seventy-first ;; la mejor noche.

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—Kim SungMin...

No recordaba muy bien como me había sentido la última vez que alguien me tocó. Aún así, estaba segura de que no se acercaba a lo que sentía cuando JungKook lo hacía. Podía sentir el ambiente tan malditamente caliente como para compararlo a un volcán en erupción, lo que lo diferenciaba era lo increíblemente bien que se sentía. Sus manos se paseaban por mi cuerpo y podría jurar que me quemaban la piel por encima de la ropa, no sabría como expresarlo, pero me gustaba demasiado. Tampoco sabía que algún día me sentiría tan ansiosa por los toques de alguien y mucho menos me esperaría que fueran los suyos.

Seguíamos besándonos y toda la situación en conjunto me dejaba un cosquilleo en el vientre que me hacía difícil el mantenerme quieta. No pasó demasiado tiempo antes de que dejara de ser suficiente, quería mucho más de lo que estaba sucediendo. Cada segundo que pasaba me sentía más desesperada porque sucediera, tanto, que por un momento olvidé que estábamos en un estacionamiento al que probablemente llegarían otras personas dentro de poco.

—Oye. —Susurró al deshacer el beso, dejándome con una sensación de vacío y desesperación. Miró a su alrededor.— Creo que deberíamos entrar al auto, al menos.

Me sentí avergonzada. En primer lugar, porque había seguido con el beso sin pensar en las personas que probablemente pasaron y tuvieron que presenciar tal morbosa escena. Me sentí como me hubiera sentido si estuviera en el lugar de la pelirroja aquel día en el baño. Aunque, técnicamente, estaba sucediendo lo mismo solo que ahora era muchísimo peor. Esto podría traernos peores consecuencias que una suspensión de una semana de las clases.

En segundo lugar, se había dado cuenta de que yo daba por sentado que entre nosotros iba a suceder algo más allá de los simples besos que nos estábamos dado. De simples no tenían mucho, pero quedaban muy pequeños en comparación a lo que yo quería que sucediera. En este momento, contradije todo lo que en el pasado juré, como por ejemplo: que nunca disfrutaría uno de sus besos.

Maldita sea, ahora solamente quiero más.

—¿Olvidaste que es un estacionamiento, nena? —Preguntó, con un tono de burla que pude percibir instantáneamente. Rodé los ojos, si no me molestaba, no podía ser Jeon JungKook.

—No, no lo olvidé. —Mentí, porque claramente no iba a aceptar que sí lo había hecho. Accedí a alimentar su ego, pero no hay que exagerar con eso.— Sé perfectamente donde estoy.

Soltó una pequeña risa, entre cínica y victoriosa, porque él sabía que no era verdad lo que le decía. Me dio dos pequeños besos en los labios que me sacaron un jadeo. Me sentí idiota por lo que tan poca cosa me hizo sentir, pero lo olvidé pocos segundos después cuando lo vi sonriendo tan ampliamente.

—Nunca pensé que quisieras follar en un lugar como este. —Desvié la mirada, haciéndolo reír casi instantáneamente, lo cual me dio muchísima más vergüenza.— Tranquila, cariño, yo también he deseado follarte en muchos lugares públicos.

En ese momento, pude jurar que nunca me habían gustado tanto las groserías de alguien. Una sensación de electricidad se instaló en mi estómago y tuve que apretar un poco las piernas ante la idea de él follándome sobre su auto. No me molestaré en negar que la imagen que apareció en mi mente en ese momento fue de lo más interesante, sin embargo, llevarla a la práctica sería mucho más arriesgado de lo que yo me atrevería.

—No creo que este sea un lugar para este tipo de cosas. —Con una de mis manos lo alejé de mí, tratando de crear una distancia segura entre nosotros que evitara el desarrollo de esa situación.

—Por eso dije que debíamos entrar al coche. —Lo vi sonreír y por un momento, juré que vi un ápice de inocencia en esta. Por supuesto, fue mi imaginación.

egotistical ;; jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora