¡Cariño, eres tu!

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Capítulo 491

Cuando la gente estaba ocupada, a menudo sentía que el tiempo pasaba muy rápido. Y eso era cierto para Hyun, que se estaba recuperando de su lesión. Así que cuando sonó el teléfono al lado de su cama, inmediatamente lo tomó y contestó sin siquiera molestarse en comprobar quién estaba llamando.

"Hola, ¿quién llama?". Esa era su peculiar forma de contestar el teléfono. No era como Saeng, que siempre contestaba con cortesía, ni como cualquier otro caballero que se presentara con gracia tan pronto como levantaran el teléfono. Su estilo estaba influenciado por la arrogancia y la extravagancia, pero no iba demasiado lejos para hacer que las personas se sintieran incómodas. Aunque había contestado el teléfono, su atención seguía centrada en el informe que tenía en sus manos.

Saeng frunció el ceño cuando escuchó la voz de Hyun, no esperaba escuchar esa respuesta. ¿Acaso Hyun no tenía su número guardado en el teléfono? Si no era así, ¿por qué preguntaría quién llama? La única posibilidad era que estaba haciendo algo importante y que contestó el teléfono sin siquiera mirar la pantalla para ver quién estaba llamando. En ese momento, estaba internado en el hospital, ¿con qué asunto podría estar tan absorto?

"¿Qué estás haciendo?", preguntó Saeng, luego colocó el archivo sobre la mesa y se recostó en la silla mientras esperaba escuchar su respuesta.

"Trabajo". La respuesta fue simple y directa. No había cambiado su atención del documento a la llamada.

"¿Trabajo? ¿Qué trabajo?". Saeng entrecerró sus ojos de forma agresiva y se preguntó por qué Hyun, que apenas podía caminar, se atrevió a decirle que estaba trabajando, ¿estaba jugando con su vida?

"¡Oh! ¡Cariño, eres tú! No, no quise decir trabajo. Estaba hablando con Lucas". Hyun se sorprendió por la voz preocupada de Saeng y regresó su atención a la llamada. Inmediatamente compensó su lapsus.

"Hyun, ¿crees que pueden engañarme tan fácilmente?". Saeng jugó con la pluma dorada en su mano y expresó su firme actitud de no creer lo que le había dicho. Si sólo estaba hablando con Lucas, ¿por qué no se había dado cuenta de que era él quien lo estaba llamando?

"No, incluso si quisiera engañar a alguien, no tendría el valor de hacérselo al Coronel Saeng. ¿No estás ocupado con tu trabajo?". Sabía que a Saeng le importaba mucho, así que deliberadamente cambió el tema y trató de desviar su atención.

"No hay necesidad de que te preocupes por mi trabajo. Lo que me importa es lo que estás haciendo en este momento". ¿Cómo era posible que pensara que no estaba ocupado con su trabajo? Si no lo estuviera, no hubiese retrasado la llamada hasta la tarde. De hecho, había estado pensando toda la mañana en una sola cosa: sentía que era necesario agradecerle por todo lo que había hecho por el, pero al recordar lo que él le había dicho antes, se dio cuenta de que un simple agradecimiento no sería suficiente para mostrar su gratitud hacia él. Además, Hyun podría enojarse con tal formalidad. Era demasiado complicado, y al final, Saeng no dijo nada.

"Yo... No estoy haciendo nada. ¿No me crees?", dijo Hyun y sonrió sin poder hacer nada. No pretendía engañarlo, simplemente no quería que se preocupara por él.

"No, no te creo porque no tienes credibilidad. Recuerdo que te dije que no quiero ser el último en saber algo de ti. Aparentemente, lo has olvidado. Me pregunto cómo me explicarías esto".

Aunque sabía que lo que había hecho era sólo para su beneficio, el, sin saberlo, se ofendió porque se lo había ocultado a propósito. Había prometido compartir sus sentimientos siempre que tuviera dudas o malentendidos, así que siempre mantuvo esa promesa y dejó de mantener sus sentimientos enterrados en su corazón.

"Tú... ¿Ya te has enterado?", Hyun preguntó vacilante. Sabía que el lo regañaría, pero no esperaba que fuera tan pronto. Había pensado que Saeng podría interrogarlo cuando saliera del trabajo.

"Sí, ¿por qué no me lo dijiste de antemano? Esta vez quiero saber cuál es tu razón para ocultármelo". Saeng tomó un sorbo de té y se lamió los labios secos con la punta de la lengua. Un gesto tan sexy cualquier hombre encontraría encantador.

"Sólo hay una razón, es decir, quiero ser el que te cuide y que te proteja de cualquier sufrimiento. No importa lo que suceda, no quiero que nunca seas lastimado. Esta es mi promesa para ti". Sintió que todavía tenía muchas dudas sobre él, pero no podía culparlo.Tuvo un mal historial en el pasado, y eso hacía difícil para Saeng volver a confiar en él.

"Esta razón es realmente convincente, y me conmueve, pero eso no significa que no me importe el hecho de que me hayas ocultado la verdad. Así que espero que puedas darme una razón más válida", dijo Saeng y se le pusieron los ojos rojos. Después de escuchar las palabras de Hyun, pensó que se estaría engañando a sí mismo si no decía nada, pero no quería que supiera cómo se sentía realmente con la situación. De lo contrario, ciertamente se volvería más inescrupuloso en el futuro.

Intentaría manejar todo por sí mismo y ocultárselo todo mientras afirmaba que era para su beneficio, y eso era inaceptable para el. Porque si realmente fuera así, sentiría que no era igual a Hyun y que no estaban en el mismo nivel, ya que él sería el único que enfrentaría todos los problemas. El se complacería en disfrutar todos los logros de él, y eso era lo más humillante para un soldado. No estaba dispuesto a convertirse en una persona sin valor. Además, no quería ser el hombre que se escondía detrás de su espalda y desperdiciaba todas las cosas que había logrado con sus esfuerzos desinteresados por el.

"Cariño, sabes cómo es, ¿verdad? La razón más convincente que te gustaría escuchar es que te amo. Sabes que soy demasiado tímido para decirlo, pero me presionas para que lo diga. ¡Eres horrible!", dijo Hyun con una sonrisa tímida y actuó de manera sensual como si Saeng estuviera realmente parado frente a él.

Al escuchar las palabras de Hyun, Saeng resbaló y casi se cayó de la silla. Dijo que era tímido, eh, si eso era cierto, entonces no había gente descarada en el mundo. Trató de decirle una mentira tan descarada y fue una locura. Saeng sintió que había subestimado la magnitud de su desvergüenza. ¿Dónde aprendió esas palabras maricas? ¡Su tono era tan afeminado!

Un verdadero amor. 3a Parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora