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Capítulo treinta y nueve: Pareciera ser lo que no es.

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El ambiente era de un caos infernal. Los tres hermanos se miraban con ojos que los sentenciaban.

Taemin por fin había mostrado su verdadero rostro, uno que Key  jamás siquiera pensó conocer, uno que Minho sospechó, pero que no había tenido las agallas de confirmar y es que este pequeño destello de verdad le descomponía todo, tener a Taemin como enemigo siempre había sido un problema pero saber que el menor también podría querer el trono, eso sí que ponía todo su plan en Jaque.

— ¡Eres un mentiroso! ¡Dinos dónde está!

Key estaba desquiciado, la poca cordura que guardaba se le había escapado de las manos.

— Ya te lo dije... era solo un niño, lo maté, ¿que querías que hiciera? Minho, tú más que nadie deberías agradecerme, te quite una piedra del camino, ahora solo tienes que matarnos a nosotros — Taemin lo miró con una tranquilidad que rayaba en la burla.

— No tiene sentido, ¡Nada de esto tiene sentido! — gritó Key—. Tú tú.. — lanzó la silla donde se encontraba anteriormente sentado.

— Hermanos, todo es muy simple, si peleamos ahora, todo acabará. Después de todo, jamás podremos escapar de nuestro destino. — el menor les dijo a ambos quienes lo miraban con odio y estupefacto.

— No.. no lo haremos.. ¡No ahora, no aquí! — gritó Key horrorizado.

La cordura no existía y es que nada jamás fue lo que parecía ser. Key jamás fue el pacífico, más bien era un sociópata quien constantemente intentó suicidarse y matar a todos, su inestabilidad mental siempre lo dejo atrás, por eso siempre terminaba castigado. Minho jamás fue el más macabro y desleal, siempre intento unirlos y superarse cada día para no terminar en la caja de hierro junto a Key, pues siempre oculto una pena y esa era entender que Taemin a pesar de verlo casi moribundo jamás le dejó ganar, ni una sola vez y eso convertía a Taemin en lo que siempre fue, un asesino a sangre fría que siempre tuvo su plan listo y utilizó cada pieza a su favor para conseguir lo que tanto anhelaba y de lo que estaba cada vez más cerca.

El trono.

Minho en un acto de desesperación corrió hacia la puerta del gran salón sin ante escuchar la voz de su hermano.

— ¿Arrancas hermano? El tiempo casi se acaba, si no es ahora, te mataré donde sea que estés. No puedes escapar. — La voz de Taemin resonó en todo el lugar junto a los sollozos inquietantes de Key.

Abrió la puerta y la cerró, respiro un segundo apretando sus ojos y tratando de idear algún plan.

— ¿Señor? ¿Qué ocurre?

El escuadrón dorado.

— Necesito... — dijo jadeante—. Necesito ver a los ancianos.. necesito saber... — levantó su mirada— Llámenlos . — ordenó.

(..)

— ¿Ten que ocurrió?

Ten no supo como camino y llegó hasta la planta principal. La voz de Baekhyun sonaba una y otra vez

— ¡Ten!

Chittaphon lo miró.

— ¿Dónde está Taeyong? — preguntó el mayor.

— Él.. él se.. fue.

— ¿Como? — Baekhyun lo miró.

— ¿Cómo que se fue? — cuestionó Kai esta vez.

Los Siete (SuperMafia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora