RUNNIN' HOME TO YOU.
— Hey — despertaste de golpe gracias a que un cojín se estrelló en tu cara — Hola preciosa.
Lo miraste de mala manera mientras te sentabas en la cama, estaba parado frente a ti con dos tazas de café y su pijama de motocicletas.
— Buena forma de despertarme — te quejaste y sobaste tus ojos, escuchaste la melodiosa risa de Baji acercarse hacia a ti, dejó caer su cuerpo en la cama y colocó una taza de café frente a ti.
— Ten y tómatelo.
Un gracias salió de tu boca y tomaste del líquido caliente, cerraste los ojos disfrutando de su sabor. Tenías que admitir que no había un café tan rico como el que hacía Baji.
Un maullido te hizo abrir los ojos, sonreíste cuando viste al pequeño gato rayado pegarse a ti y lo acariciaste. Las mañanas eran lo más lindo de tu día ya que compartías pequeños momentos con tu novio y con sus gatos.
Otro de los gatos hizo su aparición, restregó su cuerpo en la pierna de Baji y este lo acarició de su cabeza con algo de emoción.
— Cuando nos casemos tenemos que tener una habitación propia para ellos, también tenemos que comprarles más juguetes.
Casi escupes el café cuando escuchaste a hablar a Baji con seguridad, este solo te miro confundido y siguió tomando de su café tranquilamente.
'Casemos. Del verbo casar'
— ¿Perdón? — giraste a verlo con algo de emoción, el solo frunció su ceño.
— ¿Hah? — dejó la taza de café en su mesa de noche para ponerte atención.
— ¿Que dijiste?
— Que tenemos que comprarles más juguetes a los gatos — el alzó su mano y retiró un mechón rebelde de tu frente.
— Antes de eso — imitaste su acción de dejar el café ya que sentías tus manos temblar, y no era por la cafeína.
— Cuando nos casemos — Baji intento reprimir su sonrisa al decir aquello — No actúes como si no supieras que me voy a casar contigo algún día.
Te quedaste callada por las lindas palabras que salieron de su boca, el inclinó su cabeza para poder verte mejor ya que habías bajado tu mirada y empezó a reír. Soltaste un pequeño quejido cuando se tumbó encima de tu cuerpo sin previo aviso.
— No seas dramática — dejó un fugaz beso en tu mejilla y chasqueaste tu lengua ante su ofensa a tu persona — Te he dicho mil veces que quiero casarme contigo.
— ¿Quieres casarte con alguien tan dramática?
— Ese alguien eres tú — beso tu nariz con demasiada delicadeza — Solo contigo.
— Sería divertido que tus amigos escucharan todo lo que me dices — Baji bufo y se alejo de tu cuerpo para tomar de su taza.
— No... obviamente no voy a ser cariñoso con esos idiotas — trago con dificultad ya que casi se ahoga por querer hablar y tomar a la vez.
Solo reíste y seguiste tomando tranquilamente de tu café, la emoción de que algún día ibas a casarte con Baji no se iba de tu cuerpo. Era linda la imagen mental de crecer juntos y tener una pequeña familia.
Lo miraste cuando carraspeo con demasiada exageración para llamar tu atención, frunciste el ceño cuando se puso de pie en la cama y alzó su mano desde su altura para que la tomaras.
— Ven señorita — dejaste la taza de café en la mesa de noche y tomaste su mano con una sonrisa en tu rostro, este te jalo para que también estuvieras de pie justo frente a él — ¿Aceptas a Baji Keisuke como tu esposo?
— ¿Estamos en la iglesia? — comenzaste a reír ya que imitaba la voz de un padre — Así no habla un padre.
— Shh, cállate — susurro poniendo su dedo índice en tus labios y volvió a carraspear para imitar la voz del sacerdote — No ha dicho que lo acepta.
— Aceptó, padre.
— Bueno, ahora puedes besarme — te tomó de la cintura e intento besarte mientras paraba su boca, pero te alejaste cuando el no había dicho tu parte.
— Tienes que decir que tú también me aceptas como tu esposa.
— Yo ya te acepté — te tomó de las mejillas y beso tus labios — Así que calla y bésame.
Empezaste a reír cuando ataco tu rostro con sus labios, realmente lo amabas tanto, definitivamente era el amor de tu vida.
— Vas a pisar a los gatos tonto — los dos comenzaron a reír y Baji bajo de un salto la cama.
— Ahora, toca bailar el vals preciosa — bajaste de la cama para estar un lado de él, tomó tu brazo para alzarlo a la altura de su hombro — ¿Que canción desea bailar?
Empezó a moverse con lentitud y tu achinaste tus ojos pensando en cuál sería la canción para su vals.
— Runnin' home to you — hablaste con seguridad y Baji bufo enseguida — No dijiste alguna en específico.
— Esa canción la escuchas todos los días, hasta me la se de memoria — Baji alzó tu brazo para girar sobre tus pies y dar una vuelta — Elige otra.
— All i want to do is...
— No cantes — Baji tapó tu boca y comenzaste a carcajear — Me pones nervioso.
— Come running home to you — elevaste tu mano y Baji a duras penas dio una vuelta sobre sus pies, aunque estaba reprimiendo una sonrisa para que no la notaras — Come running home to you...
— No se inglés — Baji soltó una risa nasal y te sobresaltaste cuando te tomó de la cintura para pegarte a su cuerpo — Pero te quiero... te quiero tanto que tengo miedo de perderte algún día.
Sus dos manos acunaron tu rostro y cerraste los ojos disfrutando de su toque, Baji podría ser demasiado sentimental cuando se lo propone.
— No digas eso — alzaste tu mano y dejaste la tuya sobre la de el mientras lo mirabas — Aquí estamos después de todo, eres mi hogar.
— Me encanta serlo — beso tus labios fugazmente y sonrió — Me encanta que seas lo opuesto a mi, me encanta amarte, me encanta que estés conmigo. También estoy descubriendo que me encanta decirte que te amo.
— ¿Te hizo daño el café? — querías llorar, querías gritar de felicidad — Keisuke, no te preocupes por el futuro.
— Ya cállate — se abalanzó sobre ti y comenzó a besarte delicadamente — Si no te callas, voy a seguir diciendo cursilerías.
Y si, Baji Keisuke podría ser desastroso, idiota, mal hablado, agresivo y todo lo malo que la gente pueda encontrar.
Pero tenía un corazón, y ese corazón te lo había entregado a ti.
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necking and misery | tokyo revengers
Fiksi Penggemarone shots, headcanons y escenarios con los personajes de tokyo revengers.