Los Siete (SuperMafia)

50 (ultimo capítulo)

Capítulo cincuenta: El día llegó.

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Fortaleza de EXO.

Día del ceremonial.

— ¿Qué haces? — el más alto preguntó.

Baekhyun siguió inmerso en aquella pantalla mientras veía un reloj en la parte superior de ella, como una cuenta regresiva.

— Hoy es el ceremonial — mencionó.

— Lo sé — dijo mientras se acercaba a él—. ¿Qué harás? No podemos ir, violariamos el tratado.

Baekhyun se echó hacia atrás dejando todo su peso sobre aquel respaldo.

— Lo sé, pero no puedo simplemente quedarme aquí sin hacer nada.

— Eso es exactamente lo que debemos hacer, Baek.

Baek lo miro fijamente.

— ¿Y desde cuándo sigues órdenes de una mafia a la que no le debes nada? No formamos parte de sus alianzas, literalmente estamos desterrados de ese lugar.

— Pero ya no es cualquier mafia, Baekhyun. En la cabeza está tu amigo..

— Es por esa misma razón que nada de esto tiene sentido. — se levantó—. Tú sabes que de no haber sido por esa estúpida regla nosotros..

— Tu y Kai seguirían con él, lo sé. — continuó—. ¿Qué tienes en mente?

— Quizás alguna estupidez. — respondió.

— Pero eso ya lo has hecho muchas veces. — Chanyeol le sonrió mirándolo desde su silla.

— Pues entonces haremos la estupidez más grande de todas — exclamó—. ¡Kai, ven aquí! — gritó y Chanyeol solo continuó sonriendo.

(..)

— Señor, todo está listo, en un par de horas la gente comenzará a llegar.

Yuta se quedó contemplando la escuálida silueta que ahora veía, parado detrás de su gran mesón al cual llamaban "su oficina". En sus manos algo pálidas tenía un vaso con un líquido marrón, uno que había sido su amigo todo este tiempo en el que sin querer se convirtió en el líder de una mafia sanguinaria.

— Lo que necesite, estoy a su disposición. — informó Nakamoto.

— No puedes darme nada que necesite.

— ¿Señor?

Suspiro con agonía mientras miraba el vaso que tenía en su poder.

— ¿Los ancianos ya están aquí? — cambió de tema totalmente mientras pasaba lo último que le quedaba en su vaso.

— No, señor, pero pronto lo estarán. — respondió algo inquieto.

Ten se quedó pensativo un momento, contemplando su realidad.

— Necesito un último favor.. antes de.. del ceremonial. — dijo esta vez mirándolo.