Inicia el complot.

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Capítulo 596.

"Dime, ¿qué quieres?". Para la mayoría de la gente, Saeng siempre era cortés cuando contestaba el teléfono. Pero en esta ocasión, no pensaba que fuera necesario serlo con WoonBin. De hecho, ni siquiera quería descolgar el teléfono. Solo lo hacía porque no deseaba que continuara llamándo.

"¡Ja! ¿Necesito tener un motivo para llamar? ¿No podría tan solo querer hablar con mi querido hermano?". Estaba completamente exhausto después de toda una noche de sexo con Lobo. Sintiéndose completamente adolorido, se recostó perezosamente sobre el sofá, colocando sus delgadas piernas sobre la mesita de centro, en una posición bastante desagradable.

"Ya que no tienes nada que decir, colgaré el teléfono, no estoy de humor para aguantarte". Saeng estaba a punto de colgar y salir de la habitación.

"Espera, ¿no quieres recuperar las pertenencias de tu madre?". WoonBin se mofaba mientras extendía su mano, levantando el álbum que estaba sobre la mesa. El pequeño Saeng de aquel álbum estaba tiernamente vestido como un príncipito. Era una pena que al final acabara siendo un sirviente.

"¿Qué? ¿Las pertenencias de mi madre? Pero...". Se sintió intrigado tan pronto como escuchó esas palabras, su mano que se había extendido para colgar el teléfono se detuvo en el aire.

"Sí, si quieres recuperarlas, tendrás que venir aquí. Te esperaré en el Tea Fragrance, pero solo las tendrás si vienes solo. Recuerda, no traigas a nadie contigo". Finalmente, WoonBin estaba decidido a llevar a cabo su plan, haciendo que Saeng acudiera solo. Se encontraba empeñado en ganar. Y sin fallas, solo habría éxito para el plan.

"¿Cómo sé que me dices la verdad?". Saeng no era estúpido. No creería tan fácilmente en sus palabras ni encontrarse con él en cualquier sitio. Si estaba en lo cierto, WoonBin lo llamaba a causa de Yasmina. Pero no pudo evitar sentir curiosidad al escuchar lo que había dicho sobre las pertenencias de su madre.

"Jaja, sabía que no me creerías. ¿Recuerdas que tu madre tenía una frágil horquilla tallada con la figura de un dragón y un fénix?", decía WoonBin frunciendo el ceño. Le sorprendió que la madre de Saeng fuera una mujer tan anticuada, a la que le gustaran adornos tan pasada de moda.

"¿Una horquilla? ¿Es verde? ¿Y con flores de cuentas moradas alrededor? ¿Adornado con flecos?". Saeng se emocionó de inmediato. Sabía que eso pertenecía a su madre. Junto con 'Las lágrimas de sangre de una bella', habían sido el legado de una cortesana imperial de clase alta, era muy posible que este horquilla también le hubiera pertenecido. Sentía mucha curiosidad por saber cómo esas cosas habían desaparecido tan repentinamente tras la muerte de su madre. Resultaba que habían sido escondidas en secreto por Yasmina y su hijo.

"Sí, es así de feo como lo has descrito. Realmente es muy extraño, ¿por qué tendría guardadas estas cosas tan pasadas de moda como si fueran tesoros? Y además de la horquilla, hay otros adornos sumamente anticuados, nada que esté a la vanguardia", decía WoonBin mientras picaba con su dedo los demás adornos que estaban en la pequeña caja de madera sobre la mesa, con una expresión de desagrado.

"Está bien, ¿a qué hora podemos encontrarnos? Ahí estaré. Pero las cosas de mi madre no deben ser dañadas, o no hay trato", dijo Saeng mientras se mordía el labio. Se trataba de las pertenencias dejadas por su madre. No le importaban las propiedades de la familia Heo, pero esos adornos eran las cosas más preciadas que poseía su madre. Por lo tanto, sea como sea, tenía que recuperarlas.

"Está bien, alrededor de las 11 en punto. Te esperaré ahí". WoonBin sonrió con astucia y pensaba: 'Sabía que te interesarían estas cosas, y de no ser así, realmente no podría encontrar ninguna otra excusa para atraerte'.

"Está bien, iré de inmediato", dijo Saeng mientras regresaba a la habitación y se quitaba el traje. Lo cambió por ropa casual. Se veía elegante y agraciada con ese conjunto. Y lo más importante era que incluso los zapatos planos le quedaban bien.

De hecho, se encontraba bastante emocionado. Su corazón rebozaba de alegría al pensar que podría recuperar las cosas de su difunta madre muy pronto. Se encontraba tan exaltado que deseaba que fueran las 11 en punto, para así poder verlas sin más demora.

"Papi, date prisa. Ya sé cuál será nuestro plan". Tan pronto como Saeng terminaba de vestirse, KyuHyun corrió a la habitación con una sonrisa inocente en su rostro.

"Lo siento, KyuHyun, debo salir para tratar un asunto urgente. Lamento no poder jugar contigo hoy". Se inclinó y le dio un suave beso en su rosada mejilla, en señal de disculpa.

"¡Oh! ¿Qué sucede? ¿Recibiste una misión? ¿Y qué hay de tus pies lastimados?". Al escuchar las palabras de su appa, la brillante sonrisa de KyuHyun se desvaneció. Ya no se encontraba tan emocionado como cuando corrió escaleras arriba.

"No, es una cita. Mis pies están bien. Volveré pronto hijo. Quédate en casa y juega con tus abuelos, ¿de acuerdo?", dijo Saeng mientras sostenía su mano y bajaba las escaleras con él. Se sentía impotente, pues lo había desilusionado otra vez.

"Pero ellos no están aquí, y el tío Lucas ha ido a la oficina con papá, incluso el tío Marco salió, fue a la presentación de prueba de las nuevas armas anoche". KyuHyun frunció la boca, ¿estaría solo en casa? Eso sería bastante aburrido.

Un verdadero amor. 3a Parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora