ocho

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JASON

Jason y la pelirroja, que se había presentado como Rachel, colocaron a Piper en el sofá mientras Damian corría por el pasillo a por un botiquín

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Jason y la pelirroja, que se había presentado como Rachel, colocaron a Piper en el sofá mientras Damian corría por el pasillo a por un botiquín. Piper todavía respiraba, pero no se despertaba. Parecía estar en una especie de coma.

—Tenemos que curarla —insistió Jason—. Hay una forma, ¿verdad?

Al verla tan pálida, respirando a duras penas, a Jason le invadió una oleada de sentimiento protector. Tal vez no la conociera realmente. Tal vez ella no fuera su novia. Pero habían sobrevivido juntos al Gran Cañón. Habían llegado hasta allí. Él la había dejado un rato, y había pasado eso. 

Quirón colocó la mano en la frente de la chica y seguidamente hizo una mueca. 

—Su mente se encuentra en un estado muy frágil. ¿Qué ha pasado, Rachel?

—Ojalá lo supiera —dijo ella—. En cuanto llegué al campamento, tuve una premonición sobre la cabaña de Hera. Entré, y Damian y Piper llegaron mientras estaba allí. Hablamos y entonces... me quedé con la mente en blanco. Damian dijo que hablé con otra voz.

—¿Una profecía? —preguntó Quirón.

—No. El espíritu de Delfos viene de dentro. Sé lo que se siente. Aquello era como una conexión a larga distancia, una fuerza que intentaba hablar a través de mí.

Damian entró corriendo con una bolsa de piel. Se arrodilló junto a Piper.

—¿Qué pasó allí? No había visto nada parecido. He oído la voz de las profecías de Rachel, pero aquella era distinta. Sonaba como una mujer mayor. Agarró a Piper por los hombros y le dijo...

—¿Que la liberara de una cárcel? —aventuró Jason.

Damian se lo quedó mirando.

—¿Cómo lo sabes?

Quirón hizo un gesto con tres dedos sobre su corazón, como una protección contra el diablo.

—Díselo, Jason. Patroclo, la bolsa de las medicinas, por favor.

Quirón dejó caer unas gotas de un frasco de medicina en la boca de Piper, mientras Jason explicaba lo que había ocurrido con la mujer oscura y brumosa que había afirmado ser la patrona de Jason.

Cuando hubo acabado, nadie dijo nada, lo que lo puso más nervioso.

—¿Pasa esto a menudo? —preguntó—. ¿Las llamadas telefónicas sobrenaturales de reclusos que te piden que los saques de la cárcel?

ENEMY ², percy jacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora