fifty-third ;; villano.

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—Kim SungMin...

Estaba algo cansada de día de hoy. Inclusive cuando hoy era domingo. También teníamos que cumplir con el castigo los sábados y los domingos, por lo que el día de hoy me había levantado muy cansada por diversos motivos.

El primero de ellos era: las tareas pendientes. Ayer había intentando avanzar en todas las tareas que tenía atrasadas, por culpa de el castigo que teníamos que cumplir, así que estuve en eso prácticamente toda la mañana. Las tareas no requieren ningún tipo de esfuerzo físico y sin embargo resultaban tan cansadas y estresantes, que cuando terminé todos los trabajos pendientes tenía incluso dolor de cabeza.

Segundo motivo: Alrededor de las dos de la tarde comenzaba nuestro castigo. Nos dieron un tiempo para descansar después del almorzar y, al ser domingo y nosotros no tener nada obligatorio que hacer, comenzaba el castigo mucho más temprano. Eso significaba que con buena suerte terminaríamos alrededor de las seis de la tarde. Eso teniendo buena suerte, aunque contando con que TaeHyung y EunJi llegaron el primer día más o menos a las nueve, no me sorprendería que nos tomara mucho más que esto.

El tercer motivo: EunJi al fin había caído en las verdaderas intenciones de mi hermano con ella. Por fin entendió que TaeHyung nunca había tenido las más mínimas intenciones de mantener con ella una relación seria, tal y como ella quería. Por esta misma razón, me obligaba a escuchar su decepción por mi hermano en las noches cuando llegaba, mientras que yo no podía hacer absolutamente nada más que repetir que se lo dije. Estaba realmente enojada y dolida, pero era algo que realmente me esperaba, sabía que acabaría teniendo que consolarla por culpa de mi hermano, no es ninguna novedad.

Estos eran los motivos por los que el día de hoy estaba particularmente cansada a la hora de comenzar nuestro castigo. Mis brazos y piernas dolían, ya que aunque había pasado una semana entera no me había acostumbrado aún al esfuerzo fisico que conlleva limpiar los baños de la escuela, las áreas verdes y los pasillos.

EunJi y yo llegamos al lugar de siempre, en el que nos esperaban exactamente los mismos profesores que tenían la tarea de cuidarnos mientras cumpliamos nuestro castigo. Al llegar ahí, solamente vi a TaeHyung, quien estaba parado frente a los profesores, moviendo sus brazos para ejercitarlos antes de comenzar. Fruncí el ceño. Normalmente JungKook y TaeHyung vienen juntos, por lo que resultaba resultaba que Jeon no estuviera ya aquí.

—Bueno, ya que estamos todos vamos a comenzar. —El profesor Kang comentó, extrañándome aún más que dijera que estábamos todos.

—Disculpe. —Interrumpí levantando la mano, llamando la atención de todos.— Falta Jeon.

—Está enfermo, no va a poder asistir. —Respondió él.

Claramente era una mentira. Lo sabía porque la noche anterior se había presentando en la puerta de mi cuarto en perfecto estado, no tenía ni siquiera signos de una supuesta enfermedad y durante toda la semana no había sucedido tampoco. Se había quedado en el cuarto porque quería, sin razón aparente, o al menos que yo supiera. Tuve intenciones de quejarme de ello pero yo no tenía pruebas de que así era, por lo tanto tuve que quedarme callada.

—Bien, el día de hoy, Han EunJi se encargará de los baños femeninos, Kim TaeHyung de los masculinos y, como nos falta Jeon JungKook, Kim SungMin se encargará sola de los pasillos y áreas verdes de la escuela. —El profesor continuó.

En ese momento el alma se me fue del cuerpo. Sabiendo que faltaba JungKook, alguien tendría que encargarse de sus tareas por el, pero no pensé que esas tareas iban a terminar siendo mías. Esta parte de la escuela es realmente un campo muy amplio por lo que probablemente sea bastante lento terminar de limpiar todo, inclusive si las áreas verdes no tienen mucho ya que no se ensucian seguido y se limpian diario. Definitivamente iba a ser el día más cansado de todo el mes de castigos para mí, no podía permitir que eso sucediera.

Los profesores se fueron con sus respectivos alumnos a cuidar, mientras que yo me quedé con la profesora que me había cuidado en el primer castigo. Me acerqué a ella antes de comenzar.

—Disculpe, ¿Puedo hacer una llamada? —Pregunté, ella asintió, dejándome saber que tenía que ser rápido.

Tampoco pensaba demorar mucho, ya que eso solamente significaría que terminaría más tarde de cumplir el castigo, que en este momento resultaba ser muchísimo más injusto que antes. Me alejé un poco, desbloqueando mi celular y buscando entre los mensajes el número de JungKook, ya que no lo había guardado y su chat era el único lugar en el que lo tenía. Toqué el botón de llamar y me quedé esperando hasta que respondiera. Dio los exactos seis timbres, antes de escuchar la voz del teléfono que me avisaba que no iba a responderme el teléfono.

En ese momento mi odio por él aumentó a niveles inexplicables. ¿Qué podía estar haciendo ese patán?

Lo llamé dos o tres veces más, antes de darme por vencida y resignarme a la idea de que tendría que encargarme de los largos y sucios pasillos de la escuela yo sola. Suspiré, regresando a donde estaba la profesora para decirle que ya iba a comenzar a limpiar.

El primer piso fue relativamente soportable de limpiar, pero a partir del segundo ya no lo fue tanto. Los amplios pasillos de la escuela parecían no terminar nunca por mucho que yo intentara apresurarme. Nada más en el primer piso me tardé hora y media, por lo que supe que no iba a terminar a la hora prevista. Entre una cosa y otra, el castigo se alargó hasta alrededor de las siete y media u ocho de la noche. El sol se había escondido y ahora los pasillos estaban totalmente oscuros. Lo bueno fue que terminé a esa hora gracias a que cuando EunJi terminó con su parte se ofreció a ayudarme en la mía, cosa que me ayudó demasiado a terminar más rápido. De lo contrario, hubiera terminado a las nueve.

Estaba destrozada, el cansancio que tenía no podía ser digno de una persona viva. Mis brazos me dolían demasiado y ni hablar de mis piernas y espalda. Estaba acabada totalmente y en mi cabeza no podía parar de pensar en el culpable de todo este cansancio, Jeon JungKook, quien había decidido faltar. Fuera por el motivo que fuera, bueno o malo, a estas alturas yo no podía ver a Jeon de otra forma que no fuera un tirano. Si esto fuera una película, él sería definitivamente el villano más vil y cruel del mundo.

Y estaba decidida a hacérselo saber, no iba a dejar que se olvidara de esto que me hizo.

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4/mayo/2023. Re-escrito.

—Nana.

egotistical ;; jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora