fifty-ninth ;; pequeño niño enojado.

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-Kim SungMin...

Han pasado un total de cuatro días, unos cuatro días que habían sido increíblemente tediosos y cansados. Mi estado de ánimo se encontraba por niveles bajo cero y esto hacía que cualquier cosa que tuviera que hacer resultara más un martirio que una actividad cualquiera. Esto me sorprendía, realmente, sobre todo teniendo en cuenta el motivo por el cual estoy así en este momento, tal vez porque nunca antes me había pasado algo parecido.

Durante estos cuatro días que han pasado desde que regresó al castigo, JungKook en ningún momento me ha dirigido la mirada, por absolutamente ningún motivo. No estábamos a una distancia mayor a los tres metros y aún así, ni siquiera por el rabillo de ojo, me había mirado en ningún momento, lo cual realmente me tenía desanimada, sobre todo teniendo en cuenta que desde que volvió no puedo parar de buscarlo con la mirada.

Estoy confundida. Es así como siempre había querido que fueran las cosas, que él pasara de mi completamente, que su mirada no se volviera a posar sobre mí en ningún momento, pero ahora no se siente tan gratificante. Recuerdo en los días anteriores, durante la primera semana del castigo, como podía sentir su mirada sobre mi cada cierto tiempo y cada vez que yo me volteaba a mirarlo, él me sonreía levemente. Me atrevía a decir que extrañaba mucho tenerlo ahí, me había acostumbrado demasiado rápido.

Y me gustaba.

Para que mentirme a mi misma, había comenzado a gustarme la actitud que estaba teniendo en los últimos días, a pesar de que continuaba siendo un completo imbécil, me divertía mucho con las cosas que decía y las cosas que hacía. Complementaba mis aburridos días de universidad, me gustaba que lo hiciera, saber que en cualquier momento si me descuidaba podría abrazarme o inclusive besarme.

No quiero que acabe. No quiero que sencillamente se aleje completamente de mí y nunca más volvamos a hablar otra vez, definitivamente no es eso lo que quiero. No quiero que estemos en el mismo espacio y no me mire, que pase totalmente de mí. Había hecho las cosas mal la última vez y definitivamente estaba dispuesta a enmendar mi error si eso iba a hacer que todo volviera a ser como antes.

Aunque tenía la impresión de que no iba a ser posible eso.

Mi lunes, por ahora, no pasaba de un lunes promedio cualquiera en la universidad. Era el primer dia de la semana y, por el contrario a como debería ser, la mayoría se encontraban cansados o perezosos, incluyendo a los profesores, por lo que no fue un día ajetreado o algo parecido, lo cual agradecía de todo corazón, porque me ayudó a sentirme mejor cuando tuve que atravesar el edificio escolar hasta llegar a la primera planta, donde daría comienzo otro día de castigo.

EunJi y yo nos paramos una junto a la otra frente a los profesores, esperando a que mi hermano y JungKook llegaran, cosa que no demoró demasiado que digamos. Pocos minutos después sentimos unos pasos y las voces de ambos chicos detrás de nosotros. Me volteé enseguida que esto sucedió, observandolos llegar y pararse junto a nosotros, o bueno, más bien observando a JungKook específicamente.

Al estar detrás de mí y tener la mirada al frente, hicimos contacto visual por primera vez en, alrededor de una semana. Su expresión no cambió, y tampoco me sostuvo la mirada durante mucho tiempo, desviándola hacia los profesores que se encontraban frente a nosotros. Una pequeña punzada atacó mi pecho al notar que ni siquiera por cortesía sus comisuras iban a elevarse un poco hacia mí.

Maldita sea, está muy enojado.

-Bien, ahora que ya están todos, podemos comenzar. -La voz de una de las profesoras me devolvió a la tierra, haciendo que pusiera mi mirada al frente otra vez.- El día de hoy, EunJi se encargará de los baños femeninos, TaeHyung de los masculinos y SungMin y JungKook de los pasillos y áreas verdes.

egotistical ;; jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora