La discusión.

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Capítulo 483

Cynthia levantó su mano para acariciarle el cabello a Saeng. Ese movimiento tan suave le provocaba una sensación familiar. A Hyun también le gustaba juguetear con su cabello, comprendió que este tierno hábito lo había heredado de su madre. No importaba cuánto tratara de rechazar el cariño maternal de Cynthia, su frío corazón ya había sido derretido por ese amor. 'La sangre es más espesa que el agua', dice el dicho, y esto parecía ser verdad.

Las hojas que caían al lado de la carretera se movían con la suave brisa, como si fueran espíritus traviesos que bailaban sin rumbo fijo. KyuJong conducía velozmente por aquel camino. Se sentía ansioso por lo que Saeng le había dicho esta tarde. Había pensado en llamar a HongKi para demostrarle que le importaba, pero cada vez que lo hacía, la línea sonaba ocupada.

Se humectaba con la lengua sus agrietados labios debido al seco clima otoñal, y sus cejas se fruncían aún más. Podría haber salido antes del trabajo. Pero se había retrasado por un asunto urgente. Esto era común en el trabajo de soldado, y KyuJong no podía hacer nada al respecto. Ciertamente no era dueño de su tiempo.

Solo le tomó media hora llegar a su apartamento, usualmente pasaba una hora en el tráfico. Claramente había conducido muy rápido. Tomó un gran respiro delante de la puerta. Había pensado en tocar el timbre, pero se detuvo antes de presionar el botón. Renunció a esa idea y sacó la llave de su maletín.

Se había imaginado que al abrir la puerta, vería una linda escena en la que HongKi le sonreía con ternura y lleno de sorpresa. Pero la sorpresa sería para él, pues cuando abrió la puerta, lo único que lo esperaba era la completa oscuridad de la casa.

Inseguro, encendió la luz, la habitación entera se iluminó de inmediato. Miraba alrededor del cuarto con sus ojos avispados. Pero no encontró a HongKi por ningún lado. Sus gruesas cejas se fruncieron profundamente. Acudió velozmente hacia el dormitorio de arriba, pero allí también le aguardaba la oscuridad y el silencio. La sensación de inquietud cobraba fuerza en él.

Corrió ansiosamente al baño, pero no encontró a nadie. Sacó su celular y marcó nuevamente el número. Pero lo que escuchó era aún el tono de ocupado. Se dio la vuelta desesperadamente y volvió a bajar. Estaba pensando en buscar a HongKi en la mansión de su familia. Pero tendría que aguantar los desplantes de SunMin otra vez. Y no estaba realmente seguro de que el estuviera allí.

En el instante en que KyuJong se disponía a salir por la puerta, esta repentinamente se abrió. El hermoso y elegante rostro de HongKi apareció. Al observar tan de cerca la bella cara de su esposo, HongKi se quedó estupefacto por un momento. Pero pronto recuperó la compostura y lo recibió con una gran sonrisa.

"¿Cuándo volviste a casa? Pensé que tal vez te quedarías en la base esta noche, así que salí a dar un paseo. No preparé la cena". HongKi decía la verdad, pues excepto por las llaves, sus manos estaban vacías.

"¿Acaso utilizas tu celular como decoración?". Al ver a HongKi frente a él, KyuJong se sintió muy sorprendido. Pero al recordar que nunca habría logrado contactarlo por el teléfono cuando no lo encontraba, se enfadó demasiado, y en su desesperación pronunció esas hirientes palabras. La última vez que él había estado en el extranjero, él tampoco logró contactarlo, pues había dejado su teléfono en el auto. Pero ¿qué había pasado esta vez? ¿Cuál era su pretexto ahora? ¿Por qué siempre era tan descuidado en todo?

"Yo... Lo siento. Olvidé mi celular. Y no soy un adivino para saber que ibas a llamarme. Lo siento. La próxima vez le preguntaré a mi bola de cristal". Las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos. HongKi se sentía lastimado por esas duras palabras. Se mordía el labio con firmeza, tratando de contenerse. Pasó junto a KyuJong apresuradamente y corrió escaleras arriba.

KyuJong se quedó estupefacto por el repentino movimiento de su esposo, para luego seguir sus pasos y tratar de alcanzarlo. Pero era demasiado tarde. Cuando llegó a la parte superior, HongKi le cerró la puerta en la cara y echó el cerrojo. Se había movido con bastante rapidez, como si hubiera sido entrenado desde la cuna para realizar esos movimientos.

KyuJong sacudía la cabeza con impotencia. Se percató que su tono había sido demasiado hiriente en cuanto terminó de decirlo. Pero antes de que pudiera ofrecer una disculpa, HongKi perdió la calma y se marchó. A pesar de que él quería remediar la situación, su oportunidad se había esfumado.

Apoyado contra la puerta, HongKi se derrumbó lentamente en el suelo, las lágrimas que había contenido brotaban de sus ojos y caían como las perlas de un collar roto. ¿No era su celular una decoración a los ojos de KyuJong? ¿Cuándo se había tomado la molestia de llamarlo antes? ¿Cuándo se preocupó por el?

Lo había esperado estúpidamente toda la noche de ayer, pues aún le tenía un poco de esperanza. Pero ya se había tornado insensible y aprensivo luego de haberlo esperado por tanto tiempo. Desde el momento en que regresó del hospital, había imaginado numerosas escenas de cómo podría enfrentarlo cuando volviera. Pero no apareció en toda la noche, y peor aún, ni siquiera llamó.

Bien, era un soldado, y probablemente había casos en los que no era conveniente hacer llamadas. Por eso no se había sentido ofendido y lo dejó pasar. Pero desde anoche que no había probado un bocado. Se había esforzado para animarse a salir y relajarse un poco, pues le preocupaba que su cabeza explotara con toda esa tensión. Pero nunca pensó que se enfrentaría con el severo interrogatorio de KyuJong en el instante en que entrara por la puerta. Y esto al final logró que sus emociones estallaran, pues se las había guardado en el corazón por largo tiempo. Habían tardado mucho salir.

Un verdadero amor. 3a Parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora