Accidentalmente Enamorados ; Natsu Dragneel [#1]

Cap 21

Otro amanecer, otro día por comenzar, el tan aburrido domingo, para algunos, llegó rápido. Una joven rubia estaba recostada sobre su cama, ya bañada, su novio se había ido más temprano, no sin antes dejarle una nota donde decía quería a visitar a su padre, sus dos amigas azulada más su amiga de pelo escarlata la llevarían a pasar un día de chicas.

Lucy les había explicado, más bien mentido, que luego del concurso en el que ellos ganaron con 30 puntos, que su abuela había llamado y discutieron y nibqueria ver a nadie. Por eso la vieron así y se encerró en su cuarto, ambas peliazules le creyeron, pero su otra amiga no estaba muy convencida más no le insistió. Ella les contaría cuando se sintiera cómoda, fueron sus pensamientos.

Camino hacia su armario, ya casi no tenía ropa limpia, debía volver a lavar, sacó dos conjuntos de su pequeño armario y vio cual de los dos le favorecería, ese día hacia un poco de frío, ella había entrado a fairy tail a mitad del año, casi era otoño. Así que un conjunto algo abrigado no le vería mal, además que en el centro comercial había aire acondicionado y quería estar temblando de frío después; al final pude decidirse por algo no tan abrigado pero adecuado y cómodo.

Al estar lista, tomo un pequeño bolso con sus cosas necesario, salió cerrando su cuarto con llave, sus amigas la esperaría en la puerta de la Universidad, al estar con ellas las cuatro emprendieron su viaje a su tarde chicas ideal.

°Natsu Dragneel°

Este chico desde muy temprano, se alistó rápidamente para poder ir a la mansión Dragneel, había hablado con su padre antes de partir, por su tono de voz, Igneel dedujo que algo no andaba bien.

Pero quiso preguntar, ese tipo de cosas se hablaban en persona no por teléfono, el muchacho de cabello rosa logró entrar a su hogar, donde fue recibido podía pequeña hermana.

- Natsu ¿Porque no me avisaste? - preguntó - ¿y Lucy?

Puede que Wendy sólo una vez la haya visto, pero le agradaba y a él le tranquilizaba, le gustaba que su hermanita aceptará a su Luce. Después de todo era la chica que quería y por ella estaba dispuesto a ir al infierno si se lo pudiera, aunque conociendola, no le pediría eso, pero éliría si hacia falta.

- No pudo venir, salió con las chicas - le dijo.
- Es una lástima, Quería presentarle a los bebes de Charle y Happy.
- ¿Ya tienen bebés? - preguntó.

Cuando él se fue a la Universidad, apenas sus mascotas empezaban a llevarse bien y ahora, hasta bebés tienen, si que había pasado un tiempo fuera y vaya que fue largo.

- Si, tuvieron tres, todos son machos, se llaman Lector, Frosch y Lily - sonrió al recordar a esas pequeñas crías.
- Espera, si son machos ¿Porque el último se llama Lily?
- No lo se, pero me gustó el nombre.

Su hermana bien podía ser una niña ante los ojos de su padre, pero Natsu sabía que ella ya no era tan pequeña, había crecido y se estaba convirtiendo en una hermosa señorita. Definitivamente sería un novio y un hermano extremadamente celoso.

- Oye ¿está papá? - preguntó.

Colocó las llaves de su auto en la mesita que estaba en la sala junto a unos libros, al parecer su hermana había estado estudiando antes que el llegará, podía ser un poco desordenada a veces.

- Esta en su despacho, dijo que pasarás cuando vinieras.
- Esta bien, luego regresó por ti - Dijo divertido.

Se despidió de su pequeña hermana con un beso en su cabello, fue hacia el despacho de su padre, la puerta estaba semi abierta así que entró, su padre estaba sentado en su escritorio, traía puesto sus lentes para ver mejor, su computadora portátil estaba encendida. No se había do cuenta de que su hijo ya había pasado, ambos tenía la misma mirada, penetrante y misteriosa pero hipnotizante y exótica que enamoraba a cualquier mujer.

- Padre.

Igneel levanto su mirada cerrando despacio su computadora, hizo un ademán con la mano indicándole a su primogénito sentarse frente a él, La mirada de su hijo reflejaba duda e incertidumbre ¿Qué había pasado? Lo había escuchado preocupado cuando hablaron por teléfono en la mañana que no dudo en aceptar para hablar juntos.

- ¿Ocurre algo, Natsu? - preguntó con cautela.

Sabía que su hijo podía ser un poco difícil. A veces era una bomba de tiempo, en eso se parecían muchísimo, de tal palo tal astilla ¿Verdad?

- Quiero que hablemos de Lucy - Dijo.

° Lucy Heartfilia °

- Te ves genial, Lu-chan - así lo su pequeña amiga.
- No creo que esto sea mi estilo - contestó apenada.

Llevaban apenas media hora de haber entrado en la tienda de ropa, había de toda clase de ropa, sólo aceptó anteriores necesitaba ropa, ya que no habia traído lo suficiente a Magnolia.

Comenzaba a arrepentirse profundamente, sus amigas se habían puesto de acuerdo en entregarle un conjunto un poco revelador, no era de su agrado, no le gustaba tanto, menos vestir mucho de negro. Consistía en una camisa punk que decía " Si a la libertad de expresión" era roja con algunos alfileres en sus mangas, un jean ajustado negro y unas botas un poco extrañas, ma años accesorios. En definitiva no era su estilo, ella era más estilo sencillo dulce como le decía su amiga Virgo.

Salió del probador con una mirada sería, sus amigas al verla hicieron una mueca, se divertían con ella, incluso tomaban fotos de su tarde de chicas libre de novios y problemas académicos y en lo que respecta a ella, libre de recuerdos que la lastimaran. Agradecía internamente tener amigas así, se sentía afortunada de tenerlas y muy feliz.

- Ten, pruebate esto - dijo Erza.

Le tendió otra muda de ropa, está era más sencilla, una linda blusa blanca mangas largas y campana con un short de jeans un poco corto y un cinturón de Gucci, le gustaba.

- ¡Siguiente! - Gritó alegre.
- ¿Te gusto? - preguntó Juvia.
- Claro que si, el que sigue - río.

Sería una linda tarde entre amigas, no tenía duda de ello. Que lindo era tener amigas que hicieran lo posible por subirte el ánimo, había llegado a Magnolia sola y ahora tenía el cariño y comprensión de ellas.

° Natsu Dragneel °

- ¿Qué quieres hablar de ella? - preguntó su padre confundido.
- ¿Qué pasó con Lucy en su niñez? - preguntó serio.

Le preocupaba ella, él quería hacerla sentir segura, quería que se sintiera segura y protegida en sus brazos, sólo con él. Odiaba verla llorar, ver sus lindo ojitos tristes y escuchar sus sollozos junto a los temblores de su cuerpo.