Accidentalmente Enamorados ; Natsu Dragneel [#1]

Cap 56

- ¿Cómo que no está? - preguntó la rubia hacia el pelirosado.

- Lo que escuchaste, Luce. No estaba conmigo, creí que estaba contigo - a apuntó.

- Natsu - suspiro - Nashi estaba aquí hace cinco minutos.

- ¿Porque la descuidaste cinco? - preguntó alejándose un poco.

- Porque tenía que...

Y callo en seco cuando vio un pequeño cuerpecito gateando que desaparecía pro puerta de la sala rumbo al despacho de Igneel.

Lucy no hizo más que señalar a su novio la dirección en al que pareció haber visto a su pequeña hija, ocho meses y medio tenía la pequeña Dragneel y era todo un terremoto, al igual que Erza queda casi daba a luz y se la pasaba casi todo el tiempo práctica do en Nashi para cuando le tocará a ella ser madre.

Quien por cierto, esperaba la llegada de una preciosa bebé y recibiría el nombre de Ezzie Fernandes Scarlet; hasta el momento la bebé crecía en el interior de la pelirroja con normalidad; ya sólo faltaba esperar a que naciera y Jellal estaba preparado para ello, quien lo diría ¿no?

- Mi risueña niña quería ver al abuelo ¿Verdad? - preguntó el pelirojo.

Lucy entró al despacho de su suegro no sin antes anunciar su intromisión y fue cuando pudo respirar tranquila al ver a su hija sentada, cómodamente, en las piernas de su abuelo Igneel. Él también se había encariñado muchísimo con la bebé desde que se entero del embarazo de su nuera, más feliz no podía sentirse y estar.

- Gracias a Dios estas bien - murmuró Lucy viendo a su hija reír con Igneel. 

- Descuida, Lucy. Sabes que mi nieta no seria capaz de salir de aquí, hay mucha seguridad en la mansión y los guardias ya habrían avisado si hubieran visto a Nashi en peligro.

- Lo sé, pero a veces me preocupa mucho; usted sabe a qué me refiero.

- Nada le pasará a nuestras hija, Lucy; te lo prometo - dijo Natsu detrás suyo.

Desde que su hija había llegado a sus vidas se ha empeñado en protegerlas a ambas, no se daría el susto de que una de ellas o ambas desaparecieran como la última vez, igual que con Lucy; definitivamente no, nos quería volver a experimentar aquella incertidumbre y sentimiento de desesperación por saber donde está o si estaba bien.

Más tarde ese mismo día, Lucy se encontraba con su hija en el jardín trasero, la hermosa primavera les daba la mejor de sus vistas ese año, a la rubia le gsutaab sacará  su hija al jardín, esa tarde, Nashi vestía un lindo vestido rosa pastel con margaritas blancas en el, unos lindos calcetines con vuelos en color blanco y sus zapatitos del mismo color de su vestido, siempre Lucy la peinaba con dos coletas y unos listones en ellas.

Le gustaba arreglar a su hija así no salieran a ningún lado, Natsu se tocaba el tiempo de ver a su linda prometida dedicarse en lleno a su hija, más afortunado no podía.

- Mira, mi amor - apunto la rubia hacia un árbol - Mira los pajaritos.

Lucy cargaba a su hija en uno de sus brazo mientras que con el otro señalaba lo que quería mostrarle a la pequeña de cabellos rosados. 

- Estoy seguro que aún ella no sabe que es eso, Luce - comentó su prometido llegando.

- No es tarde para enseñarle ¿no crees? - le sonrió y beso la frente de la pequeña.

Nashi había crecido rodeada de amor y cariño, quien la viera se enamoran a de la niña; pero eso en parte la ponía el riesgo a ella y a Lucy siendo blanco fácil de aquel hombre que arruinó la infancia de la chica.

¿hasta cuándo tendría que vivir con aquella espina de duda? ¿cuánto tendría que esperar para que Acnologia regresará por ella? O peor aún, por su hija. Nashi era todo su mundo y moriría si algo malo llegará a pasarle a ella.

- Todo estará bien, no dejaré que nadie las arranqué de mi lado - aseguró él. 

Ni necesitaba ser adivino para saber cuál era la inquietud de su amada, abrazó a su casi esposa pro detrás besando su mejilla y tomando entre sus manos la pequeña mano de su hija se prometió firmemente protegerlas  así tenga que dar su vida por ellas, lo haría; pero nadie volvería a amenazar a su familia.

Nunca más y lo que Natsu Dragneel decía, Natsu Dragneel lo cumplía a conociera lugar.