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Capítulo treinta y cuatro: La cuarta marca.

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— ¿Quieres explicarme qué significa eso? — preguntó Minho tratando de mantenerse sereno antes sus subordinados.

— Fuimos a La Zanja a completar la misión señor.. y — miró de reojo a los demás— unos hombres aparecieron, atrapamos a dos hombres señor...

— Park Chanyeol y Lay Zhang, ambos hombres de Key. EXO, señor. — Taeil le dejaba unos documentos a Minho en su escritorio, frente a él.

— EXO.. — susurro mirando aquel papel—. ¿Y cuál es la novedad? — preguntó.

— Había.. había alguien más..

— ¿Como? — Minho levantó la mirada.

— Había un tercer hombre señor.. pero logró escapar.

Aquella pequeña unidad, subordinados de Minho, aquellos que tenían menos rango pero eran los encargados de hacer los encargos más sucios, se encontraban parados frente a Minho, esperando lo que fuera que viniera dada su completa incompetencia.

— Déjenme ver si entiendo, un hombre, posiblemente un hombre de Key, ¿anda suelto? — los miró—. ¿Donde? ¡Donde mierda lo perdieron! — gritó.

Minho era conocido por perder los estribos rápidamente.

Aquellos hombres guardaron silencio.

Por miedo.

Minho agarró su arma y los apuntó junto a una gran amenaza.

— ¡¿Dónde está?!

Los hombres bajaron su mirada y casi hicieron una reverencia por el miedo.

— A-aqui señor.. — se apresuró a decir uno— debe estar aquí.. en su fortaleza..

Minho, con cólera en sus ojos le disparó sin piedad a aquella subunidad. Todos cayeron de pronto al piso.

— Quiero que lo busquen.. — dijo limpiándose la sangre que había salpicado a su manga. Taeil se quedó ahí, sin siquiera inmutarse—. El sector 4 acaba de quedar inactivo. — dijo esquivando los cuerpos de aquellos hombres que conformaban aquella subunidad— que el sector 3 se encargue. Tienen hasta media noche.

— Sí señor. — acató Moon—. Señor.. el sector uno sigue esperando su orden.

Minho respiro—. Déjalos.. quiero ver hasta dónde pueden aguantar.

Camino hasta salir de su oficina con su gran porte y su elegante traje. Tras el, se podía ver una cámara de seguridad que mostraba a los miembros de EXO y SuperM, aquellos que se habían quedado en aquel fuerte. Todos sudando en el suelo, ya casi sin poder moverse mientras todo el sector 1 los custodiaba desde afuera con varias furgonetas y armas a su merced.

Atrapados como ratas.

(..)

Respiraba y contenía la respiración. ¿Como había llegado ahí? Aún no estaba seguro, era una suerte el estar vivo pero su fortaleza, sus ganas de encontrar a Taeyong, saber de Taemin y de saber qué ocurría con los demás lo mantenían vivo y con la mente fija en su objetivo.

Ni veía nada, en efecto. Estaba en un nivel bajo. Quizás entre las paredes. Aquel lugar era antiguo y estrecho. El polvo hacía que sus alergias aparecieran y jamás había odiado tanto su respingada nariz.

Tomó su reloj y apretó un botón, una luz apareció iluminando una paqueña parte del lugar. Comenzó a apretar varias veces otro botón, código morse, si, estaba seguro que Mark lo entendería.

Los Siete (SuperMafia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora