cuarenta y cuatro

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PERCY

A Percy no le daban miedo los fantasmas, lo cual era una suerte

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A Percy no le daban miedo los fantasmas, lo cual era una suerte. En el campamento, la mitad de la gente estaba muerta.

Relucientes guerreros morados permanecían fuera del arsenal, puliendo espadas eternas. Otros pasaban el rato delante de los barracones. Un chico espectral perseguía a un perro espectral por la calle. Y en los establos, un chico rojo corpulento y brillante con cabeza de lobo vigilaba a una manada de... ¿Eran unicornios?

Ninguno de los campistas prestaba demasiada atención a los fantasmas, pero cuando pasaba el séquito de Percy, encabezado por Reyna y flanqueado por Frank y Hazel, todos los espíritus dejaban lo que estaban haciendo y se quedaban mirando a Percy.

Unos cuantos parecían furiosos. El niño fantasma chilló algo parecido a «¡Greggus y se volvió invisible.

Percy deseó poder volverse invisible también. Después de pasar semanas solo, toda aquella atención le hacía sentirse incómodo. Permaneció entre Hazel y Frank y trató de no llamar la atención.

—¿Estoy teniendo visiones? —preguntó—. ¿O esos de ahí son...?

—¿Fantasmas? —Hazel se volvió. Tenía unos ojos llamativos, como el oro de catorce quilates—. Son lares. Dioses domésticos.

—Dioses domésticos —repitió Percy—. ¿Son... más pequeños que los dioses auténticos?

—Son espíritus ancestrales —explicó Frank.

Se había quitado el yelmo y había dejado al descubierto una cara infantil que no concordaba con su corte de pelo militar ni su cuerpo grande y corpulento. Parecía un niño que había tomado esteroides y se había alistado en los marines.

—Los lares son una especie de mascotas —continuó—. En general son inofensivos, pero nunca los había visto tan agitados.

—Me están mirando fijamente —dijo Percy—. Ese niño fantasma me ha llamado Greggus. No me llamo Greg.

Graecus —le corrigió Hazel—. Cuando lleves un tiempo aquí, empezarás a entender el latín. Los semidioses lo entienden de forma natural. Graecus significa «griego».

—¿Es eso malo? —preguntó Percy.

Frank carraspeó.

—Puede que no. Tienes el tipo de tez griega, el pelo moreno y todo lo demás. A lo mejor piensan que realmente eres griego. ¿Es de allí tu familia?

—No lo sé. Como he dicho, he perdido la memoria.

—O a lo mejor...

Frank titubeó.

—¿Qué? —preguntó Percy.

—Probablemente nada —contestó Frank—. Los romanos y los griegos son antiguos rivales. A veces los romanos usan la palabra graecus como insulto para referirse a alguien que es un forastero: un enemigo. Yo no me preocuparía.

ENEMY ², percy jacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora