Un verdadero amor. 3a Parte.

Yasmina & WoonBin.

Capítulo 504

ʺ¿Lo ves? ¡Lo sabía! Sabía que todo lo que has hecho durante tantos años, tenía un propósito oculto. Me has estado utilizando para llevar a cabo tus sucios planes, incluso cuando estabas tratando de alejar a Saeng de la familia Heo, me usaste para poder lograrlo. No me extraña que Yesung sea tan hostil contigo. ¡Debe haberse dado cuenta de tu naturaleza malvada!ʺ, dijo WoonBin con odio. Cada palabra era tan fría como el hielo. No podía soportar que su hermano lo ignorara. Si no fuera por Yasmina, él lo trataría con tanto cariño como a Saeng. Yesung trataba a WoonBin con indiferencia, pero se comportaba de una forma muy cariñosa con Saeng, y esa diferencia le hacía hervir la sangre.

ʺ¿Cómo te atreves? ¿Cómo puedes hablarle así a tu propia madre? ¿Dónde están tus modales?ʺ. Yasmina se sentía avergonzada y enojada a la vez. Levantó la mano y amenazó a WoonBin con abofetearlo de nuevo. La indiferencia de Yesung había lastimado a Yasmina profundamente, y no podía soportar que WoonBin mencionara ese tema otra vez. ¿Por qué un hijo sería tan distante con su propia madre, como si fueran extraños? ¿Y por qué el otro hijo le gritaría con tanto odio?

ʺ¿Qué? ¿Quieres golpearme de nuevo? ¡Hazlo! ¡Pero no vuelvas a cuestionar mis modales, porque tú ni los conoces! Si supieras lo que significa decencia, no serías la esposa de Heo NamSoo, y la esposa del CEO de FT Group sería otra mujerʺ, dijo WoonBin dirigiendo una mirada fulminante hacia su madre. Se miraron el uno a la otra con odio, como si fueran enemigos mortales. WoonBin siempre había odiado a su madre por la familia en la que había nacido, y aún más por convertirlo en el hijastro de un exitoso empresario. Y justamente por eso los jovencitos de su edad, de familias acaudaladas, lo excluían.

ʺ¡Está bien! ¡Lo que tú digas! Eres muy joven y estúpido para saber qué está bien y qué está mal. Además, eres demasiado egocéntrico para comprender mis consejos. Todo lo que yo diga o haga lo tomarás como una excusa. ¡Sólo espera y verás! Algún día... Algún día entenderás que todo lo que he hecho ha sido por tu bienʺ.

Dicho lo anterior y sin voltear a ver a WoonBin, Yasmina se subió en su auto y se fue. Cada palabra que su hijo había dicho había lastimado su corazón profundamente. Yasmina se preguntaba si era justa esa retribución por parte de WoonBin. Quizás era un castigo por los pecados que había cometido. Para logar que NamSoo se enamorara de ella, le había tendido una trampa a Grace y había echado a Saeng de su vida. Esos terribles actos la habían condenado a ser despreciada por sus propios hijos. Yesung y WoonBin nunca la habían tratado como a su madre, sino como a una enemiga.

WoonBin se mordió los labios mientras observaba cómo se alejaba el auto; nunca imaginó que su propia madre lo dejaría abandonado en la calle. Debido a que no llevaba su auto, tuvo que abordar un taxi para poder regresar a casa. Aunque siempre había odiado ese tipo de transporte, en aquella ocasión, tuvo que soportarlo. Tragándose su orgullo y sus emociones, caminó hacia la acera y detuvo un taxi. Por primera vez en su vida había tenido una pelea con su madre. A pesar de lo sucedido, seguía sin aceptar sus propias faltas, y todo se lo atribuía a Saeng. El creía firmemente que su hermanastro había sido el motivo del trato indiferente de Yesung y de la ira de su madre. Y se preguntaba por qué Saeng tenía todas las cosas que el siempre había anhelado.

ʺHyun, ¿qué sucedió? ¿Se pelearon?ʺ. Después de haber presenciado tal escena, HongKi sonrió encantado. Cuando el sonreía, irradiaba un encanto juvenil propio de su edad.

ʺ¡Creo que sí! No importa, ya vámonos. Te llevaré a casaʺ, dijo Hyun. A él no le interesaba en lo más mínimo resolver la disputa entre Yasmina y WoonBin. Incluso si hubieran decidido pelear a muerte, él se hubiera quedado a presenciar la pelea, y les hubiera ayudado a destriparse. Teniendo esa idea en mente, levantó la cabeza y miró el cielo despejado; el sol de mediodía parecía un disco de fuego. El clima sofocante lo obligó a fruncir un poco el ceño.

ʺNo, gracias, Hyun. Me quedaré aquí un rato más. Te estás recuperando de una herida de bala, deberías volver a casa y descansarʺ, dijo HongKi. Desde que la pasión de los recién casados se había desvanecido, la verdadera naturaleza del matrimonio le había sido revelada. Había llegado a la conclusión de que estar casado no se sentía tan bien y no era ni la mitad de lo que había imaginado. Durante mucho tiempo había anhelado un espacio personal, y finalmente sus deseos se hicieron realidad; desde que se casó con KyuJong, había tenido que pasar muchas noches solo en casa esperando a que él regresara. Sentía un enorme vacío y el tiempo pasaba tan lentamente cuando el silencio absoluto reinaba, que comenzó a sentirse solo.

ʺEstoy bien. Si no quieres ir a casa, puedo quedarme contigo un rato. Tengo mucho tiempo libre y puedo acompañarte incluso todo el díaʺ. En ese momento Hyun no estaba agobiado por su habitual carga de trabajo. Quería aprovechar ese tiempo libre; tenía ganas de salir con HongKi y relajarse.

ʺ¡Oh, eso es muy amable de tu parte, Hyun! Pero no puedo aceptar, si llegas demasiado tarde a casa, estarás agotado y Saeng me daría una paliza. ¿Puedes ayudarme a quitar el collar? Quiero estar un rato a solasʺ. De pronto HongKi comenzó a experimentar una gran soledad. No quería volver a su casa para estar solo, ni quería que Hyun, quien se encontraba aún débil se quedara a acompañarlo. Solo quería disfrutar del ambiente animado en ese lugar tan concurrido.

A pesar de la respuesta negativa de HongKi, Hyun insistió; ʺNo importa, me agrada dar paseos. Pero te quitaré el collar, no quiero que te lo robenʺ. Hyun presintió que algo andaba mal, de lo contrario HongKi no luciría tan deprimido.

ʺPero a ti nunca te ha gustado ir de compras con donceles, Hyun. ¿Qué te está pasando? Anteriormente cuando te he invitado, simplemente has rechazado la invitaciónʺ, dijo HongKi con una sonrisa. ¡Se sentía feliz de estar con Hyun! Miró al cielo y se quedó pensando por un rato, como si estuviera considerando si debía aceptar que le hiciera compañía o no.

ʺNo me agrada ir de compras, pero como estoy casado con Saeng, ya estoy acostumbradoʺ, contestó Hyun sonriendo, ya que el tema le recordaba a su amado esposo. Luego extendió la mano y le quitó el collar a HongKi. Extrañaba los momentos felices cuando Saeng y él caminaban por la calle de las comidas ambulantes y comían juntos, sin importar que mucha de esa comida era nueva para él. Hyun se perdió en sus pensamientos, imaginando a los tres viviendo felices juntos.

ʺ¡Está bien! El conquistador ha sido conquistado. ¡Vamos a divertirnos! Para mí, contar con la compañía de un chico guapo es suficientemente divertido, sin importar lo que venga despuésʺ, dijo HongKi riendo. No quiso rechazarlo de nuevo, así que aceptó encantado su propuesta.

ʺSeñor Kim, ¿quiere que lo lleve a casa?ʺ, preguntó Lucas con curiosidad, al ver que HongKi y Hyun se alejaban.