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<< Capítulo veintiuno: Aliado >>
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—¿Para quién trabajas? —pregunto por enésima vez Joker quien miraba a la tía frente a nosotros con desconfianza.

Ella rodó los ojos antes de darle la respuesta más estupida que existía.

—Papasito, ya deberías saber que yo no pienso hablar —le respondió haciéndome apretar los dientes.

—Joder que es que es una inútil —bufé yo.

Wesson suspiro a mi lado viéndola. Los ojos de ella cayeron en los ojos grisáceos al lado mío.

—Creo que ya se que debemos hacer —hablo Wesson viéndola. Ella no apartaba sus ojos de él.

—A menos que sea algo que tenga que ver con comida, no te escucharé —dijo Arcus ya frustrado. Bergara y Bersa asintieron.

—Vámonos de aquí. Y nos la llevaremos con nosotros —dijo Wesson.

—¿Y eso porque? —pregunte yo.

—No pienso dejarla libre si no me da respuestas. Se quedará hasta que decida hablar.

El comenzó a caminar por el edificio mientras que los demás suspiraban y bufaban, cansados.

Mi mirada pasó a la prisionera que estaba ahí, amarrada y quieta. Ella no notó que yo la veía y entonces, dio una miradita de reojo hacia la ventana y ahí lo comprendí.

—¡Wesson! —grité atrayendo su atención y la de todos.

—¿Qué?

—Es una trampa —dije acercándome a él—, Es una jodida trampa, está viéndonos el pelo.

—¿A que te refieres?

—Nos está distrayendo para que su grupo se largue. Es una trampa —repetí.

Wesson parpadeó un par de veces como si tratase de entenderlo. Y de repente, Damon hablo por el audífono.

—¡Movimiento en la zona sur!

—¡Ostia! —bramó Wesson cargando el arma. Gruñí haciendo lo mismo siguiéndole.

—Kia, Merkel —llame yo—, ¡Quiero que bloqueen todas las malditas salidas! ¡No quiero que salga nadie!

—¿También las cercas eléctricas? —preguntó Aria.

—Nadie —repetí.

—Entendido.

—Narcotiradores en posición —ordenó Wesson mientras corriá hacía el auto—, ¡Dubai que esperas, métete al maldito auto!

Hice lo que pidió y al instante arrancó sin darme tiempo de sentarme bien. Me aguante del auto cuando acelero con rapidez.

—Movimiento en el ala sur este —dijo la voz de Tyson.

—Masón, te necesito en el ala sur este —ordenó Wesson.

—En eso estoy —respondió el.

—¡Arcus qué haces que no escucho disparos! —bramé yo.

—¡Están siendo muy sigilosos a penas y los podemos ver!

—¡Objetivo localizado, área sur oeste! —aviso Bergara—, ¡Que alguien vaya para allá!

¡Estoy cerca! —dijo Joker.

¡Wesson, tu rubia está aquí! —gritó la voz de Damon. Entrecerré los ojos viendo a Wesson quien tenía expresión neutra.

Rotten | Libro 1 (Saga Diamante Blanco). Donde viven las historias. Descúbrelo ahora