Cap 19

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- Bien, estas son las últimas dos preguntas, suerte - informó el presentador.

Habían contestado bien las demás, cualquiera pensar la que se conocen desde hace mucho tiempo, pero No era así.

- Natsu ¿A qué es alérgica Lucy?

Mala suerte, Lucy no le había dicho a que era alérgica y él tampoco a ella ¿le harían la misma pregunta?

- Es alérgica a la ciruelas - contestó.

Sé escuchaba la duda en su voz, lo dijo solo por decir, porque en realidad no lo sabía.

- Es correcto.

Vaya suerte, pensó, sonrió aliviado. No debía confiarse, aún no habían ganado, faltaban los resultados y además Lucy no había contestado.

- Lucy, lo vuelvo a repetir ¿Cómo se llama el gato que tiene como mascota Natsu? - preguntó.

Allí cayó en cuenta, Lucy ni siquiera sabía que tenía un gato. Se quedó muda por unos momentos, no sabía que responder, fue presa del pánico, sus manos dudaban frío y su cuerpo temblaba ¿Ahora que haría? ¿Qué debía responder?

- Se llama... Se... llama...
- Si Lucy, escuchamos.
- Su nombre... Es... Blue.
- Oh Lucy, lo siento. La respuesta correcta es Happy - Dijo el juez.

Decepcionada ya penada bajo su cabeza, no contaba con eso ni él tampoco, su cara era un poema ¿Cómo sabían ellos eso? Natsu tomó la mano de Lucy para darle ánimos.

La chica estaba decepcionada y avergonzada, ahora si tendrían de que hablar, fueron los pensamientos que pasaban por su mente.

- Bueno, pueden irse, los resultados estarán en 30 minutos.

Sin más la chica corrió fuera del escenario, se sentía avergonzada, ahora todo se jugarían de ella, fue la única que se equivocó en las preguntas, su novio había respondido todo bien. Sabía todo de ella, pero ella... Al parecer sólo era una desconocida con suerte. Lelvo hasta los baños de chicas y se encerró en un cubículo, subió sus piernas y escondió su cara entre sus rodillas.

¡Qué vergüenza! ¿Cómo no se le ocurrió preguntarle eso? Seguro perderían por su culpa, conociendo a Natsu, o le gustaban los segundos lugares, mucho menos perder, peor si su competencia era el rubio que andaba detrás de su chica ¿lo había defraudado? Él contaba con ella, tenía toda su confianza en ella y lo decepcionó, no sólo a él, a sus amigos también.

- Lucy - gritaron su nombre.

El dueño de esa voz era Gray, el mejor amigo de su novio, no quería ver a nadie, no quería escuchar nada. Sólo quería descansar un momento de todo y de todos, se sentía abrumada, fingir ser alguien que no eres; era sin duda agotador.

Puede que para muchos sea tinto sentirse así por haberse equivocado, pero para ella era más que eso, le recordaba a esas tardes de cuando era niña, su abuela supervisaba sus clases con profesoras particulares, siempre que cometía un error al final de su lección, era severamente castigada, siempre era lo mismo. Para una pequeña de 5 años era difícil, recién había perdido a sus padres y que su única familia le hiciera eso.

Se sentía sola y desamparada, recordar cada castigo que su abuela le había hecho padecer, la hacia llorar mucho, sus ojos se cubrían de lágrimas delgadas y pronto realizaban por sus mejillas. Su voz ya no era melodiosa,ahora eran sollozos tristes, de recuerdos amargos y horribles. Trataba de no ser escuchada, una de sus manos cubría su boca, pero era inevitable, tantos castigos, tantos insultos de parte de Anna Heartfilia, sólo para que su nieta fuera lo que es hoy en día ¿Todo eso? Todo eso sufrió y le faltaba más.

Aún no sabía la verdad detrás del accidente de sus padres y del atentado de ella cuando era una niña, así es, Lucy Heartfilia había sufrido un accidente de pequeña, días después de la muerte de sus papás. Era algo que no quería recordar, pero el hecho de cometer ese error en el concurso, le hizo recordar sucesos que había enterrado en lo más profundo de su cerebro y corazón; eran como pequeñas heridas, que si se descuidan volvían a abrirse y dolían de una manera indescriptible. No se percato que la puerta del baño fue abierta, por estar tan sumergida en su tormentoso pasado, no siento cuando él la tomo en brazos estilo princesa y la saco de allí. Inconscientemente lo abrazó, sabía quién era, sentía la calidez de su cuerpo, era raro, podía estar haciendo varios grados bajo cero; pero su cuerpo seguía caliente, le gustaba y le agradaba.

Llegaron a lo que parecía la habitación de él, en ningún momento la soltó, quien sabe como abrió y cerró la puerta de su cuarto y se acostó con ella en brazos, podía escuchar sus lamentos en voz baja, eran como miles de dagas perforado su corazón una y otra y otra vez. La escuchaba lamentarse y susurrar en sollozos un: Lo siento, abuela. Él sin comprender sólo acariciaba su melena rubia, daba pequeños masajes en su espaldas y de ves en cuando besaba con suma delicadeza su frente.

- Luce... No llores por favor - pidió en voz baja.

Le dolía el pecho escucharla y verla tan destrozada ¿Cuánto había sufrido? ¿Cuánto era lo que había pasado ella? ¿Que era lo que tanto la atormentada? Se sentía tan inútil en esos momentos, nada resultaba, sus caricias parecían pasar por alto en ella, estaba metida en su mundo, no sabía que hacer.

- Prometo mejorar abuela - susurró ella.

Sus lágrimas ya no salían, pero seguía jadeando y sollozando. Su cara estaba pálida y sus ojos rojos, no iría con ella a lo que restaba del concurso, era más que obvio, no dejaría que la vieran así; llamaría la atención, la conocía lo suficiente como para saber que se pondría peor si sus amigos la llenaban de preguntas. Dejo a Lucy debajo de ella, se deleitó con su rostro, ese hermoso rostro que ahora lucia demacrado, le parecía precioso aún así.

Sus mejillas bañadas en lágrima que dicen empezaban a secarse, su nariz roja a causa de su llanto, su cuerpo temblaba, en esos momentos pensaba y pensaba en una forma de ayudarla ¿Que es los he tanto te atormenta princesa? Esa y miles de preguntas invadían de lleno su mente.

¿Qué podía hacer? Acercó despacio sus rostro al de ella, lo que comenzó como un simple roce, terminó siendo un huracán de calma y emociones, así es; Natsu la había besado, besaba con calma, delicadeza y cuidado, como si fuera a romperla. Tenía rato de no saborear sus labios, la chica lo seguía de manera torpe, no sabía besar, Dragneel sonrió para sus adentros, esa chica con su inocencia terminaría volviendolo loco más de lo que yo tenía.

Sus labios eran adictivos, eran su nueva debilidad, su droga personal que no quería soltar. Las manos de Lucy viajaron temblorosamente al cabello de su novio, lo acariciaba con nervios, al menos había olvidado su tormentoso pasado por unos segundos. Misión cumplida, pensó él, se separó de ella jadeante, ambas respiraciones se mezclaban, pasó su lengua por su labio inferior estos conservaban el rico sabor a vainilla de sus labios.

- N-Natsu - sollozo.
- Shhh... aquí estoy, no me iré de tu lado preciosa - susurró.
- Yo... Lo arruine ¿Verdad?

Él la vio, sus ojos comenzaba a cristalizarse de nuevo, estaba por llorar nuevamente, no lo permitiría. Se acostó a su lado y la estrujo contra si mismo, masajeaba su espalda en círculos, no quería verla llorar y escucharla era mil veces peor.

- Duerme Luce... todo estara bien, lo prometo - susurró.

Accidentalmente Enamorados ; Natsu Dragneel [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora