A las 12:05 am del 10 de agosto al fin había nacido Nashi Dragneel Heartfilia, cabello rosa, ojos café, piel morena y muy pero muy inquieta igual a su padre, era la viva imagen de los Dragneel.
- Es tan preciosa - dijo Igneel cargando a su nieta.
Habían pasado apenas unas dos horas desde que la rubia había dado a luz a su pequeña hija. Estaba recostada en su cama de hospital, Igneel cargaba a la pequeña con un cuidado extremo mientras que Natsu estaba al lado de su prometida, ambos sonreía enternecidos viendo la escena.
La pequeña disfrutaba de estar en los brazos de su abuelo, con tan solo horas de nacida, ella estaba curiosa, tocaba todo lo que podía y veía algunas veces el rostro de su abuelo. Se supone que los amigos de ambos vendrían luego, ya que Lucy y la bebé debían descansar además de que la nueva mamá debía darle de comer a su pequeña.
La pequeña Nashi empezaba a ponerse algo inquieta, tanto así que comenzó a llorar alertando a ambos padres, Igneel con cuidado se la dio a Lucy y la pelirosada al ver a su madre se calmó.
- Parece que no le voy a agradar mucho - comentó su suegro.
- No diga eso, estoy segura que lo va a querer muchísimo - respondió ella besando la nariz de su bebé.
- ¿Puedo? - preguntó el pelirosa.
Si, él no había podido cargar a la bebé, tenía hacerlo mal o que la bebé se le resvalara de las manos, no soportaría que a su hija le pasará algo por su inexperiencia con los niños. La pequeña Wendy que se encontraba en un rincón de la habitación de hospital sólo veía divertida la escena, ella y su cuñada habían estado practicando como cargar bebés.
- Claro, no tienes que preguntarlo - sonrió Lucy - sostén con cuidado su cabeza con una mano y con la otra su cuerpo - explicó - no tengas miedo - le dijo al verlo tan tenso.
- Estoy comenzando a creer que Natsu no aguantaría mucho como padre - se rió su hermana.
- Wendy - llamó su padre riéndose.
- Lo siento, pero es verdad.
Tal parecía hacerlo bien, la pequeña Nashi veía a su progenitor extrañada, nunca había estado en sus brazos en su poco tiempo de vida, aunque eran cálidos y reconfortantes, ella quería estar con su mamá además que el hambre comenzaba a hacerse presente en el pequeño cuerpo de la criatura.
La bebé empezó a llorar fuerte al punto que Natsu no sabía que hacer, con cuidado camino rápido hacia su prometida y le dio a su hija para ver que tenía, Lucy con cuidado la puso en su regazo y le dio de su pecho leche materna, claro que se colocó un pequeño paño para que no se viera su pecho al descubierto.
- Natsu - exclamó la peliazul - Deja de ver así a Lucy - regaño ella.
El pervertido de su hermano mayor quedaba viendo a la joven madre como si se la quisiera comer y es que el embarazo la había hecho más madura, sus caderas más anchas y su pecho algo grande, sus facciones maduras y definidas y su abdomen que ahora estaba algo inflamado volvió a su estado, aunque con el tiempo ya no tendría esa pequeña panza que se le veía.
- No la veo de ninguna manera - respondió rojo de la pena.
- Al menos espera que s ve en cumpla tres meses hijo - se burló su padre haciendolo sonrojar más.
[...]
- Es tan linda Lucy - susurró Erza cerca de la bebé.
Sus amigas habían llegado junto a sus parejas, primero los chicos entraron a ver a la pequeña quienes le trajeron peluches de regalo y una que otra camisa rosa o blanca. Todos la cargaron con cuidado, Natsu les saco fotos con su hija por petición de ellos para luego entrar las chicas, el pelirosa dejó a su prometida con sus amigas mientras él se iba con los chicos a la cafetería del hospital a hablar.
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Accidentalmente Enamorados ; Natsu Dragneel [#1]
Fanfiction❝FINALIZADA❞ En contra del mandato de su familia, una joven adinerada se hace pasar por una estudiante común en la Universidad, donde accidentalmente conoce al hijo de las personas que tienen las respuestas a las preguntas de su pasado.