fifty-seventh ;; dos pájaros de un tiro.

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—Jeon JungKook...

La enfermería quedaba en el primer piso del edificio escolar, lo que significaba que había una distancia ciertamente considerable entre mi habitación, que se encontraba en el cuarto piso del ala derecha, y este lugar. Distancia que me había costado recorrer, debido a la pereza y el cansancio inexplicables que sentía. Así que un recorrido que bien pude haber hecho en diez minutos o tal vez un poco menos, terminó durado el doble.

En la mañana, tras haber abierto los ojos y mirar directamente hacia el techo por, al menos, diez minutos, comencé a sopesar esta posibilidad. La realidad es que no tenía suficientes ánimos ni fuerzas como para levantarme de la cama para hacer algo que pudiera requerir algún tipo de esfuerzo físico, más del que requerían las actividades diarias que realizaba de manera mecanica: respirar, por ejemplo. En el momento en el que pensé en el castigo a las dos de la tarde y todo lo que conlleva eso, se me erizó la piel y es justo por eso que me encuentro frente a la enfermería, a punto de comenzar un teatro: no quiero ir. Con mucha suerte conseguiría esa justificación y, cuando más, también una para el día de mañana.

Aunque también admitía que no quería cruzarme con SungMin por ahora.

Anteriores veces he tenido que venir a esta enfermería por diversos motivos durante el tiempo que llevo asintiendo a esta universidad y conozco a la enfermera que se encarga de ello, no es para nada una señora amable. Debía tener cerca de cuarenta años, aunque en realidad parecía que la vida no la trataba muy bien ya que aparentaba más. Es demasiado estricta, no le da una justificación a cualquiera por cualquier estupidez y, lo que es mucho más importante y lo afirmo por experiencia propia: no se deja sobornar.

Por eso mismo, ni siquiera se me pasó por la cabeza traer algo de dinero para ello y teniendo en cuenta que está casada y que es bastante mayor que yo, seducirla no iba a funcionar. Lo que solamente me dejaba libre una de mis opciones, que era fingir. Iba a inventarme un malestar y a sacar mis escondidos dotes de actor para convencerla de que así era, algún malestar que no requiera pruebas o que no se pueda comprobar tan fácilmente, y sinceramente esperaba que funcionara.

Porque si hay algo que se hacer muy bien, además de follar, es mentir.

Cambiando mi postura y expresión, golpeé la puerta blanca con mis nudillos, esperando pacientemente a que la enfermera me abriera la puerta y poder comenzar así con el teatro que tenía montado, aunque realmente no fue mucho lo que tuve que esperar, porque abrieron la puerta varios segundos después, pero no abrió quien yo esperaba que lo hiciera, a no ser que la enfermera Yang haya utilizado algún tipo de remedio mágico que te regrese a tu juventud.

—Buenos días. —Saludó la chica, sonriendo un poco. La analicé de arriba hacia abajo.

La chica era pequeña en comparación conmigo, bastante delgada por lo que pude notar y su cabello era corto y negro, que rozaba sus hombros. Tenía el uniforme, por lo que supuse que trabajaba aquí, pero realmente no la recordaba de nada, por lo que probablemente fuera una nueva ayudante de la señora Yang. No cambie mi expresión, por si la malvada mujer se encontraba esperando a que diera un paso en falso.

—Buenos días. —Respondí en un tono de voz moderado, haciendo una pequeña reverencia con mi cabeza, que ella respondió poco después.

Ella también me dio un repaso de arriba hacia abajo, haciéndome fruncir un poco el ceño al confundirme un poco, aunque no me desagradó para nada su acción, apuesto a que le gustó lo que pudo observar.

—La doctora Yang no estará durante algunos días. —Avisó, haciéndose a un lado para dejarme pasar.— La estoy cubriendo.

Bueno, no es lo que me esperaba que sucediera por lo que este cambio de último momento podría hacer que mi plan se fuera a la deriva, o también podría ser inclusive más beneficioso para mí, pero no podía arriesgarme a cambiar lo que tenía pensado debido a que podría perder la manera de librarme varios días de la escuela teniendo una justificación, en lugar de hacerlo sin ella.

egotistical ;; jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora