Harry realmente no había tenido la intención de ponerse caliente con Draco en un armario de suministros, y, sin embargo, de alguna manera, aquí estaban: Draco tumbado de espaldas sobre la mesa de piedra, y Harry sobre él, con el peso distribuido a lo largo del cuerpo más delgado, atrapándolo como el otro decía que le gustaba. Draco sujetaba el culo de Harry y éste devoraba al otro chico con besos sucios y húmedos. Las caderas de Malfoy se movían, desesperadas, suplicantes, con ruidos animales en la garganta. El roce era demasiado, Merlín, Harry tenía que controlarse o se iba a hacer un lío en los pantalones.
Se dio la vuelta y se deslizó hasta ponerse de pie junto a la mesa.
— ¿A dónde vas? —lloriqueó Draco.
—Sólo quiero divertirme un poco contigo antes de terminar —dijo Harry, dejando que ese tono que sabía que le gustaba a Draco se colara en su voz—. ¿Qué tal si te pones de rodillas para mí, hm?
—Preferiría no hacerlo. —refunfuñó Malfoy, lanzándole una mirada asesina, pero de todos modos se bajó de la mesa y se hundió de rodillas a los pies de Harry.
—Quítate el jersey y la camisa. —le indicó Harry. Le dio un subidón sólo ver a Draco obedecer, temblando ligeramente por la humedad del frío.
—No puedo creer que esté ensuciando mi ropa de esta manera. —se quejó, dejándola caer sobre el suelo polvoriento.
—Oh, habrás ensuciado mucho más que eso cuando termine contigo —prometió Harry, tomando la mandíbula de Draco con la mano—. Abre.
Los dientes de Malfoy se relajaron, dejando al descubierto el rosado revestimiento interior de sus labios y mejillas, su pequeña e inteligente lengua. Harry trazó las curvas de aquella preciosa boca con el pulgar. Primero a lo largo del labio superior de Malfoy, con sus delicadas y elegantes líneas, y luego el labio inferior, más lleno y suave. Curioso, Harry desplazó la yema del pulgar sobre el centro de la bonita lengua roja de Draco y presionó hacia abajo.
—Ya está —comentó Harry—. Qué tranquilidad.
Observó la cara de Draco en busca de signos de angustia, pero no vio ninguno. Deslizó el pulgar hacia atrás, las suaves vellosidades de la lengua de Malfoy crearon una sensación placentera e inusual. Draco tuvo una arcada, sólo un poco. Harry lo hizo de nuevo, sólo porque podía, más fuerte esta vez. La respuesta de Malfoy fue proporcional, y Harry se retiró, soltando la cara del otro chico.
— ¿Demasiado? —preguntó.
—Eso es jodidamente raro y algo sucio —refunfuñó Draco—. Así que, naturalmente, me excita muchísimo. Hazlo otra vez.
—Pellízcame, aquí —Harry señaló su muslo— si necesitas que pare —dijo, frotando su mano suavemente por la cara de Malfoy—, ¿entiendes?
Draco asintió. Harry le acarició la cara, con dulzura.
—En realidad, antes de continuar, tengo una pregunta. ¿Te gusta que te peguen, cariño, que te abofeteen un poco, quiero decir? —preguntó Harry, inquiriendo genuinamente, dejando caer el filo de su voz por un momento.
—Yo... no lo sé —respondió Draco, con la voz entrecortada—, no me gusta el dolor, exactamente, no quiero que me hagan daño, pero... me gusta... lo que significa.
— ¿Qué significa? —incitó Harry.
Draco se sonrojó, tan bonito, su mirada en los zapatos de Harry.
—Ojos arriba, por favor —le corrigió Harry—, y responde a mi pregunta.
Esos ojos grises se encontraron con los suyos.
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Un Camino A Seguir [ Harco ]
FanfictionDespués de que Malfoy sea atacado por unos miembros del E.D demasiado entusiastas, Harry se ve en la obligación de ayudarle a recuperarse. Malfoy no está especialmente contento con ello. Disclaimer Los personajes, lugares y hechizos, son propiedad...