El inicio de un gran dolor.

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Capítulo 562.

NamSoo trató de levantarse lentamente, apoyando sus manos sobre la mesa, pero una gran nube de dolor lo cubrió. Sus rodillas cedieron y finalmente se desplomó en el suelo. Lo que más le había sorprendido fue el hecho de que Grace estaba embarazada al momento de morir. Cuando se enteró, sintió como si un cuchillo afilado rasgara su alma y lo dejara sin aliento. La amargura comenzó a vencerlo, obligando a las lágrimas que se habían acumulado en sus ojos a correr por su rostro. Los hombres como él solo lloraban cuando estaban profundamente heridos.

Su mente estaba muy afligida al pensar en Grace; su pequeña y gentil dama. Su belleza fuera de este mundo y su profundo afecto por él agudizaron su remordimiento. No podía soportarlo más. Se abofeteó varias veces. El sonido era tan fuerte que hacía eco en la silenciosa habitación. No podía deshacerse del escalofrío de angustia que lo atormentaba y lo asfixiaba.

De repente estalló en una risa maníaca y pensó: 'Yasmina, asquerosa mujer, ¿sabías que me convertí en una persona sin corazón, gracias a ti? Pase lo que pase, debo matarte hoy, o mi ira nunca cederá. ¿Cómo te atreviste a usarme como una marioneta? Tengo que admitir que eres una excelente manipuladora. Lograste envolverme con tus mentiras y llevar una vida de lujos mientras me ocultabas todas tus fechorías. ¡Que cruel has sido conmigo!'.

NamSoo comenzó a azotar su cabeza contra la mesa, como si quisiera abrirla, para ver qué exactamente había sido lo que lo cegó por tantos años. No podía creer que había puesto su fe en una mujer tan mala. Luego recordó la forma en que había tratado a Saeng y todo lo que le había hecho. Sabía que se sentiría demasiado avergonzado cuando lo volviera a ver. Un buen padre nunca ayudaría a su hijastro a robarle el esposo a su verdadero hijo. Un buen padre no podría actuar de forma tan agresiva contra su propio hijo cada vez que se encontraran. Un buen padre nunca hubiera hecho nada de eso. Pero NamSoo le había hecho todo eso y más a Saeng. Había sido muy obvio y despiadado. Le había destrozado el corazón y lo había hecho sufrir mucho.

NamSoo pudo darse cuenta de que se había estado revolcado en la autocompasión derivada de una traición sin fundamentos, de la que hicieron creer que había sido víctima. Saeng le recordaba esa supuesta traición cada vez que lo veía, y por eso lo lastimaba una y otra vez sin piedad. Pero al descubrir que en realidad era su hijo, su actitud cambió por completo. NamSoo sentía la necesidad de cuidar a Saeng, algo que nunca había sentido, antes de la prueba de ADN. Los lazos de sangre eran verdaderamente mágicos, ya que fueron capaces de cambiar su mente y sus pensamientos. Se llenó de ternura hacía Saeng, un hijo que hace  poco despreciaba.

Años atrás, NamSoo no había impedido que Yasmina echara a Saeng de su propia casa. Si ese era el mayor arrepentimiento de su vida, entonces conocer a Yasmina había sido su mayor desgracia. Originalmente, había planeado divorciarse de ella y pagarle una pensión alimenticia. Pero ahora cambió completamente de opinión. Dado todo el daño que había causado en su vida, NamSoo pensaba que matarla sería demasiado misericordioso. Además no estaba dispuesto a manchar sus manos con la sangre de esa mala mujer. Debía pensar en una forma de torturarla y hacer que terminara peor que muerta. Solo de esa manera, esperaba que el alma de Grace pudiera descansar en paz.

NamSoo decidió postergar todas sus reuniones y actividades sociales y se encerró en su oficina durante muchas horas. Había estado sentado en su silla durante tanto tiempo, que su cuerpo se entumeció y se atascó en la soledad. No se daba cuenta, ni notaba que el tiempo pasaba. Cuando finalmente logró despejar su mente de ese asunto y despertarse de sus pensamientos, descubrió que el día casi se había acabado.

Había podido resistir la tentación de enfrentar a Yasmina de inmediato. Decidió primero aclarar sus pensamientos. Para evitar caer en otra trampa tendida por esa mujer, era importante que se mantuviera tranquilo y actuara con precaución esta vez. Como ya había cometido errores imperdonables en el pasado, no sería capaz de perdonarse a sí mismo si continuaba cometiendo más, debido a un descuido. Yasmina había herido los sentimientos de Saeng, pero él haría todo lo posible para evitar hacerle daño a Yesung. Después de todo, lo que Yasmina había hecho desde el principio había sido muy malo, pero Yesung no tenía nada que ver con eso. Para protegerlo del dolor, NamSoo tenía muchas cosas que considerar antes de actuar.

Mientras tanto, Hyun estaba luchando con el mismo problema. Se había pasado todo el día tratando de encontrar una manera adecuada de decirle a Saeng lo que sabía acerca de la muerte de su madre. La verdad definitivamente lo lastimaría, y él quería hacerlo lo menos doloroso posible. Pero sabía que todos sus esfuerzos serían en vano. Tuvo que rendirse ante el hecho de que, dado que Grace era la madre de Saeng, la verdad sería un golpe devastador para él.

ʺ¿Qué tanto piensas? Te ves como si estuvieras en tranceʺ, dijo Saeng frunciendo el ceño. Después sacó con cuidado algunos documentos de su maletín y los dejó sobre la mesa. Hyun había estado actuando de manera muy extraña todo el día, pero Saeng no podía encontrar la razón.

ʺVen aquí, cariñoʺ, dijo Hyun, con un gesto de amargura. Le resultaba difícil imaginar cómo reaccionaría al escuchar lo que tenía que decirle. Se preguntaba si su esposo iría de inmediato a confrontar a Yasmina, o si simplemente se quedaría inmóvil y sin palabras ante las abrumadoras noticias y el dolor. Hyun no sería capaz de ver a Saeng en ninguna de las dos situaciones.

ʺ¿Para qué? Tengo trabajo que hacerʺ, respondió muy seriamente. Aún llevaba puesto su uniforme militar, lo que se sumó autoridad a sus palabras. Aunque no deseaba postergar su trabajo pendiente, se acercó a su esposo para averiguar a qué se debía su extraño comportamiento de todo el día.

Un verdadero amor. 3a Parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora