Accidentalmente Enamorados ; Natsu Dragneel [#1]

Cap 40

Luego de apreciar las teclas del piano, relajó sus músculos y empezó a tocar una dulce y suave melodía que su madre le había enseñado cuando apenas era una niña, pensó que no le saldría tan bien, ya que no había vuelto a tocar esa canción desde aquel trágico día.

- Toca con todos los sentimientos de tu corazón Lucy - le sonrió una mujer rubia mayor.
- ¿Lo hago bien mami? - preguntó la pequeña.
- Así se hace mi niña - felicitó a la niña por su excelente trabajo.

Unas chicas de cabellera blanca y negra pasaban por allí y la dulce melodía del piano las hizo parar de su andar, era tan dulce y sutil que calmaba cualquier inquietud.

- Yukino, al fin te encuentro - llegó Sting a su lado.
- Shhh... - lo callaron ambas chicas.

Él confundido hizo caso y escuchó el sonido de las teclas del piano ser acariciadas, aunque a veces se escuchaba que le costaba, pese a eso era una canción hermosa y conocía bien de quien se trataba.

- Minerva, trae al resto - aviso.

Ella rápidamente asintió, la música cesó de repente, cuando iba a entrar a la habitación, nuevamente se escuchó cuando comenzó a tocarla desde su principio. Al rato todos llegaron y la dulce melodía los invadió al ponerse frente a la puerta, Rogue se sorprendió al escucharla, pues Lucy desde que tenía 5 años no había vuelto a tocar esa canción jamás.

Sting hizo un gesto de silencio y abrió con cuidado la puerta dejando ver a la rubia sentada frente al piano pequeño, tenía la mirada perdida en las teclas, su sonrisa era suave y en sus ojos se apreciaba la nostalgia. Entraron con cuidado de no hacer ruido y se deleitaron con la música, era una romántica tal vez de hace varios años, antes que cualquiera de ellos si quiera pensará en nacer.

- Mi pequeña niña, eres muy talentosa - adulo su padre al escuchar su progreso.
- ¿De verás lo hago bien? - preguntó con pena.

Su padre la cargo y la sentó en sus piernas viendo a su hija tiernamente y acariciando sus lindos cabellos dorados.

- Pero claro que si, mi pequeña pianista - le besó su frente.
- Te quiero papá - lo abrazó.

La canción iba llegando a su fin, seguía con la mirada perdida ahora ni siquiera veía las teclas del piano, ahora sólo tocaba como si supiera donde estuviera cada una de ellas, se podían ver pequeñas lágrimas saliendo de sus ojos y una que otra mueca de dolor se apreciaba.

- ¿Lu-chan? - susurró si mejor amiga.

Era agradable la canción, pero verla tocar con lágrimas en sus ojos y la mirada perdida, no era para nada agradable. Al contrario, daba una escena triste e incluso transmitía dolor.

- Mamá, papá. Les tengo una sorpresa - anunció delante del piano de la sala.

Sus padres asintieron sonriendo, ese día por la tarde tendrían que viajar a cerrar un negocio fuera de Crocus, justamente ese día era su aniversario de bodas y Lucy los quería sorprender, empezó tocando la melodía ya conocida por sus padres.

Sin detenerse prosiguió sonriendo con un sonrojo en sus mejillas hasta terminar, sus padres aplaudieron ante su presentación.