La Nochebuena en La Madriguera hizo que Harry se sintiera más niño que en Privet Drive. A esa sensación contribuía la falta de sofás y sillas en el salón, que dejaba a Harry, Ron, Hermione y Ginny sentados con las piernas cruzadas en el suelo. Todos llevaban puestos sus nuevos jerseys navideños y se apiñaban cerca del árbol de Navidad, decorado con proyectos de manualidades de niños ya muy grandes, chucherías coloridas y velas flameantes sin calor. Los regalos se desparramaban en un desordenado desorden y Fleur tocaba una melodía festiva en un violín. Incluso Constance parecía estar adormecida por la complacencia, acurrucada sobre un gran reloj. Era tarde y todos estaban saciados de galletas, ponche de huevo y chocolate caleinte.
El ambiente de tranquilidad fue aún más chocante cuando se oyó un fuerte y repentino crack y Draco Malfoy apareció en la escasa extensión de alfombra que había entre Harry y el árbol de Navidad, inconsciente y con sólo los pantalones puestos. Su cara, según registró Harry en el momento de silencio que se produjo, estaba mojada por las lágrimas y los músculos desnudos de sus brazos se movían como si intentara luchar.
Fue Bill quien reaccionó primero, pero antes de que el Desmaius hubiera salido de su boca, Harry erigió un Protego Duo alrededor de Draco y se puso en pie de un salto. La sala de estar era un caos: la mitad de los Weasley tenían sus varitas apuntando a la brillante y translúcida cúpula verde gelatinosa que se tambaleaba sobre el cuerpo de Draco. Ginny, Hermione y Ron tenían las palmas de las manos levantadas, gritando "esperen", "está bien" y "no". Los Granger se encogieron en un sillón con aspecto alarmado.
-Potter -la voz de George era fría como el acero y no quitaba los ojos de Malfoy-. ¿Te importa explicar por qué proteges al mortífago semidesnudo que ha aterrizado en nuestro salón?
Antes de que Harry pudiera encontrar la saliva necesaria para hablar, Draco se despertó.
- ¿Harry? -dijo, sonando desconcertado. Observó el panorama detenidamente- Oh. Mierda.
-Oh, mierda es cierto -siseó George-. ¿Qué demonios crees que estás haciendo aquí? Habla, escoria.
Draco se puso en pie, limpiándose la cara apresuradamente. El hechizo de protección se transformó con su movimiento, envolviéndolo en un capullo verde. Estaba temblando de adrenalina y no tenía su varita. Observó los rostros furiosos a la luz de las velas, cruzando los brazos a la defensiva sobre su abdomen lleno de cicatrices.
-Ha sido un sueño. -murmuró.
-Habla. -insistió Percy, que tenía la cara roja y casi vibraba de indignación.
-Estaba teniendo un sueño -repitió Draco, y Merlín si no podía deshacerse del todo de ese esnobismo. Harry apretó los dientes. Malfoy ciertamente no se estaba haciendo ningún favor-. Mi mejor suposición es que lancé un hechizo mientras dormía. Me trajo aquí.
-Nuestras guardias de apariciones no dejarían entrar a cerdos como tú, aunque supieras visualizar nuestro salón, que es otra cosa que me gustaría saber. -escupió George.
-No fue sólo un hechizo de aparición. -refunfuñó Draco.
- ¿Entonces qué fue? Te juro, Malfoy, que si no empiezas a explicarte-
-Salvus Securus. -era la voz de Hermione. Su expresión era sombría con una nota de asombro.
- ¿Qué es eso? -exigió George.
-Lleva a la persona a un lugar seguro en momentos de peligro -Fleur explicó-. El pobre chico debe haber tenido una pesadilla, ¿no?
-Una casa llena de miembros de la Orden no es un lugar seguro para un mortífago. -consideró Bill.
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Un Camino A Seguir [ Harco ]
FanfictionDespués de que Malfoy sea atacado por unos miembros del E.D demasiado entusiastas, Harry se ve en la obligación de ayudarle a recuperarse. Malfoy no está especialmente contento con ello. Disclaimer Los personajes, lugares y hechizos, son propiedad...