sano manjiro.

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BRAHMAN VS KANTO MANJIKAI.

Las pequeñas gotas de la lluvia caían en mi rostro, maldije en susurros por no haberle hecho caso a Akashi y a Senju de llevar un paraguas.

— Espléndido... — una voz hizo que girara sobre mis pies para observarlo — La líder de Brahman.

— ¿Dónde está Mikey?

— Relájate — Sanzu se acercó a mi con una sonrisa peligrosa — Nuestro líder no pudo atender a tu llamado... así que vine yo.

— Espléndido — repetí sus palabras — Así podré matar a uno más de Kanto Manjikai.

En un movimiento hábil, sacamos una pistola apuntándonos en medio de la cejas. Sanzu empezó a carcajear al notar mi acción.

— Apestas Nosaku.

— No tanto como tú, Haruchiyu.

Este volvió a sonreír por enésima vez, bajo el arma y la guardó con tranquilidad en su bolsa trasera.

— Sígueme — habló, acto seguido giró su cuerpo encaminándome hacia algún lugar. Sentí como mis piernas empezaron a flaquear pero decidí seguirlo hasta donde me llevará.

Mi corazón empezó a latir más deprisa cuando nos acercamos a un motel de mala muerte, la gente a mi alrededor susurraba y miraba atento ya que no había despejado el arma de la nuca de Sanzu.

Trague saliva al ver como abría una puerta de una de las habitaciones, hizo una reverencia frente a mi y chasquee la lengua adentrándome a la habitación. Una cama y una pequeña lámpara adornaba el cuarto de mala muerte.

— En unos minutos vendrá Mikey — giré mirándolo sobre mis hombros, colocó su cubrebocas y levantó sus cejas — Tendrás que esperar, líder.

La puerta se cerró con fuerza haciéndome sobresaltar, fruncí el ceño y alce mi dedo de en medio aunque Sanzu ya no pudiera verme.

Solté un suspiro y me quede parada mirando la cama, perdiéndome en los recuerdos del pasado.

'¿Cómo había terminado así?'

Dos años atrás, era la capitana de la sexta división de la Tokyo Manji. La cual contaba con 70 hombres y era una de las mejores para mandar a pelear contra otras pandillas.

Siempre fui alguien recta frente a los hombres de mi división, siempre fui amable y juguetona con los capitanes, siempre traté de ser un ejemplo e imponer autoridad.

Siempre fui alguien inquebrantable, pero cuando se trataba de Mikey era todo lo contrario.

Mikey, la persona que fue mi pareja por más de dos años.

La Tokyo Manji se terminó disolviendo, el Takemichi del futuro pudo arreglar todo en el pasado y volver. Todo rondaba bien, hasta la creación de la Kanto Manjikai y Brahman.

Termine siendo la líder de aquella pandilla, por lo cual también terminé siendo la enemiga de Mikey.

En nuestra relación nunca hubo un "terminamos" ni un "se acabó". Mikey se alejó sin más de mi lado, sin ninguna explicación.

necking and misery | tokyo revengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora