sesenta y seis

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FRANK

Frank se quedó tan pasmado que Hazel tuvo que gritar su nombre una docena de veces para que se percatara de que Alcioneo estaba volviendo a levantarse

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Frank se quedó tan pasmado que Hazel tuvo que gritar su nombre una docena de veces para que se percatara de que Alcioneo estaba volviendo a levantarse.

Golpeó al gigante en la nariz con el escudo hasta que Alcioneo empezó a roncar. Mientras tanto, el glaciar seguía desmoronándose y el borde del abismo se acercaba lentamente más y más.

Tánatos planeó hacia ellos con sus alas negras, luciendo una expresión serena.

—Sí, señor —dijo con satisfacción—. Allá van unas cuantas almas, ahogadas. Más vale que os deis prisa, amigos, o vosotros también os ahogaréis.

—Pero Percy... —Frank apenas podía pronunciar el nombre de su amigo—.¿Está...?

—Es pronto para saberlo. En cuanto a este... —Tánatos miró a Alcioneo con expresión de repugnancia—. Aquí no podréis matarlo. ¿Sabéis lo que tenéis que hacer?

Frank asintió con la cabeza aturdido.

—Creo que sí.

—Entonces nuestro asunto ha concluido.

Frank y Hazel se cruzaron miradas de nerviosismo.

—Esto... —Hazel titubeó—. ¿Quiere decir que no me... que no va a...?

—¿A cobrarme tu vida? —preguntó Tánatos—. Vamos a ver...

Sacó un iPad negro de la nada. Pulsó la pantalla varias veces, y Frank pensó: «Por favor, que no haya ninguna aplicación para recolectar almas».

—No te veo en la lista —dijo Tánatos—. Verás, Plutón me da órdenes precisas para las almas que se escapan. Por algún motivo, no ha ordenado tu detención. Tal vez considera que tu vida todavía no ha acabado, o podría ser un descuido. Si prefieres que llame y pregunte...

—¡No! —gritó Hazel—. Así está bien.

—¿Estás segura? —preguntó la Muerte amablemente—. Tengo habilitada la videoconferencia. Tengo una dirección de Skype en alguna parte...

—No, de verdad —parecía que a Hazel acabaran de quitarle miles de kilos de peso de los hombros—. Gracias.

—Ugh —masculló Alcioneo.

Frank le dio otro golpe en la cabeza.

La Muerte alzó la vista de su iPad.

ENEMY ², percy jacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora