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Capítulo treinta y tres: La fortaleza de Minho.

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Lay quedó tan desorbitado que le costó entender lo que ocurría. Ten le había disparado a un grupo de hombres que se encontraban en medio del desierto. Estaban escondido encima de una colina que se asomaba y que los ocultaba de posibles amenazas.

— ¡¿Pero que....

Un disparo que llegó a una roca justo a un lado de Lay hizo que volviera a removerse, solo segundos después de que Ten le disparara a aquellos hombres.

— ¡Estas loco cara de gato! ¡¿A quién le disparaste?! — gritó Lay.

— Shhh — Chanyeol lo mandó a callar mientras se arrodillaba junto a Ten, quien aún seguía en su posición— ¿quienes son? — preguntó mientras veía tres furgonetas y un par de hombres al rededor.

Ten no respondió.

— Mira, se que no nos conocemos mucho pero te daré un consejo, dispararle a unos malditos en medio de la nada.. ¡con todo el puto arsenal que llevan encima! — Chanyeol lo miró— yo creo que no es la mejor forma de sociabilizar.. — ironizó.

— Está zona está llena de mercenarios, se le conoce como La Zanja. En cada punto hay más de un hombre esperando para atacar, asesinos a sueldo..

— ¡¿Que que?! — exclamó Lay dándose la media vuelta para ver si había alguien detrás suyo—. ¿Y porque demonios te pones a disparar?

— Es como un campo minado — siguió Ten— solo que en vez de minas, hay hombres — lo miró— con fusiles y cosas por el estilo.

Lay quedó con la boca abierta—. ¿Tu lo escuchaste verdad? — le habló a Chanyeol.

— Tranquilo, solo quiero saber quienes son. — respondió Ten ahora mirando por su lente.

— Ajá, buena manera de hacer amigos. — dijo Lay mirando a todos a lados.

— ¿Hace cuánto tiempo que está con ustedes? — Ten miró a Chanyeol.

Chanyeol miró a Lay y volvió su mirada al menor—. Desde siempre, pero suele desaparecer, se va por un tiempo y nadie sabe nada de él hasta que un día ves como vuelve sin avisarle a nadie y se come toda la comida de la despensa.

Ten rió vagamente mientras él Chino seguía buscando a quien dispararle.

— No parecen ser ellos — Chanyeol cambió de tema al ver que más hombres se bajaban.

— No son ellos, pero nos servirán de carnada — respondió.

Lay lo escucho y él junto Chanyeol ahora lo miraban fijamente.

— Nos colaremos en su furgoneta. Son hombres de Minho. — anunció levantándose y encontrándose con la mirada de los dos mayores.

Lay miró a Chanyeol para mirar de nuevo al menor—. Si, Taemin definitivamente crió a un demente.

..En la fortaleza de Minho.

— ¿Dónde está?

Jaehyun y Doyoung se encontraban ante la gran mesa con grandes incrustaciones de oro donde detrás reposaba la imponente figura de Minho. Su mirada estaba perdida mientras jugaba con uno de sus lápices.

Los Siete (SuperMafia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora