nuevo por los comentarios del Halcón. No le importaba la distancia entre él y su enemigo. Levanto su arma, apuntó a uno de los mafiosos, y disparó.

"¡Hyun, deja de gastar balas y protejete!" Saeng se giró para derribar a Hyun, que estaba disparando a los enemigos con furia. Tan pronto como se escondieron, varias balas fueron disparadas contra el árbol detrás de Hyun, donde momentos antes había estado de pie. La situación era muy peligrosa y él había sido afortunado. Saeng sintió que su cuerpo comenzó a sudar frío.

Un verdadero amor. 3a Parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora