Capítulo cuarenta y seis "Escúchala la escribí para ti."

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– ¿An? ¿Qué estas haciendo aquí? – pregunto aún sin salir de mi trance, ¿Estaba soñando y por eso me han dejado salir sin seguridad? ¿Volví a soñar con esos ojos azules que tanto se habían robado mi atención?

– Intentando servirme un helado. – señala su vaso vacío y me dedica una sonrisa nerviosa.

– Perdón, creo que te confundido con mi prima Sam. Jure que eras ella, te queda muy bien ese efecto en el cabello. – exclamo con torpeza y Anelisse se sonroja.

Si esto es un sueño... y hace mucho que deje de soñar con ella ¿Puedo besarla?

Son tus sueños Eros, puedes hacer lo que quieras.

Me acerco a ella a punto de besarla y en respuesta Anelisse me da una cachetada. ¡En mis sueños no actuabas así!

– ¿Qué te pasa? – comenta con asombro y yo me alejo todo lo que se puede.

– ¿Es un sueño? – cuestiono y ella niega con suavidad.

– Al menos que ambos tengamos el mismo sueño, esto se siente real.

Quería decirle tantas cosas, yo tenía una lista de cosas que le iba a decir en cuanto la viera ¡Porque me había quedado en silencio!

– Yo te busque. – digo sin más.

– Yo se que lo hiciste. – me responde sonriendo sin mostrar los dientes.

– Realmente no se que debo decir... estuve pidiendo este momento y ahora que se dio no se que debo decir...estoy nervioso y solo puedo reír. Pero no es por ti, es porque no se como manejar esta situación. – me encojo de hombros y vuelvo a reír. ¿De que me reía?

Anelisse también comienza a reír. – No sé que es tan gracioso, pero también lo es para mi.

Y ambos volvemos a reír. Y como una medicina que cura el alama, reír me devolvió la esperanza y la alegrías que había perdido en el ultimo año.

– ¿De que huías? – pregunto después de un rato.

– Estoy cumpliendo mis sueños. – le respondo con emoción y ella solo sonríe para después elevar una ceja en señal de que debo continuar. – Tengo una banda. – dije con emoción.

– ¡Pero no te quedes así! ¡Dime que más! – grito con aun más emoción que la mía.

– Verás cuando fui a buscarte a la ciudad, mi hermano me marco y me dijo que la directora quería hablar conmigo, le regrese la llamada un poco después y me dijo que haríamos un contrato con Musical Revolution ¡Firmaríamos un contrato con ellos para producir música!

– ¿Por qué hablas en plural? – me interrumpió.

– Ah, algo que nunca mencione es que tenía una banda que yo creía iba a fracasar, sacamos un par de canciones antes pero nunca llego a las cincuenta vistas en Youtube comento decepcionado. – Mi mejor amigo se llama Ethan y con el es con quien estoy triunfando. – respondo orgullo de los dos.

La ventaja de todo esto es que puedo saltarme nuestras épocas oscuras donde nos tirábamos en el césped ha esperar a que un cambión nos atropellara y terminara con lo mísero de nuestras vidas.

– Ah, ¿Firmaste con Musical Revolution? – parece caer en cuenta y yo asiento. – Cambie de trabajo y tenemos un contrato para defender a Musical Revolution, en especial a una banda... ¿Son ustedes? – cuestiona con asombro.

– No se nada de asuntos legales o eso, pero somos el único dúo que tienen registrado, todos los demás son artistas independientes. – afirmo y sus ojos se abren más.

EL MAR TATUADO EN TU PIELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora