Lo pasado, es pasado.

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Capítulo 537

ʺ¡Papito, por favor no! Me aburro mucho sin la computadora. ¿Qué te parece esto?, prometo no entrar a ningún sitio web que no tenga permitido. ¡Pero no me quites la computadora, por favor!ʺ. Después de que su appa lo había castigado, KyuHyun lo miró con ojos suplicantes, luego volteó a ver a su padre para que lo ayudara.

ʺNo me mires, yo no puedo hacer nada. Como bien sabes, yo también tengo que obedecer las órdenes de tu papito. Hyun se recargó cómodamente en el asiento del auto y sonrió divertido. Con el aire fresco que entraba, el interior del auto ya no se sentía tan sofocante. Hyun había logrado refrescarse, pero todavía estaba molesto porque Saeng no le había permitido beber agua helada.

ʺ¡Sabía que no podía contar contigo! ¡Maldición!ʺ. KyuHyun parecía triste, pero de pronto sonrió maliciosamente pues se le había ocurrido una idea. Aunque su papito le prohibió usar su computadora, había otras computadoras en casa.

ʺTampoco puedes usar otras computadoras de casa. Les voy a poner contraseñaʺ. Saeng sabía lo que KyuHyun estaba pensando y mató sus esperanzas de inmediato.

Hyun miró a Saeng sorprendido. Su hijo era un experto en informática, incluso era capaz de desactivar los más complicados cortafuegos. ¿Cómo podrían unas simples contraseñas detenerlo? Un temor repentino lo invadió, pues en alguna ocasión KyuHyun había hackeado su computadora de trabajo. Al parecer Saeng no tenía idea de lo mucho que su hijo sabía de computadoras, lo cual era muy raro. Hyun simplemente llevaba un par de meses con su hijo, y había tenido la oportunidad de conocerlo mejor. Saeng lo había cuidado desde que nació, pero ignoraba por completo lo que podía hacer.

ʺ¡De acuerdo! No usaré las computadoras de la casaʺ, prometió KyuHyun. Luego miró a su padre con una gran sonrisa y le preguntó, ʺPapá, ¿cuándo regresarás a trabajar?ʺ. Romper los sistemas de seguridad de las computadoras era pan comido, pero no quería hacer enojar a su appa. Como no le permitía jugar en las computadoras de casa, él obedecería. Sin embargo, no había dicho nada acerca de usar la computadora en la oficina de su padre o traer una nueva a casa. Y eso era justamente lo que él planeaba hacer.

ʺOye, KyuHyun, no me metas en estoʺ. Al ver la expresión en el rostro de su hijo, Hyun sabía lo que estaba tramando. Ambos eran tan astutos como un zorro.

ʺ¡Para nada! En realidad estoy preocupado por ti. Papá, ¿no tienes miedo de que tío JungMin arruine tu compañía?ʺ. Ante los ojos de KyuHyun, JungMin era un hombre poco serio y dudaba que pudiera tomar buenas decisiones.

ʺ¡Silencio! ¡Que no te vaya a escuchar! Si renuncia, estaré en graves problemas. ¿De verdad crees que tío JungMin es un tipo mediocre?ʺ. Hyun sabía que no se podía juzgar a alguien por su apariencia. Para saber si era una persona capaz o no, tenían que ver su desempeño y comportamiento.. Y el tiempo les daría la respuesta.

ʺLo siento, papi. No debí haber juzgado a tío JungMin. KyuHyun demostró ser un chico muy inteligente, pues pudo darse cuenta con la pregunta de su padre que había cometido un gran error. Pecado confesado, medio perdonado. KyuHyun se había dado cuenta de que se había equivocado y se disculpó.

Una estridente melodía militar sonó abruptamente dentro del acogedor automóvil. Saeng tomó su teléfono para ver quién la estaba llamando. Al ver que se trataba de su padre, frunció el ceño. Anteriormente rara vez lo llamaba, pero esa era su segunda llamada en una semana. Saeng no tenía idea de a qué se debía ese comportamiento.

ʺHola. Soy YoungSaeng". Como de costumbre, su tono era frío e indiferente. Hyun lo miró fijamente; pudo darse cuenta de que su esposo lucía raro, por lo que sentía cada vez más curiosidad de saber quién lo había llamado.

"Saeng, lo siento mucho. No debí haber creído lo que Yasmina decía. No debí alejarte de la familia ni de la casa. No cumplí mis deberes como padre. Por favor, perdóname y permíteme compensarte por mis erroresʺ. Saeng estaba sumamente sorprendido al escuchar a su padre disculparse por teléfono. Apenas podía creer lo que estaba escuchando, y se preguntaba qué estaba tramando.

ʺNo te preocupes. Ya lo pasado es pasado, no me interesa hablar de eso. No necesitas hacer nada para compensarmeʺ. Saeng se negó implacablemente a aceptar las disculpas de NamSoo con una risa amarga. En el pasado el odio hacia él lo había consumido, pero en ese momento ya no había rastro de ese sentimiento en su corazón. Además, era demasiado tarde para que él cumpliera con sus responsabilidades como padre. Lo había abandonado cuando más lo necesitaba, dejándolo solo y sin hogar. Eran como dos extraños. A Saeng ya no le importaba lo que su padre pensara.

ʺ¿Qué pasó? No te ves nada bienʺ, Hyun preguntó preocupado, al ver a su esposo colgar el teléfono enojado.

ʺNada. No era nadie importante. No te preocupesʺ. NamSoo era un extraño para Saeng y no quería enojarse más por haber recibido esa llamada, así que decidió no decir nada al respecto.

Mientras tanto, NamSoo observaba su teléfono, sumido en sus pensamientos. Sabía que Saeng no aceptaría sus disculpas tan fácilmente, pero nunca pensó que lo haría de una forma tan tajante. Su corazón se sentía muy lastimado.

Al llegar a casa NamSoo se quedó en la puerta, dudando por primera vez sobre si debía o no entrar, pues ahí habían personas y cosas que no quería ver, pero no importaba cuánto intentara escapar, tenía que enfrentarse a los hechos.

ʺ¡Papá, por fin llegas! ¿Dónde estuviste todo el fin de semana? Te estuvimos llamando, pero tu teléfono no respondía. Estábamos muy preocupados por tiʺ. Tan pronto como NamSoo entró a su casa, WoonBin lo saludó con entusiasmo. Tenía que luchar duro para conservar su lugar en esa familia, así que lo primero que tenía que hacer era agradarle a su padrastro.

ʺA mi teléfono se le acabó la bateríaʺ, respondió en un tono inexpresivo. Sentía repulsión por WoonBin. De hecho, el teléfono no se había quedado sin batería, él lo había apagado para poder poner en orden sus pensamientos. Y no lo había encendido hasta que decidió llamar a Saeng. Antes de que pudiera decir algo más, su hijo había colgado el teléfono fríamente. Lo que su padre hizo en el pasado había decepcionado profundamente a Saeng, así que decidió no escucharlo. El remordimiento embargaba a NamSoo.

ʺ¿De verdad tu teléfono se quedó sin batería? Te diré lo que realmente sucedió: encontraste a una mujer hermosa para satisfacer tus deseos, así que lo apagaste para que no te molestáramosʺ, dijo Yasmina mientras bajaba lentamente las escaleras, visiblemente consternada. Disfrutaba ser sarcástica. Era una mujer sumamente despreciable.

ʺYasmina, quería resolver los problemas de una manera civilizada, pero no imaginé que estarías tan ansiosa por comenzar una pelea. Así que seamos francos y pongamos nuestras cartas sobre la mesa. A decir verdad, mi infinito odio hacia ti jamás se agotaría, así te murieras cien veces. Disfrutas provocarme deliberadamente una y otra vez. ¿No sientes ningún tipo de culpa por todo el daño que has hecho?ʺ.

Un verdadero amor. 3a Parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora