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Capítulo treinta y cinco: Un amigo que jamás se alejó.

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Las manos atadas en altura mientras todos sus cuerpos colgaban. Así estaban, drogados, sin autonomía alguna. Sus miradas no podían fijar algún punto pues todo daba vueltas. Se sentían en el maldito limbo de los mercenarios.

Una tos carrasposa salió de la boca de Baekhyun mientras recuperaba algo de su visión, trago débilmente y trato de mirar a su alrededor. Algo ya había entendido, entendía que cada cierto tiempo los drogaban, entendió que estaban en una celda oscura y que si no hacía algo mientras estaba lúcido jamás podrían salir de ahí. Miró a su costado y vio a Lucas, si, Lucas seguía a su lado y eso lo aliviaba, pues hace solo unas horas se habían llevado a Kyungsoo y lo habían regresado casi moribundo.

Movió sus pies y trató de mirar al frente, supo que habían traído a más personas el día anterior pero su falta de lucidez no le permitió ver quienes eran. Podía ver una silueta, dos siluetas colgadas como él, ¿pero quienes serían?

— Soo.. — logró pronunciar—. Soo.. ¿qué viste?

Pasó un momento en que no escuchó nada.

— Estamos en el nivel más bajo.. — respondió el menor jadeante.

— Debemos.. liberar.. liberar a Lucas.. el... — jadeaba— .. él nos puede sacar...

— Ahhh — escucharon a lo lejos otra voz — no, hijos... hijos de su madre... mi, mi camisa...mancharon mi camisa..

— ¿Esa voz? — preguntó Baek.

— ¿Esos quejidos?.. No puede ser... es el idiota.. ¡Yixing!

— ¿D.O? — preguntó el Chino a lo lejos.

— Pero que... ¿tu que.. haces aquí? ¿Porque estás.. siempre... en todos lados? Eres un..

— ¡D.O! Mi.. amigo.. que alegría.. escucharte.. — comenzó a reír.

— No.. rías.. idiota.. eres un..

— ¿Lay? — habló Baekhyun— ¿como.. como tú estás.. aquí?

— Chan.. chan, él y...

La compuerta sonó y todos guardaron silencio e hicieron lo que habían estado haciendo todo este tiempo, fingir estar muertos.

— ¿A quién nos llevamos esta vez?

— No a ese — apuntó a Kyungsoo—. El idiota no nos sirvió de nada.

— ¿Y ese? — apuntó a Baek.

— No. Que tal, ¿ese? — apuntó esta vez a Lucas—. Es el menor, por lo tanto, el más débil.

— Como sea, ya larguémonos de aquí, huele a mierda.

Dos hombres comenzaron a descolgar a Lucas como si fuera un pedazo de carne.

— ¡Noo! — baekhyun abrió sus ojos y les mostró que tan lúcido estaba. Casi había perdido a Lucas una vez y no lo permitiría una vez más.

Los Siete (SuperMafia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora