twelvth ;; baño de mujeres.

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—Kim SungMin...

Después de que mis manos hicieran una tijera que terminó por ganarle a mis amigas, quienes habían dejado su mano abierta simbolizando a un papel, pude declararme ganadora ante ellas. Con una pequeña sonrisa victoriosa me arrecosté en el espaldar de la silla, mientras las observaba quejarse por haber perdido.

Ahora solo quedaban ellas dos, alguna perdería, me daba igual cual de ellas lo hiciera, sólo sabía, que yo no sería quién pagara la comida el día de hoy. Sí, es una total estupidez esto de hacer piedra, papel o tijera para comprar la merienda en la cafetería de la escuela, aún así, lo haríamos de todas formas.

Las miradas que se dieron HyoSung y EunJi fueron épicas, podría reírme de ellas una semana entera. La rubia entrecerró sus ojos, frunció el ceño y también los labios, haciéndola ver algo graciosa, mientras la pelinegra ponía cara de creída, de quién iba a ganar, desafiando a su contrincante. Yo bueno, me reía mirándolas.

Pronunciando el nombre del juego, ambas sacaron lo que sería su jugada, un simple movimiento de manos que haría que una de ellas perdiera su dinero por comprar para tres en la cafetería de la escuela. Después de que ambas observaran lo que la otra había sacado soltaron un suspiro, una porque había ganado y la otra porque había perdido. En este caso, HyoSung había ganado con papel ante la piedra de EunJi.

—¡Bien! Iré a buscar la comida. —La rubia soltó un gruñido acompañando sus quejidos por haber perdido contra HyoSung, a la vez que tomaba su cartera de su mochila.— Pero cabe aclarar que no estoy contenta con ello.

Con cara de indignación total y fingida, se levantó de su asiento, caminando con la cabeza en alto y una expresión que me hizo el día, para dirigirse a la barra y comprar la comida de las tres. HyoSung y yo no hicimos nada más que reírnos de ella al verla alejarse con esa pose.

Organizando nuestra postura en el asiento, mi amiga y yo volvimos a mirar hacia el frente, sacando un tema de conversación completamente insignificante para esperar la llegada de EunJi con lo que comeríamos. Pero no nos dio tiempo, ya que dos chicos, o más bien, dos estúpidos, se sentaron frente a nosotras, llamando nuestra total atención.

—¡Hey! ¿Que onda, enana? —Mi hermano preguntó sentándose de golpe frente a nosotras. Lo miré mal, al mismo tiempo que lo veía reírse por mi expresión.

—¡Cambia esa cara, que ya está aquí por quien llorabas! —JiMin exclamó al mismo tiempo que comenzaba a reírse porque ahora lo miraba a él, peor todavía de cómo miraba a mi hermano por solo, llegar e irrumpir en nuestra conversación de esa manera.

Miré a HyoSung. Sí, miré a mi amiga que estaba, enamorada, y sería poco, de Park JiMin. Ella mantenía su mirada sobre la mesa, sin poder mirar al chico delante de su persona. Juro por Dios qué iba a molestarla con eso, pero me ganaron sus palabras.

—Voy a ir a ayudar a EunJi con la comida, enseguida vuelvo. —La pelinegra se levantó de su asiento, abandonando inmediatamente el lugar, a un rápido paso para salir de la vergonzosa situación en la que podría meterse gracias a sus sentimientos por el chico. Yo negué levemente con mi cabeza ante esto.

JiMin cree que HyoSung no quiere saber de él. Cuando está de humor, se queda, sin problema alguno, pero no le dirige la palabra a él. Y bueno, cuando no tiene humor para mis bromas pesadas sobre sus sentimientos, se levanta y sale corriendo mientras pone distintas excusas insignificantes y estúpidas. Así es, le da a entender al chico que le gusta, que no lo soporta.

—¿Qué le pasa? Hoy hasta me bañé. —JiMin dijo refiriéndose a su huida idiota, por lo que comencé a reír desenfrenadamente. Suele hacer este tipo de comentarios.

—JiMin, acéptalo amigo, no quiere tener que ver contigo, bañado o sin bañar. —Tae le siguió el juego con lo del baño, por lo que mi risa aumentó más aún con esto. JiMin fingió estar triste por ello, con un pequeño puchero.

Ellos se unieron a mi risa segundos después, únicamente porque yo me reía, tal y como los bostezos, la risa también se contagia. Una vez ya me había calmado, mientras recuperaba el aire que había perdido al no poder reír y respirar, me fijé en un detalle faltante. Faltaba alguien en este lugar, alguien que había tenido que, lamentablemente, ver últimamente por culpa de mi hermano.

Sí, me refiero a Jeon, ese chico amigo de TaeHyung, del cual, aún no se su nombre, solo su apellido. No es que me interesara su presencia, ni me aliviaba que no estuviera, él me daba exactamente igual. Pero últimamente cada que veía a mi hermano estaba con ese chico y bueno, era extraño que no estuvieran juntos en este momento.

—Oigan y, ¿Dónde dejaron al payaso de su amigo? —Con desinterés por el tema pregunté, aún así no quisiera saber de él. Kim frunció el ceño hacia mi persona, tal vez por mi apodo, no lo sé, me dió exactamente igual.— Naturalmente son un trío con ese, no es normal que no esté aquí sentado.

—Ah, la pelirroja al final fue más fácil de lo que pensaba. —Park respondió, haciéndome arrepentirme inmediatamente de lo que había preguntado, solo por el simple hecho de llamar a una mujer “fácil”. ¿Quienes se creen para llamarla de esa forma?— No lo sé, deben estar en cualquier lado por ahí.

Sin ganas de responder a eso, que sinceramente me repugnaba, me quedé callada mientras jugaba con el anillo en mi dedo índice. Un silencio se formó en la mesa tras estas palabras, hasta que Kim decidió seguir con ese tema. Claro que hablando con Park, yo me había quedado sin hablar por lo antes mencionado.

Tres bandejas de habían hecho presentes en la mesa, mis amigas habían llegado, haciendo acto de presencia e interrumpiendo su conversación, cosa que agradecí. Me importaban una mierda las caderas que pudiera tener la pelirroja que Jeon se estuviera follando en algún lugar.

—No hay comida para ustedes, cómprensela, suficiente tuve con estas dos mantenidas. —EunJi se dirigió así a los chicos, quienes tocaron su pecho con una falsa expresión adolorida por sus cortantes palabras.

—Chicas, creo que iré al baño. —Dije al sentir las ganas mientras me levantaba. Las chicas me asintieron, al igual que los chicos.

Me di la vuelta para comenzar a dirigirme al baño. Quería salir de ese ambiente tenso por el tema de conversación que había salido por mi estúpida pregunta. ¿De que me servía saber que Jeon se estaba acostando con alguien? De nada, no me va a ayudar a aprobar un examen ni muchos menos a graduarme. Además aproveché para gastarle a mis amigas una pequeña broma, porque a ellas uno de los chicos les llama la atención.

Pero bueno, ya que si tenía ganas de ir al baño, me dirigí hacia el lugar. Observando los pasillos de la universidad con solo una o dos personas, la gran mayoría del estudiantado estaba en la cafetería al ser la hora de la merienda. Una vez estuve delante de la puerta la abrí sin pensarlo dos veces y es que, no debía pensar para entrar a un baño. Pero bueno, después sospeché de que debía habérmelo pensado mejor. ¡Que puto asco!

Enseguida me tape los ojos sin querer observar nada más.

—¡Lo siento! —Salté rápido a decir ante la tan íntima escena que sin querer había presenciado. Mis ganas de ir al baño quedaron en segundo plano, podían esperar, así que salí y cerré la puerta destapándome los ojos. ¿Cuantos lugares no habrá en la universidad para follar? Una de las habitaciones de ambos, por ejemplo. Pero no, Jeon y esa chica pelirroja de la que hablaban, habían terminado follando en un baño, peor aún, en el baño de mujeres.

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26/julio/2021. Re-escrito.

—Nana.

egotistical ;; jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora