Capítulo tres. "¿Quién eres realmente?"

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– ¿Disculpa? – exclamo mientras pienso lo más obvio, el destino me había arrastrado hasta la costa del pacifico a cambio de mi empleo. Un buen motivo debería de tener ¿Cierto?

– Estás aquí, te han corrido del trabajo y ya no tienes prisa por volver.

– ¿Sabes? Toda la vida me la he pasado intentando que toda la gente que me rodea se sienta orgullosa de mi, siempre estuve cambiando mi manera ser, mi manera de vestir y actuar pata convencer a terceros. Pero esta vez hare lo que considero pertinente para mi vida, voy a divertirme por los años que la pase encerrada estudiando para mis exámenes. – sonrió, estoy feliz. Por primera vez me alejare de todo y todos, aquello que soñé desde que tenía trece se estaba volviendo realidad.

– Eres como una oruga Anelisse, quizá te liberaste y eres una mariposa desde hace mucho... pero dime ¿Cuándo vas a volar?

– Ahora. – sonrió y camino en dirección a la puerta de la salida.

– Oh, espera. – Eros camina detrás de mi, esquivando a las mismas personas que yo.

Me doy media vuelta y el chico tiene que frenar repentinamente para no chocar contra mi pequeño cuerpo, siempre me había considerado alta ya que al lado de mis amigas resaltaba por los diez centímetros demás, pero frente a Eros mi presencia es chiquita y debo de alzar la mirada para poder hacer contacto visual.

– ¿Sabes en donde te vas a quedar? y no quiero ser aguafiestas pero ¿Has pensado que harás? ¿Le avisaras a tus padres?

– Buen punto. – lo señalo y después comienzo a pensar. – Has dicho en el avión que vienes de vacaciones, si vas a regístrate el día de mañana deberías de pasar la noche en algún lado ¿Donde?

– Llegaré al hotel directamente. – se encoje de hombros y parece perderse un momento en sus pensamientos.

– ¿Crees que tengan una habitación extra? No puedo pensar si estoy tan casada. – era verdad, si estaba dispuesta a tomarme un respiro necesitaba hablar por lo menos con mis padres lo demás no debía de tener mucha importancia. Pero aún faltaban un par de detalles que debía de arreglar antes de adentrarme al mar y ver como la solas arrastran mis pensamientos negativos y el estrés albergado en mi persona durante los últimos seis meses.

– Sí, seguro tendrán una disponible ¿Quieres ir conmigo?

– ¿Es seguro? – no me había detenido a pensar que Eros podría en realidad no ser Eros.

Suelta una carcajada. – Dímelo tú. – dice y se da una vuelta completa para que lo pueda analizar y puedo jurar que mis mejillas se encendieron por o menos tres tonos.

– Pues así muy seguro como muy seguro. – balbuceo mientras veo de reojo que Eros comienza a reírse, captando la atención de la poca pero atenta gente que transita a nuestro lado.

– Tranquila Anelisse, estrás bien. – me anima.

Y por segunda vez me la noche reprimí aquel grito interno que gritaba peligro con focos rojos, para darle paso a nuevas experiencias que podría contrale a mis nietos frente a la fogata.

– Nunca he estado mejor. – sonrió y camino con Eros pisándome los talones hasta la salida para abordar un taxi. Y era cierto, todo el tiempo que había durado trabajando para Maddy deseaba con ansias el día de mi despido.

Tomamos un taxi y Eros comenzó a subir sus tres maletas color azul metálico y la mía negra mientras yo lo esperaba adentro, pues la noche ya había comenzado a refrescar. Deberían de pasar de las doce y treinta y yo moría de sueño.

– ¿Cuál es el nombre del hotel? ¿Cómo lo conoces? ¿A qué vienes? – tenía muchas preguntas y apenas Eros subió al auto no dude en sacarlas a la luz. Si algo andaba mal podría lanzarme o pedir que detuvieran el taxi.

– Se llama Cid, mis padres me llevaban a veces en las vacaciones de cada año... & vengo a pasarla bien, vacaciones. – me aclara Eros somnoliento.

– En realidad tengo más preguntas, pero no quiero agobiarte.

– Aún nos espera un largo camino. – hecha su cabeza hacia atrás y cierra los ojos, me aseguro de tener la boca cerrada y me preparo para hacerla de policías.

–¿Estudias? ¿Trabajas? ¿Cuántos años tienes?

– Estudio en la facultad de Artes escénicas, trabajaba de medio tiempo en la cafetería de una plaza comercial para pagar mis estudios y tengo veinticuatro años. – puntúa acariciando cada palabra.

– Pensé que eras modelo.– digo sin pensarlo y el abre un ojo y sonríe mostrando los dientes.

– Honestamente, me lo han ofrecido más de una vez, pero no es mi fuerte.

– Admitamos que es una broma, ahora Eros ¿Por qué el hotel tiene que estar abierto a esta hora? – lo analizo, es algo extraño.

– Por dos. – aclara el taxista que hasta el momento había permanecido en silencio, lo admito me cae bien.

– Ya te he mencionado que mis padres solían venir casi siempre a este hotel, por lo cual se hicieron bastante unidos a los dueños y bueno tienen estrecha relación con ellos. Por lo que siempre que quiero venir ellos me atienden, así que hoy después de las clases y al ser mi ultima hora en ellas me apresure a salir y me dirigí al aeropuerto, les avise y me dijeron que con gusto me recibían a las doce y mira ya casi es la una.

Asiento.

– ¿Y que me puedes contar de ti Strong?

Arrugo la nariz y niego. – No me digas por mi apellido. – pido.

–¿Por que?

– Soporte casi diez años de mi vida escuchando ese apellido en los salones de clases, además que en los últimos semestres de universidad la maestra solía tener un tic y el primer día me llamo "Stongues".

El ríe, el taxista ríe y puedo jurar que los mosquitos que quieren entrar por la ventana también ríen. ¿Qué tenía de gracioso "Stongues"?

– Ei, pero no termine de hacerte mis respectivas preguntas. – lo amenazo con mi dedo y el cesa su risa escandalosa.

– Esta ben Anelisse, ¿Cuál es la siguiente pregunta?

–¿Quién eres realmente?

Eros frunce el ceño con confusión y yo me encojo de hombros.

– Solo soy Eros Ivanov, un chico normal con una vida normal. No soy un superhéroe con doble vida o un científico malvado que anhela conquistar el mundo, solo soy un chico que viene de vacaciones al lugar que tanto le recuerda a su niñez.

Bien, Eros Ivanov te tendré en mi radar y vigilare con detalle tus movimientos tan calculados y precisos.

– ¿Alguna otra pregunta?

– ¿Qué signo zodiacal eres?

EL MAR TATUADO EN TU PIELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora