—Bueno, ese fue un enfoque muy directo. —dijo Hermione, a última hora de la tarde, mientras aceptaba una taza de té de Ron. La pequeña cocina era una de las ventajas de la sala común de octavo año.
— ¿Qué quieres decir? —preguntó Harry.
—Bueno, no pensaba divulgar exactamente el plan en absoluto —explicó Hermione—, pensé que sólo haríamos algunos gestos amistosos, construiríamos algunas relaciones... eso es todo.
—Oh —dijo Harry, sintiéndose como un absoluto imbécil—, cierto, supongo que eso tiene mucho más sentido.
—Bueno, ya no se puede hacer nada. —respondió Hermione, dándole un pequeño apretón tranquilizador en el antebrazo.
—Excepto que él ya prometió ser un sirviente de Malfoy. —les recordó Ron, sentándose con su propia taza.
—Hm... —coincidió Hermione— Siempre es algo con ustedes dos.
— ¿Qué se supone que significa eso? —preguntó Harry, pero Hermione no respondió, enfrascada en sus propias cavilaciones.
—Es un acontecimiento interesante —continuó ella—. Mi opinión es que con Malfoy es una cuestión de poder. La guerra lo despojó de gran parte de su orgullo, supongo que ve esto como una forma de recuperarlo.
— ¿Alguna vez consideraste una carrera en la Medimagia con especialización en la mente humana? —Ron le sonrió, con esa expresión de enamorado que a menudo llevaba encendiendo sus facciones.
Hermione le devolvió la sonrisa y deslizó su mano en la de él.
— ¿Y qué pasa si lo he considerado? —preguntó.
—Bueno, creo que serías brillante. —comentó Ron.
Harry asintió lentamente. Así pues, Malfoy quería hacer valer un poco su peso, sentirse en control. Tal vez Harry no podía culparlo.
—Yo diría que lo mejor que puedes hacer es dejarlo. Si te mantienes agradable, sin reaccionar, no será divertido para él y pronto lo dejará. —aconsejó Hermione, devolviendo su atención a Harry.
Ron resopló.
— ¿Harry? ¿Mantenerse agradable y tranquilo cuando se trata de Malfoy? Ni de broma.
Harry se encogió de hombros.
—Son sólo pequeñas cosas. Cualquier cosa demasiado ridícula y simplemente diré que no. Nada es obligatorio. Además, todo eso me mantiene cerca de él lo suficiente como para evitar que cualquier fanático del E.D se le acerque, que era el objetivo original, después de todo.
—Bueno, buena suerte, Harry —bostezó Hermione, terminando su té y poniéndose de pie para dirigirse a la cama—. Por favor, intenta no perder los nervios.
***
A la mañana siguiente, Harry se despertó antes de lo habitual, según el acuerdo al que habían llegado él y Malfoy durante el camino de vuelta a los dormitorios de octavo año la noche anterior. Fue un poco extraño, las duchas, que normalmente eran un zoológico por las mañanas, estaban desocupadas. Después, se vistió y bajó a la sala común, que también estaba desierta -salvo por un bastardo rubio de cara puntiaguda-.
—Buenos días, Malfoy. —dijo Harry, apuntando a la amabilidad que Hermione había sugerido.
—Llegas tarde. —le recriminó Malfoy. Harry comprobó su reloj. No lo estaba, pero no discutió.
—Lo siento —respondió, con una sonrisa forzada—, ¿deberíamos seguir con esos ejercicios?
—Muy bien. —respondió Malfoy, en un tono que dejaba claro que en realidad no estaba muy bien. Se tumbó en el mismo sofá que Ron y Hermione habían ocupado la noche anterior.
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Un Camino A Seguir [ Harco ]
FanfictionDespués de que Malfoy sea atacado por unos miembros del E.D demasiado entusiastas, Harry se ve en la obligación de ayudarle a recuperarse. Malfoy no está especialmente contento con ello. Disclaimer Los personajes, lugares y hechizos, son propiedad...