egotistical ;; jjk

twenty-fourth ;; complacer y golpear al animal.

—Kim SungMin...

Quedé paralizada en mi lugar por unos segundos. En ese momento no supe exactamente qué debía hacer. Es claro que tenía que empujarlo, darle un golpe en cualquier lado del cuerpo para causar ese anhelado alejamiento de nuestros labios. Sin embargo, no supe reaccionar de esa forma que quería, solo supe poner una expresión de asombro mientras venía como cerraba sus ojos presionando sus labios contra los míos.

Me moví un poco, quería tratar de aflojar su agarre ahora que parecía estar más vulnerable, mas solo logré que mis muñecas recibieran un peor trato de su parte. Logró aprisionarlas inclusive más que antes, doliendo estas un poco. Mis brazos se durmieron un poco, el tenerlos hacia arriba causaba está reacción, dolía tenerlos levantados y moverlos resultaba difícil.

Me desesperaba. Nos conocemos de vista prácticamente, ayer fue cuando logré recibir su nombre, completo, porque nada más tenía constancia de su apellido. Estoy segura de que no sabe muy bien siquiera como me llamo y ya está besándome de esta forma en medio de los pasillos de la universidad. Me desesperaba que estuviera ocurriendo así. ¿Por qué no podía solo golpear su estómago con mi rodilla? Al fin y al cabo están sueltas, puedo hacer de todo con ellas. ¿Qué es eso que me frena de hacerlo?

En el momento donde comenzó a mover sus labios contra los míos, dando inicio a ese beso, se puede decir que no deseado, dejé de funcionar todavía más. Mis sentidos se apagaron, había dejado inclusive de escuchar el barullo de varios estudiantes a nuestro alrededor, que, o nos miraban curiosos o estaban en lo suyo. Mis pestañas pesaron y terminé por cerrar los ojos y relajar mis extremidades, olvidando el dolor que sentía en las superiores. ¡Ahg! ¿Qué me sucedía?

Estaba sintiendo alguna otra cosa que no fuera asco, y es que no pretendo negar que presume de algo que realmente tiene, besar, sabe. A pesar de que no es un beso completo debido a que no me he decidido a corresponderle. No tenía pensado hacerlo, no obstante, ya quedó claro que no me estoy mandando a mí misma en este momento. Terminé por abrir mis labios un poco y corresponder a su beso a un ritmo más lento, que terminó por bajar el suyo.

¿Por qué estoy disfrutando esto? Le estoy dando lo que quiere, lo que no quería darle desde un principio, esa seguridad sobre mí que tendrá a partir de ahora. Sería muy molesto que a partir de este momento incrementara su ego conmigo, mucho más molesto de lo que ya es. Aún así, ¿Por qué me está gustando este beso? No puedo pararme ahora.

Soltó mis muñecas suavemente, pensando que haría algo y su mano ahora libre la colocó en mi cintura, clavándola ahí, creando un agarre algo fuerte. Mis manos cayeron y no supe que hacer con ellas más que dejarlas donde estaban. ¿Acariciarlo? Sería demasiado, estaría siendo muy complaciente con este maldito animal.

Aunque, ¿Por qué lo estoy complaciendo al corresponder en primer lugar?

Este fue el factor que hizo que abriera los ojos y de un golpe con la rodilla izquierda, que pude haber usado hacía mucho, lo alejara de mí, haciendo que cayera al suelo, retorciéndose por el golpe.

—¡No quiero que te acerques de nuevo a mi de esa manera! —Exclamé, más que todo para cubrir mi momento de debilidad en el que le había correspondido al beso y había pensado que me estaba gustando. De hecho, ¡Me estaba gustando! Pero él no puede siquiera sospecharlo, a pesar de que cometí una idiotez hacia segundos.— O te juro que...

O te juro que no tendré miedo de golpearte una y otra vez.

Hubiera sido mi frase, si no me hubiera ganado un quejido que solté antes de poder terminarla. Mis rodillas, codos y mejilla derecha habían recibido un golpe repentino que había dolido lo suficiente como para mantenerme callada.

Pensé que no podía levantarse, pero en menos de lo que pude pestañear, había golpeado desde atrás mis rodillas y hecho flaquear mis piernas, terminado por caer al suelo. Su persona cayó justo a mi lado y se subió sobre mi para inmovilizarme de manos y pies. Puso sus pies cruzados sobre los míos mientras que una de sus manos agarraba más mías y la otra se apoyaba en el suelo. Su rostro estaba pegado a mi oído, podía sentirlo gracias a su aliento chocar con este.

—Escúchame bien, pequeña Kim. —En un tono bajo y amenazante comenzó a hablar.— En la vida se te ocurra volver a golpearme de esa manera. ¿Me escuchaste bien? No permitiré que me coloques siquiera un dedo encima, porque créeme que no tengo ningún problema con que seas mujer, te haré pagar caro.

Me quejé mientras comenzaba a moverme para zafar su agarre. La verdad me había dado algo de miedo, pues le había golpeado y en esto habíamos terminado, no me sorprendería que de verdad se atreviera a golpearme, justo como decía, al fin y al cabo, como ya he dicho varias veces en este peculiar encuentro que tuvimos, ¡Es un jodido animal!

Mis movimientos lograron lo contrario a mi objetivo principal, este chico aprisionó aún más mis manos y piernas, haciendo que me quejara por el dolor leve que sentía en mis extremidades. Dejé de moverme debido a esto.

—¿Me escuchaste bien? —Volvió a preguntar, dejando claro que quería que respondiera algo que demostrara su autoridad sobre mí por el miedo que me hubiera podido causar. Tuve un poco, sobre todo porque creía que era capaz de eso, sin embargo, ¿Cómo podía hacérselo saber tan fácilmente? ¡En la vida lo aceptaría! Qué me mate primero.

—¡Estudiantes! —Una tercera voz interrumpió nuestra pelea, cosa que agradecí ya que en la vida querría responderla y esto, podría ser eterno.

JungKook se alejó de mí, optando yo por moverme y levantarme, mientras movía los lugares dañados por él. Un señor de edad, desconocido para mí, se acercaba a nosotros con una dura expresión, terminando por parase frente a ambos. ¡Ahg! Las cámaras, me había olvidado de ellas. Ambos habíamos roto dos reglas, demostraciones de afecto deliberadas en los pasillos y golpes entre estudiantes. Está muy claro, que ambos seremos castigados. ¿Acaso no es genial?

———————————————————————
24/diciembre/2021. Re-escrito.

—Nana.