forty-seventh ;; segundo castigo.

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—Kim SungMin...

Muy a mi pesar y claramente en contra de mi voluntad, tuve que ir a mi habitación para cambiarme y acatar el llamado que se había escuchado por los altavoces de la escuela. Los cuatro habíamos sido citados a la oficina del director con carácter urgente. Ya sabía que sucedería, gracias a que mis descuidados compañeros se quedaron durmiendo y compartiendo hasta las nueve de la mañana y descuidadamente salieron de las habitaciones demasiado tarde.

Sabía que sucedería, en realidad no era una sorpresa. Sin embargo no podía evitar enojarme por ello. Estaba enojada porque definitivamente yo no había hecho nada, al menos no tanto como EunJi y TaeHyung, y tendré que ser castigada de igual forma. ¿Por qué? Muy sencillo. Yo acepté hacer el intercambio de habitaciones con ellos, cosa que me hace cómplice de sus sucios actos, inclusive si yo no hice nada.

A los ojos del director, somos cuatro estudiantes hormonales que aprovecharon el horario de comida del guardia que vigila las cámaras para hacer un cambio de habitación y follaron durante toda la noche. No hay manera de negar lo que las cámaras grabaron y diga lo que diga no van a creerme. Aunque de igual forma, si solo hubieran pasado la noche durmiendo, tan solo el intercambio de habitaciones entre chicos y chicas está prohibido. Podríamos incluso ser expulsados.

EunJi se disculpó durante el camino hacia la oficina del director miles de veces. Decía que había perdido la noción del tiempo y de lo peligroso que podía ser, que la perdonara por favor. Yo no tenía nada que perdonarle, ella quería pasar la noche con el chico que le gusta y yo acepté. Ambas tuvimos la culpa.

Sin embargo no puedo evitar sentirme enojada, aunque no con ella.

Frente a la oficina del director ya estaban Jeon y Kim, conversando ahí sentados, posiblemente esperando a que nosotras llegáramos para entrar los cuatro al mismo tiempo. EunJi y yo nos acercamos hasta estar junto a ellos. Antes de que pudieran decir siquiera un “buenos días” acabé por golpear a mi hermano fuertemente en la cabeza.

—¡SungMin! —Se quejó, sobando el lugar afectado, tan solo rodé los ojos ante esto. No sabía de qué se estaba quejando si se lo merecía, de hecho, se merecía mucho más.— Eso dolió.

—No me interesa cuanto te duela, estoy aquí por culpa de tu maldita calentura y no pretendo tener compasión. —Volví a golpearlo en el mismo lugar.

Se quedó callado, ya que sabía que si volvía a reprocharme recibiría muy probablemente otro golpe en la cabeza. La realidad era que si volvía a hablar lograría hacerme explotar totalmente. Después de hacerme pasar una noche como la que tuve que pasar, tener que ser castigada por culpa suya y de mi amiga, me hacía enojar demasiado, aunque tuviera parte de la culpa también. Si se atrevía a quejarse otra vez posiblemente acabara desquitando toda mi ira contra él.

Por un segundo observé a Jeon a su lado, sonriendo ladinamente ante mi comportamiento con mi hermano, como si le fuera divertido. Siempre que me enojo parece divertirse con eso, definitivamente un imbécil, uno al que le gusta confundirme y enojarme.

EunJi y TaeHyung no se dirigieron la mirada durante esos pocos segundos que nos quedamos parados en el mismo lugar. No me pareció extraño. EunJi a pesar de que parece que es muy extrovertida, seguramente tenia algo de vergüenza luego de haberse acostado con mi hermano. TaeHyung, bueno él seguramente comenzaría a evitarla a partir de este momento, ya que el sexo seguramente era su objetivo únicamente.

—Vamos. —Ordené antes de comenzar a caminar hacia el despacho del director.

Teníamos que pasar primero por donde se encontraba la secretaria, para que avisara de que habiamos llegado y que nos dejaran pasar. Nos paramos frente a ella.

—Venimos a ver al director. —Avisé, haciendo que ella levantara la mirada de su teléfono celular.

Nos observó a todos, durante largos segundos que parecieron una eternidad de minutos interminables. No pasé por alto la mirada que le había dado a mi hermano, descaradamente lo había analizado de arriba hacia abajo. Lo peor de todo fue que él claramente sonrió en respuesta, dándose cuenta de que la mirada de ella tenía segundas intenciones.

Me dieron ganas de golpearlo otra vez por esto. No había esperado siquiera veinticuatro horas después de haberse acostado con EunJi para coquetear con otra.

—Esperen un segundo. —Tomó el teléfono que había sobre la mesa y llamó a la oficina.

Esto me parecía una total ridiculez. El propio director nos había mandado a llamar hacia tan solo unos veinte minutos, quizá menos. ¿Por qué había que avisarle de nuestra llegada y pedirle permiso para que nos dejara pasar a su despacho? No tenía ningún sentido.

Claramente nos dejaron pasar, asi que los cuatro tomamos camino hacia la puerta del despacho, la cual abrí, dejando ver al director, que miraba la puerta esperando nuestra llegada. Sus ojos demostraban que se encontraba furioso por lo que habíamos hecho. Tomé un grande suspiro, antes de tomar asiento en el sofá que había el la oficina, justo frente a él. Seguido de mi se sentó EunJi, luego Jeon ya que mi hermano no quería sentarse junto a ella y por último, el antes nombrado.

Recibimos la peor mirada de desprecio y decepción del director, como si lo que hicimos fuera algo muy malo, casi que una mirada que le das a un asesino en serie al ser atrapado. Una exageración en toda regla, follar no es nada del otro mundo, y las reglas posiblemente la mayoría de los estudiantes la hayan roto anteriormente.

—Están conscientes de lo que hicieron, ¿No es verdad? —Preguntó enojado. Ninguno respondió, claro que estábamos conscientes de ello.— Practicar actos sexuales en la escuela está estrictamente prohibido. El incumplimiento de esto regla debería ser castigado con la expulsión permanente de la institución. Además, tres de ustedes ya han estado aquí anteriores veces por motivos parecidos. ¿Están tratando de tomarme el pelo o creen que soy un estúpido?

Claramente con esos tres, de refería a mi hermano, Jeon y yo. EunJi era la primera vez que estaba aquí. Dos en el salón sabían que esa persona había sido yo, ya que uno había sido el culpable de mi anterior castigo y la otra era una de mis mejores amigas y compañera de cuarto, a quien yo le había contado.

Mi hermano se inclinó un poco para poder observarme, sabía que estaba confundido, ya que ni siquiera se imaginaba de que yo había sido castigada por un motivo parecido a esto. Aunque probablemente pensara que había sucedido con HoSeok, quien se supone que es mi novio.

—No voy a expulsarlos, a pesar de que debería. No obstante voy a dejarles una advertencia. La próxima vez que alguno de los cuatro sea castigado por realizar actos obscenos en la escuela será inminente y permanentemente expulsado de la escuela. —Amenazó, dejándome bien claro lo que sucedería. Me aseguraría de que no se repitiera.— Por ahora, su castigo será limpiar las áreas verdes, los baños y pasillos de la escuela durante un mes completo, comenzando mañana mismo.

Mierda.

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28/febrero/2023. Re-escrito.

—Nana.

egotistical ;; jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora