nineteenth ;; sencillo y rotundo no.

2.3K 171 5
                                    

—Kim SungMin...

Respiré profundo al por fin ser libre de esas cuatro paredes en las que me encontraba encerrada. Y no solo yo, sino que, ambas de mis amigas se encontraban conmigo en ese lugar, al menos tenía buena compañía dentro. La última clase antes del almuerzo, que ahora teníamos, era Matemáticas Financieras, cosa que fue un consuelo, ya que tuve la mañana entera para hacer las distintas revisiones del trabajo, que era más bien como una tarea que evaluarían, a fin de cuentas, un trabajo.

El libro me sirvió para poder asegurarme del contenido que había escrito antes, sacado de mi gran amigo Google y de otro libro que me llevé de la librería por recomendación de la señora. Para mi sorpresa, la respuesta se ajustaba bastante a lo que había en el libro, así que procedí a hacer la estética y pasarlo a algo más decente y poder entregarlo hoy, hace tan solo unos minutos de clase. Además de que mis amigas sacaron provecho de esto, revisando igualmente sus trabajos.

Mi nota había sido bastante alta, no me quejaba, un nueve, aunque para ser la primera si es algo baja y se debía a que tuve cierto estrés por hacerlo con tanta falta de tiempo en el que debía entregarlo y todo por olvidarme de este libro antes. Era mi culpa, para próximos trabajos, pondré una mayor concentración y no los olvidaré, de los errores se aprende y no quiero tener más ningún error en cuanto a calificaciones se trate.

Era de esperarse que quisiera graduarme con honores, para poder tener una buena carrera donde se pague bien y, además, satisfacer mi propia necesidad de tener las mejores notas, o al menos estar entre ellas. Tal vez tener mi propio centro de trabajo, sería lo máximo y para eso, vengo a esta universidad, cara y bastante lejos de lo que sería mi ciudad natal.

—Estaba caminando a clases y escuché algo sobre unas distintas actividades que la escuela realiza. —HyoSung comentó al terminar de cerrar su casillero y ya no teniendo más que debatir sobre el tema anterior.— He escuchado algo sobre algunos bailes para celebrar los avances de los estudiantes en la escuela.

EunJi pareció interesarse en el tema, por lo que deje que ambas siguieran hablando mientras yo solo caminaba junto a ellas. No se puede decir que me emocionan los bailes, es simplemente una estupidez que las escuelas se inventaron, a modo de distracción de la misma, yo creo que más bien deberían ofrecerse algunas para una mayor concentración.

Claro, es obvio que entre tantos eventos que la escuela pudiera realizar, los bailes serian aquellos que más llamarían la atención de mis amigas, siendo ellas fanáticas a vestidos de gala, ajustados al cuerpo, de lo más elegante y gastos ilimitados nada más en arreglarse el cabello. Es claro que me interesa cuidar mi cabello, uñas, piel y vestir bien, pero eso de llegar a ser tan elegante y superficial así, no me va, siempre he preferido pantalones. Aunque la última vez que utilicé un vestido de esos, me veía bastante bien.

De un momento a otro, fui sorpresivamente separada de mis amigas, quienes ni en cuenta estuvieron gracias a su entretenida conversación sobre los mejores colores de uñas para la ocasión. Esta persona me colocó contra uno de los casilleros asombrándome de esta forma, pero perdí el asombro al observar de quién se trataba. ¿En serio?

—¿Qué quieres? —Pregunté con irritación ante su acercamiento hacia mi persona, siéndome algo incómodo debido a anteriores eventos que juntos habíamos pasado. Y sí, no pretendo olvidar ese momento incómodo para mí en el baño, él tampoco debería hacerlo, pero parece comportarse como si no le supusiera un problema para observarme el rostro. Es un sinvergüenza, cara dura.

—¿Ni siquiera te vas a dignar a saludar? —En un tono divertido preguntó esto, ignorando la que anteriormente yo le había hecho. Rodé los ojos, al parecer causándole cierta diversión, por lo sarcástico de su sonrisa ladina ante mis acciones.— Di aunque sea un hola, eres tan maleducada.

—No creo serlo más de lo que tú lo eres. ¿Acaso no se te enseñó que hay que mantener cierta distancia para respetar el espacio personal del contrario? —Respondí y al mismo tiempo le hice otra pregunta con un tono de molestia, haciéndolo reír levemente.— Ahora, responde, ¿Qué quieres?

Sus manos se encontraban a cada lado de mi cabeza, dejando la suya a una distancia bastante corta, para observarme directamente a los ojos, analizándome de esa manera. Fácilmente podía irme, pero no me dejaría en paz teniendo en cuenta la típica actitud de Fuckboy que él y todos tienen, así que sería en vano prácticamente.

Yo, por mi parte, crucé mis brazos en mi pecho y elevé mi mirada, encarándolo. No iba a quedarme paralizada por un inútil agarre que deja más libertad que mis padres a TaeHyung, más aún de parte del estúpido que tenía en frente. No es que precisamente me sintiera en la torre de Rapunzel al haber sido rodeada por sus brazos, que sin mentir, se veían bastante trabajados al quedar libres por su camiseta tener mangas cortas. Debe hacer bastante ejercicio, aunque no sé qué me sorprende, por algo todas lo aman.

—Si no es mucho pedir, amaría un baile privado, habitación 907, por favor. —Una sonrisa de cinismo y diversión se asomó por sus labios y no pude hacer más que soltar un inconforme bufido por su respuesta estúpida. ¿Baile privado? ¿Tengo cara de stripper acaso?

—¿Y que hago? ¿Pagártelo o suministrar tus putas? Creí que podrías hacerlo por tu cuenta, la verdad. —Estaba más que claro que estaba jugando conmigo, así que respondí así para cortar su inspiración de juego. La verdad es que no quería tener que ver con él.

—Puedo hacerlo solo, pero si desearas bailarme gratis en mi habitación no me quejaría, cariño. —¡Uhg! Cariño.— Puedo ser hasta yo quien financie el traje, ¿Que te parece?

—Me parece que podría estar perdiendo mi tiempo en algo más productivo que esto. —Respondí con cierto tono de molestia, volvió a sonreír, en cualquier momento alguna vena me explotaría por tanto que estoy obligándome a soportar.

—Dejémoslo en tu número de habitación y tu número de teléfono, así te hago una visita y consideras bailarme tranquilamente.

Es un sencillo y rotundo no.

—Ni en tus más bonitos sueños húmedos, te daría mi número de teléfono y menos mi número de habitación, pedazo de imbécil. —Respondí, soltó una fuerte carcajada en mi cara. ¿Le causaba gracia? Porque a mí ni pizca.— Ahora, haz el favor de salir del medio que perdí demasiado tiempo valioso contigo, antes de que te dé una delicada patada en los huevos.

Colocando mis manos en su pecho, ejerciendo cierta fuerza en empujarlo para quitarlo de mi camino, conseguí cierto espacio por el que salí de su supuesto encierro, pasando por su lado para comenzar a caminar de nuevo con mis amigas, quienes no podían estar más atontadas mirando la escenita que Jeon se había montado.

¡Mierda! Siempre que trato de evitar hablar con ellas de los temas incómodos con Jeon, termina delatándome y tengo que contarles lo sucedido con él. Hasta ahora, solo ha sido incordios ese idiota.

—¡Considera el baile! Habitación 907, puedo dejarla libre para ambos. ¡También puedes ir ahí y darme tu número de teléfono! ¡Te espero, preciosa! —Vociferó haciéndome enojar todavía más.

¡No voy a hacerle un baile privado, ni a él, ni a nadie!

——————————————————
13/septiembre/2021. Re-escrito.

Está agarrando forma, por eso capítulos tan random.

—Nana.

egotistical ;; jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora