Accidentalmente Enamorados ; Natsu Dragneel [#1]

Cap 33

3 meses después

Pov Lucy

Ya había podido salir del hospital gracias al cielo, pase Navidad y año nuevo allí, la abuela murió de un infarto dejándome a mi como única heredera de la fortuna, empresa y demás propiedades. Soy la última Heartfilia. Me mudé a la mansión de los Dragneel, en estos momentos estoy aqui, acostada en la cama de Natsu, no me quiso dar una habitación a pesar de ni insistencia, la mano derecha de mis padres, Acuario se estado haciendo cargo de la empresa de ellos mientras cumplo la edad estipulada en el testamento de ellos.

Mis amigos han venido a visitarme, la herida de mi pierna ha estado dañando sin problemas, ya puedo levantarme y hacer cosas por mi misma, los primeros días de mi casa de alta, Meredy, una de las chicas de limpieza de la mansión, me ayudaba a bañarme y vestirme, subir y bajar las escaleras y demás cosas; Natsu siempre me daba los apuntes de nuestras clases y me explicaba las clases, yo por mi parte enviaba todos los deberes al director Makarov por correo electrónico.

Así me la he pasado, Wendy siempre que regresa de clases me viene a hacer compañía mientras su hermano está en la Universidad, el señor Igneel me ha a ayudado un poco a comprender asuntos de mi empresa y también me a ayudado junto Acuario a dirigirla, ya que al ser socio sabe más de ello. Las terapias con la psicóloga han ayudado de a poco, las pesadillas cada vez son menos, aún así no han podido dar con él, es como si nunca hubiera existido. Loke de ves en cuando se queda a resguarda la mansión Heartfilia, mi abuela ya no está así que los empleados se han ido a casa, claro que se les ha pagado aunque no estén trabajando a petición mía.

Las chicas han venido a verme casi todos los días. Jellal le pidió matrimonio a Erza, ella aceptó, su boda sería en 2 meses más dándome tiempo de recuperarme más, nunca pensé que se casarían, él es dos años mayor que Erza, pero como decía mi madre, cuando hay amor, no importa la edad, raza, sexo o religión, solamente llega. Me alegro mucho por ellos, ojalá su felicidad diré mucho, la noticia de su boda nos impacto a todos; aún así nos alegramos por ellos profunda y sinceramente.

- Otra vez tienes la mirada perdida Lucy-nee - dijo Wendy.
- ¿De verás? No es apropósito - contesté.

Desde que me mudé aquí, Wendy me llama así, me da gusto agradable, siempre quise una hermana menor pero por las circunstancias no se pudo.

- ¿En que piensas?
- En todo lo que ha pasado en estos meses desde que llegué a Magnolia.
- ¿Crees que es algo malo?
- Oh claro que no, sólo que a veces creo que si no hubiera salido de casa... tal vez no estaría dándoles tantos problemas...
- No nos das problemas Luce - interrumpió Natsu.

¿Desde cuándo está allí? No me di cuenta a que hora entró, se supone quebestaria con Gray, Gajeel y Jellal ayudándole a escoger su traje para su boda y los de ellos también ya quejarás los padrinos y nosotras sus damas de honor, no hemos escogido nuestros vestidos aún, ya que Natsu no me deja salir y cuando las chicas vienen, literalmente a los 15 minutos las saca de su cuarto.

Agache mi mirada para evitar verlo, a veces el color de sus ojos me hipnotizan y no puedo evitar sentirme de gelatina.

- Lo siento, no quise...
- Esta bien Lucy-nee, entendemos como te sientes... pero nunca digas o pienses que eres un problema para nosotros. Los dejó tengo que ir a hacer mis deberes, vendré más tarde - avisó.

Sé despidió con un ademán de mano de ambos y salió cerrando la puerta del cuarto.

- Sigues pensando que eres una carga.
- Es que...
- Luce, sabes que eres todo menos una carga para mi - confesó.

Natsu me había demostrado este tiempo que tenía su apoyo y cariño, aunque no me había pedido oficialmente que seamos novios, según él llevamos 4 meses de noviazgo, lástima que pase fuera casi un mes, perdí tiempo con Natsu por culpa de él.

- No llores - Me abrazó.

No me di cuenta que estaba llorando.

- Natsu... perdí mucho tiempo con mis amigos, contigo... por él.
- Podemos retomar ese tiempo perdido, ya estamos de vacaciones, cuando te recuperes iremos de vacaciones - dijo.
- ¿Donde? - pregunté.
- Donde tu quieras, sólo tu y yo ¿Qué dices?

Lo pensé por un momento, sería bueno tomar un descanso de tanto drama, claro que cuando regrese, no faltaron los medios de la farándula haciéndome preguntas y mi cara junto a una imagen de mis padres en la portada de cada revista y periódico. Fue una semana llena de estrés, no faltaba el periodista que se quería colar en mi cuarto de hospital; gracias al señor Igneel dejaron de molestarme.

- Me parece perfecto - contesté.
- Traeré tu cena y la mía, muero de hambre.

[...]

- N-Natsu no hagas eso - cubri mi boca con mis manos.
- ¿Porque no?
- N-no lo hagas, sólo no.
- Luce, quiero escucharte - pidió.

Bastaron sólo esas palabras para que quitará la mano de mi boca.

- Jajajaja - Me reí con fuerza.
- Ves como no es difícil - opinó.

Alguien haciéndome cosquillas, después de la cena nos quedamos hablando un momento de trivialidades, hasta que calló abruptamente y me empezó a hacer cosquillas, son mi debilidad.

- N-Natsu... para... jajaja... No respiro.

Paró su tortura y se acostó a mi lado, mi respiración comenzó a normalizarse y me abrazó a él, me dio un beso en la mejilla y nos cubrió con las sábanas. Comencé a cerrar mis ojos, el cansancio empezaba a apoderarse de mi cuerpo, estaba por quedarme dormida peor Natsu habló.

- Se que no hemos tenido una cita como se debe, que no hemos tenido tiempo solos - comenzó - Luce... sabes lo mucho que te quiero, lo mucho que me gustas, tu voz, tu sonrisa, tu mirada, toda tu me gustas.
- ¿Porque... Me dices estas cosas? - pregunté sonrojada.

Gracias al cielo la luz estaba apagada, porque estoy segura que en estos momentos mi cara está rojisima como el cabello de Erza.

- ¿Quieres ser mi novia? Oficialmente.

¿Había escuchado bien?

- ¿Q-que dijiste?
- Que Si ¿Quieres ser mi novia? - se escuchaba nervioso.

Hacia ese gesto con sus dedos en clara afirmación de que sus nervios comenzaban a dominarlo. Sonreí ante su pregunta con ansiedad, me senté en la cama viendolo fijamente y le sonreí feliz.

Me acerqué a su rostro y besé cortamente sus labios dejándolo sorprendido.

No nos habíamos besado desde lo ocurrido, pero con las terapias había mejorado y pues... la psicóloga me había dicho que empezará de a poco a tener una vida amorosa, siempre y cuando me sintiera cómoda con eso.

- Claro que quiero - sonreí cerca de sus labios.
- Tú... Me acabas de besar - susurró aún sorprendido.
- Buenas noches - reí y me volví a acostar dándole la espalda.
- ¿Qué? No, espera, Lucy... Lucy no me hagas esto - Me movió pero ni me inmute.

Lo escuche suspirar pesadamente y sentí como se volvía a acomodar en la cama abrazandome, su respiración chocaba con mi oído mandando placenteras descargas por mi columna vertebral.

- Descansa, Luce - susurró besando mi mejilla, cerré mis ojos quedándome plácidamente dormida en sus brazos.