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LEO

La visita de Leo estaba yendo estupendamente hasta que se enteró de lo del dragón

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La visita de Leo estaba yendo estupendamente hasta que se enteró de lo del dragón.

La hermosa y brillante chica (en el sentido literal), Sammy Lynx, parecía bastante maja. Todo lo que le enseñó era tan increíble que debería haber sido ilegal. ¿Buques de guerra griegos de verdad anclados en la playa que a veces realizaban combates de entrenamiento con flechas encendidas y explosivos? ¡Mola! ¿Talleres de artesanía en los que podías hacer esculturas con sierras mecánicas y sopletes? Leo estaba en plan: «¡Me apunto!». ¿Que el bosque estaba lleno de monstruos y nadie debía entrar solo? ¡Genial!

Además, el campamento estaba lleno de chicas guapas. Leo no acababa de entender el asunto del parentesco con los dioses, pero esperaba que no significara que era primo de todas aquellas señoritas. Eso sería un rollo. Por lo menos quería volver a ver a aquellas chicas submarinas. Desde luego, merecía la pena ahogarse por ellas.

Sammy le enseñó las cabañas, el pabellón del comedor y la palestra de los combates con espada.

—¿Me daréis una espada? —preguntó Leo.

Sammy le lanzó una mirada como si la idea le preocupara.

—Probablemente te la hagas tú mismo, teniendo en cuenta como sois en la cabaña nueve.

—Sí, ¿qué pasa? ¿Vulcano?

—Normalmente no llamamos a los dioses por sus nombres romanos —dijo Sammy—. Los nombres originales son griegos. Tu padre es Hefesto.

—¿Festo? —Leo había oído a alguien decir aquel nombre antes, pero aun así se quedó pasmado—. Parece el dios de los vaqueros.

—He-festo —le corrigió Sammy algo irritada—. El dios de los herreros y el fuego.

Leo también había oído eso, pero procuró no pensar en ello. El dios del fuego... ¿En serio? Considerando lo que le había pasado a su madre, parecía una broma de mal gusto.

—Entonces, ¿el martillo en llamas que me apareció encima de la cabeza era algo bueno o malo? —preguntó.

Sammy tardó un rato en contestar.

—Te han reconocido enseguida. Eso normalmente es bueno.

—Pero el tío de los arcoíris y los ponis, Butch, habló de una maldición.

—Ah..., no es nada. Desde que el último líder de la cabaña nueve murió...

—¿Murió? ¿Fue una muerte dolorosa?

ENEMY ², percy jacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora