veintiocho

309 53 7
                                    

JASON

Hicieron falta los cuatro para retener al sátiro

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hicieron falta los cuatro para retener al sátiro.

—¡Quieto, entrenador! —dijo Jason—. Baje un poco la porra.

Un hombre más joven irrumpió en la sala. Jason se imaginó que debía de ser Lit, el hijo del viejo. Iba vestido con unos pantalones de pijama y una camiseta sin mangas en la que ponía CORNHUSKERS, los Deshojadores de Maíz que daban nombre a un equipo de fútbol americano de Nebraska, y llevaba una espada que parecía capaz de deshojar muchas cosas además de maíz. Sus brazos musculosos estaban llenos de cicatrices, y su cara, enmarcada por un pelo moreno rizado, habría sido atractiva de no haber estado también llena de cortes. Lit se centró inmediatamente en Jason como si fuera la mayor amenaza y se dirigió hacia él con paso airado, blandiendo su espada en alto.

Bastó un segundo para que Damian se posicionara frente a nosotros mirando desafiante al chico. Lo que lo hizo más valiente era el hecho de no haber desvainado su espada, como si cualquier ataque de Lit no pudiera lastimarlo.

Cosa que era verdad.

—¡Espera! —Piper se adelantó, tratando de adoptar su tono de voz más tranquilizador—. ¡Es un malentendido! Todo va bien.

Lit se paró en seco, pero seguía teniendo cara de recelo. No resultaba de ayuda que Hedge estuviera gritando:

—¡Yo los cogeré! ¡No os preocupéis!

—Entrenador —le rogó Jason—, puede que sean amistosos. Además, nos hemos colado en su casa.

—¡Gracias! —dijo el anciano del albornoz—. ¿Quiénes sois y por qué estáis aquí?

—Bajemos todos las armas —dijo Piper—. Damian, no los mires como si fueras a matarlos.

Damian la miró molesto y apretó los dientes, pero le hizo caso.

—Entrenador, baje el arma.

Hedge apretó la mandíbula.

—¿Solo un porrazo?

—No —contestó Piper.

—¿Y si llegamos a un arreglo? Puedo matarlos primero, y si luego resulta que eran amistosos, me disculpo.

—Lo apoyo. —dijo Damian.

—¡No! —insistió Piper.

—Bah.

El entrenador Hedge bajó la porra. Piper dedicó a Lit una sonrisa amistosa de disculpa. Incluso con el pelo revuelto y ropa de dos días, estaba muy guapa, y a Jason le dio un poco de celos que sonriera a Lit de esa forma.

Lit resopló y envainó su espada.

—Hablas bien, chica... por suerte para tus amigos, porque si no, los habría atravesado con mi espada.

ENEMY ², percy jacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora