—Jeon JungKook...
Mi expresión cambió totalmente, después de que la puerta del baño se abriera sin previo aviso, dejándonos a ambos helados, quietos en nuestra posición. Sea quien sea esa, acaba de interrumpir un momento sagrado, el cual ya no podía terminar. ¡Genial! Me había espantado todas las ganas que tenía, con solo abrir una puerta, ¡Me cago en la puta!
Mis labios soltaron un suspiro pesado al mismo tiempo que salía del interior de la pelirroja delante de mí. Me deshice del condón terminando por subir mi ropa interior y mis pantalones. ¿Enojado? Enojado era poco. La chica delante de mí, aún con ganas, no tengo una maldita idea de cómo, jaloneaba mi camiseta para terminar lo que habíamos empezado. Simplemente ya yo no iba a concentrarme en hacerla llegar al orgasmo, o peor, llegar a mi orgasmo.
Después de que su insistencia se volvió irritante, tomé sus manos fuertemente, alejándolas de mi camiseta, escuchando un quejido de su parte que solo me hizo hervir más aún la sangre. Organicé mi cabello, mirándome al espejo, para dejarlo como antes estaba.
—Vístete, haz el favor. —Ordené mirando por el espejo a la chica a mi lado, quien con una expresión se puede decir, ofendida, comenzó a obedecer a mi orden. ¿Ofendida? Mi pene se siente ofendido, no ella.
Abriendo el grifo para dejar que saliera el agua, metí mi mano en el chorro para llenarla y esparcirla en mi rostro, para quitarme la leve capa de sudor que tenía. Después, intenté quitarme todo el labial rojo intenso con el que a la señorita se le había ocurrido pintarse los labios.
Rodé los ojos al ver como con suerte y ya se veía poco, ¡Joder! Parecía estar pegado. ¿Pero de qué mierda están hechos los labiales?
Siguiendo con lo que antes hacía, terminé, por decir de alguna forma, de dejar mi rostro sin rastro de los labios de la pelirroja. Sequé mis manos y mi rostro con una de las toallas desechables que se nos ponían en el baño, terminando por lanzarla directo al cesto de basura.
Y pensar que antes de esto mi mente me repetía una y otra vez la frase, ¡Hoy es un gran día para follar!
Observé a la chica a mi lado, quien todavía estaba vistiéndose, al ser ella la más desnuda entre los dos. Me puse a analizarla en ese momento, de pies a cabeza, analicé a la primera chica con la que había empezado con ganas y me había desanimado. Y es que esto ni siquiera valió la pena, porque no está tan buena como la veía antes de esto. ¡Joder! Una pérdida total de tiempo.
Al terminar de vestirse se colocó frente al espejo, observándose, con su rostro también lleno de ese labial rojo y su cabello despeinado. Voy a tener que hacerme responsable de eso, me gusta jalar el cabello al tener sexo. A través del espejo terminó posando sus ojos sobre los míos, los cuales seguían sobre ella.
—No me mires como si fuera la culpable, hubieras cerrado la puerta y nadie nos hubiera interrumpido. —Comentó con cierto tono de desprecio que me hizo rodar los ojos de una manera irritada ante su comentario. ¿Me estás hablando en serio?
—Tampoco lo hiciste tú, así que no digas “hubieras”. Follar es cosa de dos, cariño. —Comenté con desdén. Es normal que estuviera perdida en excitación, pero yo también, ¿Por qué debería ser yo quien cerrara la puerta? Además, los baños no son muy utilizados durante el recreo, ya que son pocos minutos y la gente aprovecha para comer, menos esta chica, por lo que veo.— Además, deja las lecciones de moral y termina de arreglarte, pareces un adefesio.
Ella me miró enojada ante mi comentario, haciendo que yo bufara. Esta chica es todo lo contrario a lo que pensé, ¿Por qué se me pasó por la mente que sería bueno follar con ella? No me entiendo. Además, repito, ni siquiera está tan buena como antes la veía.
Me di la vuelta, dando por terminada cualquier relación con la pelirroja, de la que no recuerdo en este momento el nombre, para caminar a la salida del baño. La puerta que había abierto esa chica antes, la abrí ahora yo, saliendo completamente de ese lugar, repitiéndome mentalmente que, nunca voy a volver a follar en el baño de las chicas.
Afuera estaba esa chica, la castaña que había abierto el baño. La miré con desdén, cuando ella dirigió su mirada a mi, con cierta vergüenza en su rostro por la situación en la que nos había encontrado. Suspiré pesadamente, antes de dar media vuelta y regresar por donde había venido, para emprender camino hacia la cafetería.
Yo sólo quería follar en paz. Entonces, ¿Por qué a mí?
Continué con mi camino, hasta llegar a la cafetería, llena de estudiantes, el lugar donde esa debería haberse quedado en lugar de haber ido al baño. Mirando hacia todos lados, tratando de encontrar a mis amigos, los vi sentados en una mesa junto a otras dos chicas, irreconocibles ante mis ojos. Si las conocía no lo recuerdo, tiendo a no recordar rostros, ni femeninos ni masculinos.
Caminé hacia ellos con pasos apresurados hasta llegar a sentarme a su lado, interrumpiendo la emocionante conversación que tenían con esas chicas, ya que en este momento, me importaba una mierda. Ellos me miraron, parando cualquier palabra que quisieran decir.
—¡Hey, Jeon! ¿Como te fue? Por tu cara, deduzco que mal. —TaeHyung fue el primero en comentar sobre mi rostro, y es que sí, no me había ido del todo bien y estoy siendo más que obvio.
—Después ya sabrán a detalle. —Respondí desinteresado, dirigiendo mi mirada hacia las chicas, quienes seguían comiendo como si nada, como debía ser. No todo el colegio debía enterarse de que me habían pillado follando, desde luego que no.
—Bueno. —JiMin se encogió de hombros, aceptando mi proposición, que en realidad, era un hecho, no una proposición, ahora no lo diría.— Oye, ¿Que te parece si vas y nos compras la comida?
—Vete a tomar por culo, Park. —Dije con tono de irritación por su pedido. ¿Acaso no puede levantarse e ir a comprar las cuatro mierdas en la barra? ¡Por favor!
—Uy, que carácter tan fuerte, después tienes que contar todo. —JiMin continuó haciéndome rodar los ojos.
—¡He llegado! —Este comentario hizo que volteara mi cabeza hacia atrás, nada más para observar a la chica que, llegaba justo ahora. ¿Pero que mierda?
Después de que me vio, detuvo su andar durante pocos segundos. ¿Pero quién mierda es ella? Desviando su mirada se sentó al lado de las dos chicas delante de nosotros, haciendo que aclarara mi garganta, aún sin nada que aclarar de ella. Ok, esto es bastante incómodo, de hecho.
—Volviste, al fin, enana. —TaeHyung comentó, haciéndome conectar varias fichas en la mente. Definitivamente lo había escuchado antes.
No puedo creerlo. ¡La hermana de TaeHyung me había pillado follando!
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9/agosto/2021. Re-escrito.—Nana.
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egotistical ;; jjk
Fanfictionjeon jungkook i don't like guys like you. No se permiten copias y/o adaptaciones. ⇝100% mía ||no la presto.|| ⇝No rayita/Tn. ⇝Contiene capítulos rutinarios. ⇝Edades alteradas con respecto a la apariencia. ⇝Personalidades alterad...