49 (penultimo capítulo)

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Capítulo cuarenta y nueve: Más de un adiós.

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Un mes después.

Al pasar el tiempo las cosas van tomando su curso, aunque no sea el que todos quieren. Los preparativos para el ascenso del nuevo líder de Kwanga estaba a la vuelta de la esquina y un grupo desmoronado por la tragedia y la muerte se encontraba sumido en lo que sería sus nuevas vidas.

Ya no había seguridad en aquel fuerte, no habían risas ni olor a café recién hecho. No habían palabras con autoridad ni personas saltando por todo el lugar, no quedaba ese olor a comida que había sido preparada un día antes ni tampoco quedaba ese montón de carpetas llenas de papeles tiradas por el mesón. No estaban los siete hombres, solo quedaba uno, uno que contemplaba todo y que recordaba cada momento como si aún pudiera volver a ellos. Recordó entonces a los que ya no estaban y su corazón se apretó, tanto que dejó caer su cuerpo en aquel sillón. Sintió el terrible sonido del silencio y pensó que no había sonido más horrible que aquel donde las voces ya no estaban.

Mark caminó por el pasillo con el fin de llegar a su habitación, tomar sus cosas y hacer algo con su vida, pero se detuvo, se detuvo frente a la habitación de Lucas.

— Flashback—

— ¿Que harás ahora? — le preguntó el menor con miedo en sus ojos.

— La encontré.. la encontré Markie.. ella siempre fue la que me mantuvo con vida, la incertidumbre, saber que seguía allá afuera, que de alguna manera, aunque no fuese así ella me necesitaba y me esperaba.. — una lágrima cayó por su mejilla. Vio a su hermano, porque si, amaba a Mark como si fuese de su sangre —. Ya no queda nada Markie.. pronto esta guerra nos explotará en la cara y... ella me necesita. No los dejare, estaré en contacto pero..

— Te necesita.. — terminó Mark—. Lucas.. — la voz de Mark sonó extraña —, siempre fui el más débil.. — Lucas escuchó eso y le ardió el alma —, quiero.. — las palabras costaban, dolían, desgarraban — quisiera.. yo.. no te preocupes por mi — dijo al fin tratando de dejar a su amigo tranquilo. Seguro. Resignado —. Estaré bien.

Ambos se miraron y sabían que aquella parecía ser una despedida. Lucas lo envolvió violentamente entre sus brazos y sintió como su corazón y el del menor se acomodaban y se confesaban todo.

Hermandad.

— No eres el más débil, jamás lo fuiste.. — le dijo.

Mark lo miró para irse luego de aquel lugar.

— Mark — lo llamo una vez más.

El menor sintió que un mar de lágrimas iban a salir si se daba la media vuelta, así que se quedó estático, dándole su espalda. Esperando lo que fuera.

— Eras tú quien nos unía.

— Fin Flashback —

El rostro sumido en el dolor de Mark era lo único que quedaba. Sus ojos se inundaron en lágrimas pero quiso contenerlas cerrando con furia sus ojos, miro hacia arriba como tratando de distraerse pero su mirada volvió a aquel lugar. Todas las cosas de Lucas aún seguían ahí, su cama, la pila de libros que tenía porque si. Jamás nadie lo supo Lucas era lo más cercano a un intelectual que tenían en el grupo. Le gustaba estudiar sobre medicina, tenía un libro de anatomía y siempre estaba investigando sobre las mil y una forma en cómo sanar una herida en tiempo récord. El olor a cigarro aun se podía sentir y un leve aroma a libros y papeles se camuflaba por la nariz del menor.

Los Siete (SuperMafia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora