¿Te atreverás o no?.

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Capítulo 447

"Cariño, ¿estás coqueteando conmigo? ¿O crees que no me atrevería a alimentarte con mi boca?". Saeng levantó sus cejas y le dio a Hyun una sonrisa seductora y coqueta.

Sin embargo, Hyun se estremeció con horror de repente, ya que Saeng nunca había sonreído así antes. ¿Qué le había sucedido? ¿Era él realmente? Hyun de repente tuvo un mal presentimiento sobre lo que su esposo pensaba hacerle.

¿Estaba planeando torturarlo? No sabía qué pensar. Desde que se despertó, todo acerca de Saeng había sido muy extraño. Incluso se preguntó si se había despertado en un universo paralelo donde existía un hermano gemelo seductor y malvado de Saeng.

"Bien, bien. ¿Te atreverás o no? Estoy realmente curioso". Tal vez fue porque perdió demasiada sangre, y acababa de pasar por una larga cirugía y estuvo inconsciente por varias horas. Hyun no se había recuperado por completo y tampoco había recuperado su energía. Después de discutir con PolPruk y hablar con Saeng, se sintió cansado y con sueño otra vez. Pero quería hablar con su esposo, burlarse de él y ver el rubor en sus mejillas, especialmente porque estuvo a punto de morir. Ahora apreciaba cada momento que podía tener con su amado, así que trató de mantenerse despierto.

Algo indeciso, Saeng miró entre Hyun y el vaso de agua que sostenía en sus manos. Se mordió el labio por un rato y finalmente se decidió. Tomó un pequeño sorbo de agua, y con un toque coqueto en sus ojos, se inclinó hacia adelante para presionar sus labios sobre los de Hyun, y luego le dio el agua tibia de su boca. Incluso lamió sus labios de forma traviesa con la punta de su lengua antes de sentarse con una sonrisa.

Su repentina y atrevida acción con una obvia provocación sorprendió a Hyun. Jadeando fuertemente en shock, Hyun se quedó pasmado por un momento e incluso se olvidó de devolverle el beso como siempre lo hacía. ¿Estaba coqueteando con él? Con esa sonrisa tan dulce en su boca, Saeng se veía tan excitante. Hyun no pudo evitar estrechar sus ojos con asombro y deseo, mientras tragaba con dificultad.

'Está bien, has aprendido a jugar con fuego. ¿Me estás seduciendo solo porque estás seguro de que no podría hacerte nada ahora? No olvides que no estaré en esta cama para siempre. Tarde o temprano me recuperaré; y cuando lo haga, te juro por Dios que te haré pagar por lo que me hiciste, tanto a ti como a PolPruk. A él, definitivamente lo golpearé de nuevo, y en cuanto a ti...', Hyun reflexionó sobre el pensamiento en su mente. Estaba planeando en secreto lo que iba a hacer con Saeng, incluyendo las posiciones que deberían probar, ¡porque no le daría la oportunidad de dejar su cama por al menos una semana! O tal vez dos. En vista de que se había atrevido a seducirlo, debería estar consciente de las consecuencias.

"¿Qué te parece ahora? ¡Dime si me atrevo o no!". Después de que terminó de hablar, Saeng se lamió intencionalmente los labios y le guiñó un ojo. La seductora y sexy sonrisa en su rostro hizo, una vez más, que Hyun dudara de que el hombre sentado frente a él fuera realmente el lujurioso hermano gemelo de Saeng o alguien más con el mismo rostro. ¡Debía ser eso! De lo contrario, ¿cómo sería su esposo tan audaz, atreviéndose a seducirlo de esa manera? Sin acalorarse, sin sonrojarse, sin timidez. No tenía ningún sentido para Hyun. Pero el amor cariñoso reflejado en sus ojos, el toque de sus labios, e incluso el aroma de su cabello le resultaron muy familiares, todo eso indicó que el hombre frente a él era realmente su esposo.

"Asombroso. Amo la nueva versión de ti. Creo que la gente tendrá que reconsiderar tu imagen como un coronel feroz y severo. Alguien podría estar sorprendido por tus acciones. ¿O debería decir que ya lo está?". Hyun no quiso burlarse de él esta vez, pero sintió que tenía que advertirle, ya que Marco acababa de entrar a la sala y había visto todo. Al final, las palabras que salieron de su boca aún sonaban como burlas.

'¿De quién está hablando?', Saeng se sintió desconcertado. Hyun usó su cabeza y asintió en dirección a la puerta. El captó la indirecta y se dio la vuelta inmediatamente. Cuando vio a Marco de pie junto a la puerta, sus ojos se llenaron de incredulidad y su boca se abrió por la sorpresa, Saeng fingió aclararse la garganta y mirar con calma, tratando de cubrir el rubor en su rostro y ocultar la vergüenza que ardía dentro de su cabeza.

Saeng sabía que Hyun debía estar mirándolo con una sonrisa burlona, deseando ver cómo manejaría la incómoda situación. El lo ignoró y se volvió hacia Marco, preguntándole con voz severa: "¿Dónde está mi computadora portátil? ¿La trajiste? Dámela, ahora". Obviamente, no necesitaba su computadora portátil en ese momento.

El trabajo podía esperar, pero su vergüenza no. Tenía que decir algo para distraer a Marco y a Hyun, además de ayudarlo a olvidar la incómoda escena.

"Ah, sí. La traje conmigo, aquí está. Por cierto, Sr. Kim, estoy muy contento de que finalmente haya despertado". Marco notó el cambio en la mirada de Saeng, él sabía que estaba hablando como su superior ahora. No importaba cuánta curiosidad sentía sobre lo que había presenciado, sabía que era un soldado y debía obedecer las órdenes como su ayudante. Así que se deshizo de las ideas en su mente rápidamente e informó a su superior. Cuando vio que Hyun los miraba, también lo saludó.

"Gracias, Marco". Hyun trató de contener las ganas de explotar en risas. Le divertía ver a Saeng perder el control frente a su subordinado por una vez. El siempre fue frío e indiferente en el ejército, tal vez deberían saber que en realidad tenía muchas caras, además de la de "el instructor del diablo". El podía ser agradable y gentil en la intimidad.

"Coronel, aquí está su computadora portátil", Marco le entregó la computadora, mientras lo miraba con un toque de curiosidad parpadeando en sus ojos. Estaba inseguro porque realmente quería decir algo, pero temía que Saeng se enojara por lo que iba a decir.

"¿Tienes algo más que decirme? Solo dilo de una vez", Saeng miró a Marco y dijo tranquilamente. Él lo conocía bien. Sabía que se aferraría al asunto todo el tiempo que pudiera imaginarse, hasta que obtuviera alguna respuesta. A juzgar por su aspecto, tenía algo que decir en ese momento. Saeng vio su vacilación y decidió ahorrarle algo de tiempo pidiéndole que lo dijera en voz alta, en caso de que lo guardara para sí mismo durante demasiado tiempo y se deprimiera.

Un verdadero amor. 3a Parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora