Cap 55

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Dos meses desde que la pequeña Nashi Dragneel Heartfilia nació, justamente este día en específico el clima no el mejor que digamos; el bello otoño se asomaba cada vez que podía y los padres primerizos se encargaban de cuidar a la pequeña pelirosada con todo el cariño e inexperiencia que tenían.

Claro que Igneel se encargaba de ser su asesor en esos temas, aunque a Natsu le ponía celoso que su pequeña quisiera estar más tiempo con su abuelo que él, pero de allí no pasaba, sabía perfectamente que Nashi lo querías muchísimo aunque fuese una bolita de ternura recién nacida.

- ¿Podrías pasarme ese suéter rosa? - apuntó a la cama la rubia.

El día estaba frío y no quería arriesgarse a que su pequeña pescara un resfriado, claro que no. Ambos estaban en la habitación de Nashi, la pequeña dormía en su propio cuarto a un lado del de ellos; claro que tuvieron que hacer una pequeña remodelación.

Para tener más facilidad, se derrumbó una parte de la pared del otro cuarto y se hizo una puerta para así no salir de de habitación y caminar; la idea fue del peligrosa menor, de Natsu. Y aunque a Igneel no le hizo gracias que derrumbaron su pared, tuvo que aceptar por seguridad, bienestar y comodidad de todos; incluyendo a la bebé Nashi.

- Aquí tienes - le dio el suéter para después ver como su prometida vestía a su hija.

Natsu también se encaragaba de ayudar, pero con cosa amas fáciles que implicaba menos destrucción en la casa o en las cosas de Nashi. Como por ejemplo, hacer la leche de la bebé, preparar el baño, seleccionar la ropa de la pequeña; porque él decía que su hija debía vestirse bien y a la moda, Nashi era la adoración de todos en la mansión Dragneel y para los amigos de ambos igual lo era.

Respecto al embarazo de Erza, ya le había dicho a Jellal y aunque al inicio el peliazul estaba en shock, cuando salió de su trance, literlamente, corrió por toda la casa saltando y gritando a los cuatro vientos que sería papá.

Todo a estaban felices y parecía que la paz y tranquilidad iba a perdurar, pero Natsu, Igneel y Leo sabían que no era cierto; incluso los primos de Lucy; Rogue y Sting. Ambos sabían que Acnologia estaría detrás de Lucy más aún que tiene a Nashi con ella; Acnologia era un hombre peligroso y demente, alguien que marcó a Lucy de la peor manera y que aún siendo madre y con su trauma, según, superado, podría continuar su vida.

Lo cierto era que Lucy aún tenía miedo; no quería que ese hombre se acercará a su familia y los lastimara.

- Pero que preciosa estas, Nashi - le dijo a su pequeña, quein descansaba en la cama matrimonial de la pareja.

- Es mi hija - comentó Natsu - ¿Qué esperabas?

- Te recuerdo que yo la traje al mundo - canturreo queriendo molestarlo.

- Y te recuerdo yo la puse - alzó sus cejas en mueca de victoria.

O eso creyó, a Natsu le gustaba molestar a Lucy al punto que Nashi los veía como dos extraños para después ellos reír a carcajadas.

- Y yo la forme, la cargue nueve meses en mi vientre, la hice conocer el mundo, la cuido, la baño, la visto, la doy de comer...

- Tu ganas - bufo cruzado de brazos.

- Jamás me ganarás, Dragneel - se burló de él.

Tomo a la pequeña en brazos y bajo hasta la sala, ese día se quedarían ellos junto a Wendy quien terminaba de hacer tareas para poder tener descanso debido en sus vacaciones de invierno; claro que no estaba mal jugar con su sobrina unos minutos.

Lucy se sentó en el sofá grande con la pequeña rosadita en brazos, mesiendola y tarareando una canción para poder dormirla aunque sea unos minutos; la noche anterior, la bebé había estado algo inquieta y es que Natsu la mal acostumbraba a dormir con ellos dos.

Natsu desde su lugar veía a su mujer y a su bebé, el televisor estaba encendido en un programa de fantasmas, de esos que a Wendy y a la rubia les encantaba ver, mientras que Natsu sólo veía vídeos de cualquier cosa en su celular; Youtube era un bien acompañante algunas veces.

No pasaron de diez minutos cuando el pelirosa resoplo, arto de estar sin hacer nada; se acercó a su oeuquña familia, Lucy estaba que se veía de sueño.

Natsu por su lado se acostó el sofá, el cual era lo suficientemente ancho para que alcanzarán dos personas adultas, atrajo a Lucy quein cargaba a Nashi y las acostó en su pecho; claro que con cuidado de no dejarlas caer o de lastimarla.

- Natsu, la bebé puede...

- No pasará nada, sólo descansa ¿Si? Lo necesitas, Luce.

Acto seguido, beso la frente de su amada y acaricio una de las manitos de su hija y se dejó caer en un profundo sueño; nadie podía imaginar lo bien que Natsu se sentía con ellas dos en su vida.

Sé sentía amado, completo, pleno, feliz y agradecido; la vida no siempre te recomendaba tan bien como a él y aunque ambos pasaron momentos y tiempos duros, se apoyaron el uno al otro apra poder superar aquellos traumas que la misma vida se encargó de ponerles.

Wendy sólo veía la pequeña escena desde su lugar, suspiro feliz y deseosa que en un futuro ella pudiera tener su propia familia; tomo una manta que estaba en otro de los sillones individuales y los arropo. Puede que la chimenea estuviese encendida, aún así ella no quería que pasarán frío, pues se sentía un aire fresco en el ambiente.

Antes de irse de aseguró que Nashi estuviera lejos de caerse y que la manta no la asfixiara, pero que le diera calor suficiente. Saco su móvil para sacar una foto del hermoso momento y sonrió; luego guardo en silencio sus materiales académicos, apagó el televisor de la sala para después subir a su cuarto a descansar un poco de sus deberes escolares.

Teniendo en su mente la hermosa imagen de la linda familia que su hermano mayor había formado.

- Tienes tanta suerte, hermano - susurró antes de dormirse con una sonrisa adornando su rostro juvenil.

Si su familia era feliz, ella también lo era.

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Siento que es un poco corto, prometo hacerlo un poquito más largo el siguiente.

Besitos ❤

Accidentalmente Enamorados ; Natsu Dragneel [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora