necking and misery | tokyo revengers

hitto kakucho.

GIVE ME ALL.

— ¿Era necesario pelear?

— Te estaban viendo mucho.

Bajaste del coche molesta por lo que había sucedido minutos antes. Kakucho se atrevió por primera vez a golpear a hombres que te veían demasiado, a lo cual el también terminó algo golpeado pero los contrarios terminaron muchísimo peor.

— ¿Quiere que subamos con usted? — uno de los subordinados se acercó a Kakucho, este solo levantó su mano y negó la cabeza con una ligera sonrisa en su rostro.

— Déjenme solo con mi mujer.

Kakucho se alejó del coche para comenzar a caminar detrás ti, apretaste el botón del ascensor y esperaste algo impaciente a que bajara, realmente no tenías ganas de lidiar con el hombre.

No tuviste tiempo para meterte tu misma al ascensor ya que Kakucho aventó tu cuerpo hacia adentro, giraste molesta y antes de que pudieras gritarle, tomo tu cuello entre su mano y estampo sus labios con algo de violencia.

Abriste la boca para quejarte, pero el aprovecho aquella acción para comenzar a meter su lengua en tu cavidad. Te aferraste a su abrigo y escuchaste como le picaba a los botones, específicamente pico uno para detener el movimiento del ascensor.

— Kaku... — hablaste como pudiste, ya que el agarre en tu cuello cada vez se intensificaba más — Basta...

— ¿Quieres que me detenga? — su mano fue hasta tu muslo y lo levantó a la altura de su cintura, jadeaste cuando te pego más a la pared, haciendo que sintieras su miembro erecto contra tu vientre.

— Alguien se va a dar cuenta que el elevador se detuvo — llevaste una de tus manos hacia la suya, la cual se mantenía aferrada a tu cuello — Pueden vernos.

— Pues que disfruten el espectáculo ¿no? — tu cuerpo se tensó cuando su mano libre fue hasta el interior de tu muslo — Tu también disfrútalo.

Te aferraste a sus hombros cuando su mano hizo a un lado tus bragas y metió dos de sus dedos con algo de torpeza, dejaste caer tu cabeza hacia atrás y ahogaste un gemido cuando hizo más profundo aquel movimiento.

— Gime lo que quieras — tus piernas temblaban ante su toque, jadeaste cuando alzó tu cuello con su mano y se agachó para lamer aquella zona — Joder, me pones demasiado cuando te enojas.

— Vam... vamos al apartamento — hablaste con dificultad, este soltó una pequeña risa sobre tu cuello y abrió sus dedos dentro de ti — Kaku...

— ¿Quieres algo más? — asentiste entre medio de un suspiro — ¿Quieres que te folle?

— Por favor...

Aquellas dos palabras fueron una luz verde para Kakucho, te sobresaltaste cuando sacó sus dedos abruptamente y retiró la mano de tu cuello. Sus dos manos fueron hasta tus muslos y te elevo para que enrollaras tus piernas en su cintura.

Te aferraste a su cuello y tu cabeza descanso en su hombro, volviste a escuchar como picaba los botones y el ascensor nuevamente comenzó a subir. Kakucho acariciaba tu trasero sin algún pudor, realmente el también se había puesto ansioso mucho antes de que golpeara a aquellos hombres.