Capítulo XXVI

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Después de la cena, Harry y un puñado de otros alumnos de octavo año se reunieron en la biblioteca. El plan de Harry -bueno, el plan de Draco, en realidad, pero Harry había aceptado seguirlo- era terminar sus deberes de pociones. Pociones un sábado por la tarde, pensó Harry, sacudiendo la cabeza, apenas podía reconocerse a sí mismo. Sin embargo, Malfoy recompensaba la laboriosidad de Harry con la proximidad: la presión de los muslos y el roce encubierto de las manos que Harry encontraba a partes iguales gratificante y estimulante.

La tarea era interesante, al menos. La Conexión Cordial, según decía Pociones Aún Más Avanzadas, era una poción única en el sentido de que, para que fuera efectiva, dos personas debían beberla al mismo tiempo.

La Conexión Cordial permite que dos usuarios mágicos se comuniquen mentalmente durante un máximo de setenta y cuatro minutos. Aunque esto no permite a los consumidores de la poción leer los pensamientos del otro, sí les permite enviar y recibir mensajes silenciosos entre ellos. Esta poción no se puede fabricar ni distribuir comercialmente, ya que, durante la creación de la poción, los dos sujetos deben dar de sí mismos para individualizar la magia. Aunque se puede utilizar cualquier esencia, para cimentar el hechizo, el autor recomienda lo siguientes:

Sangre - lazos familiares

Sudor - atletismo*.

Lágrimas - amantes separados

Saliva - enemigos/compañeros de trabajo

Se dice que el deplorable delincuente Mundungus Fletcher experimentó con otras esencias corporales a principios de los años 80, pero el autor no puede aprobar tales perversiones y se niega francamente a informar sobre los hallazgos de Fletcher.

*Nótese que la mayoría de las ligas nacionales e internacionales de Quidditch han prohibido el uso de Conexión Cordial durante las competiciones oficiales.

La tarea de Harry era un resumen de cómo cada esencia contribuía al tono de las conexiones, pero tenía que admitir que tenía más curiosidad por saber qué había estado haciendo Fletcher que otra cosa.

-Toma, necesitarás esto. -anunció Draco, deslizando un delgado volumen titulado Esencias y Simbología Vitruviana, de Michala von Merkel.

- ¿No lo necesitas? -inquirió Harry.

-Por supuesto que no -contestó Draco con altanería-, no dejo los deberes para el fin de semana antes de su entrega.

-Qué mal rollo. -gruñó Harry, pero aun así cogió el libro, contento de no tener que estar recorriendo las pilas.

Debajo de la mesa, la mano de Draco se deslizó y subió por el muslo de Harry. Merlín me ayude, pensó Harry, moviéndose ligeramente en su asiento, sintiendo que su polla se movía en respuesta a la audacia de Draco. Apretó la mandíbula, fingiendo estar absorto en Esencias Vitruvianas.

- ¿Qué piensas, Neville? -decía Hermione, al otro lado de la mesa- ¿Crece la hierba de Sorteria en esta época del año? ¿Habrá alguna en los invernaderos?

- ¡Oh, tenemos un montón! -exclamó Neville- La profesora Sprout y yo recogimos una abundante cosecha de ella el año pasado, y pensamos que podría ser útil en la guerra. Se utiliza en todo tipo de pociones protectoras.

- ¿Qué has encontrado, Granger? -preguntó Draco con curiosidad, las yemas de los dedos seguían trazando caricias a lo largo del muslo interno de Harry, haciéndolo enloquecer.

-Pociones de aversión -respondió Hermione-. ¿Has oído hablar de ellas? Un poco generales para nuestros propósitos, quizás, pero podrían servir. Permiten que ciertos hechizos se desprendan del portador. No son aplicables a los hechizos ofensivos, no estoy segura de que la legilimancia entre en esa categoría.

Un Camino A Seguir [ Harco ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora