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Capítulo treinta y ocho: No hay vuelta atrás.

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— ¿Se supone que ahora debemos enfrentarnos a ellos? — preguntó Lay, escondido detrás de un gran árbol.

— O podrías ir, hacer uno de tus tantos bailes y distraerlos mientras entramos por detrás. — le dijo Kyungsoo a su lado.

— ¿Me viste cara de...

— ¡Shh! ¡Silencio! — susurró Baekhyun—. Vienen para acá.

Acto seguido, todos los hombres se ocultaron entre los árboles que rodeaban y ocultaban de manera estratégica aquel fuerte en donde habían vivido antes de que toda esta guerra se desatara.

La primera subunidad de Minho, el sector 1, custodiaban el perímetro del fuerte. Debían ser cautelosos, ya que no querían más heridos.

Baekhyun los reunió a todos con una señal. Cada uno ocultos detrás de alguna rama o árbol. Formaron filas y crearon una estrategia para poder penetrar el lugar. Solo esperaban que todos allá dentro estuvieran vivos.

— ¿Seguro podrás crear una bomba? ¿Con eso? — cuestionó Ten.

— ¿Acaso Taemin no les enseñó nada? — Kyungsoo lo miró—. Es más bien una bomba de olor pero que suena bastante fuerte, se crea con estas plantas que de seguro ignoran cada vez que pasan por aquí. La naturaleza puede ser una gran aliada.

Ten lo miro algo impresionado.

— Así es, es nuestro florista — bromeó Lay.

A unos metros.

— Lucas, a la señal de Soo, correrás hasta aquel árbol, te subirás y así tendrás mejor visión. Toma, te llevarás mi arma, es la única que tiene silenciador. Debes disparar a los que más puedas en el menor tiempo posible, esa será nuestra señal para poder entrar.

Lucas y Taeyong asintieron sin titubear.

— Taeyong, tú te quedas a mi lado. — los miró.

A decir verdad, fue algo un poco difícil dada la desventaja de ser menos que ellos pero se logró. Lucas, luego de la señal de Kyungsoo y sus bombas de olor que habían dispersado a algunos hombres, corrió y subió aquel árbol para luego disparar en tiempo récord a cinco hombres, esa fue la señal para que Baekhyun y Taeyong salieran por el lado derecho a pelear con los hombres que custodiaban la entrada de atrás. Por otro lado, Ten, Lay y D.O salieron por el lado izquierdo disparando y golpeando a los hombres que estaban en el frente, quienes eran más.

— Despejado. — habló Baekhyun por el auricular—. Lucas, baja de ahí.

En un minuto. — escucharon.

— ¿Ten? — tocó su auricular.

Pasaron unos segundos.

Despejado — se escuchó al tailandés muy agitado.

— Muy bien, entraremos. — informó Baek.

Le hizo una señal a Taeyong mientras Lucas se les unía.

Al entrar sintieron un calor infernal junto a un olor extraño. Taparon sus fosas nasales y caminaron con cautela sin entender nada. La oscuridad era real, dada la hora del día.

— Aquí no hay nadie, ¿donde están todos? — preguntó Lucas.

— Estén alertas.

Los dos menores acataron y siguieron.

Los Siete (SuperMafia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora